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El Gobierno de Polonia intenta borrar el pasado de los brigadistas que lucharon en la Guerra Civil

El acto de ‘descomunización’ ha puesto en riesgo la memoria de los más de 5.000 voluntarios polacos después de que el gobierno considerara que la XIII Brigada Internacional ‘promueve el comunismo'.

Manifestación en Olsztyn (11/08/2017), donde la Suprema Corte Administrativa ha anulado la acción del gobierno y devolvió el nombre Dombrowski a una de sus calles. HISTORIA CZERWONA

michael susin

La memoria de los polacos que defendieron la República Española está en riesgo de desaparecer en su tierra natal después de que el gobierno ultraderechista del partido PiS (Ley y Orden en castellano) haya barrido el nombre de la XIII Brigada Internacional, el Batallón Dombrowski junto con muchos de los monumentos soviéticos. Y es que, desde 2016, Polonia cuenta con una ley conocida como acto de 'descomunización' para retirar homenajes, monumentos y nombres relacionados con la República Popular de Polonia (1952-1989) y los brigadistas internacionales que lucharon en España están siendo una víctima colateral.

El Gobierno polaco, no obstante, ha ido más allá. Ha acusado a los miembros del Batallón Dombrowski de haber estado al "servicio del estalinismo" y ha sustituido muchas de estas calles por nombres alineados con el nacionalismo polaco. Los cambios y, también, las actitudes del gobierno polaco han provocado manifestaciones, demandas en las Cortes Administrativas y la acusación, por parte de movimientos sociales de “falsificar la historia”.

El Gobierno polaco ha acusado a los miembros del Batallón Dombrowski de haber estado al "servicio del estalinismo"

La ley que ha servido para borrar de las calles de Polonia la historia de la Guerra Civil Española ha tomado como referencia las recomendaciones del Instituto de Memoria Nacional (IPN en polaco), que ha creado una lista con los nombres que deberían ser borrados. Sin embargo, el criterio del IPN ha sido más que polémico, por lo que estos cambios están terminado, como se ha visto, en los tribunales.

La polémica comenzó después de que los ayuntamientos, primeros responsables en aplicar la ley de 'descomunización', decidieran mantener Dombrowski en sus registros debido a la oposición de colectivos vecinales. Sin embargo, la responsabilidad fue transferida después al Voivoda, la delegación del Gobierno nacional en las regiones, que ordenó el cambio tomando como base únicamente las polémicas recomendaciones del IPN, sin realizar consultas entre los vecinos.

La eliminación de la memoria del Batallón Dombrowski, sin embargo, está generando mucha resistencia en Polonia y en muchos casos el conflicto se está resolviendo en los tribunales. Un ejemplo de resistencia es el colectivo Historia Czerwona (Historia Roja en español), que ha realizado manifestaciones delante del IPN demandando respeto por la XIII Brigada y a los revolucionarios polacos.

Piotr Ciszewski, coordinador del movimiento y escritor del libro Dombrowski: respetado en el mundo, olvidado en Polonia (título en polaco: Dąbrowszczacy), ha denunciado "el revisionismo" histórico del Gobierno polaco y ha acusado al IPN de malgastar dinero público para crear propaganda favorable a la narrativa del partido en el poder, de tendencia ultraderechista. “Es un intento de borrar la historia de los trabajadores polacos. No estamos en contra del Instituto, en su principio había investigadores con distintos perfiles, pero desde que el PiS asumió el gobierno empezaron a formarlo solamente historiadores y estudiantes alineados con el pensamiento de ultraderecha”, explica Piotr.

El colectivo ha recibido el apoyo activo de los familiares de los brigadistas y de muchos colectivos vecinales, descontentos con la acción. “En las asambleas se destacó que, además del problema financiero que supone el cambio, los residentes no quieren cambiar la historia. Ellos entienden que si los brigadistas lucharon contra el fascismo, entonces no hay problema alguno en homenajearlos”

Batalla en los tribunales

Ante el conflicto social, finalmente serán los tribunales los que decidan sobre los deseos del Gobierno. Desde el pasado año, la Corte Administrativa de Varsovia ha anulado casi todos los cambios impuestos por del gobierno. El problema se encuentra en que no hay una interpretación definida. En febrero de este año, la Corte tendrá que decidir si Varsovia volverá a homenajear las Brigadas Internacionales en el distrito de Praga, icónico barrio obrero de la capital. La sentencia concluirá con los juicios sobre el acto de 'descomunización' y posiblemente sea favorable a los vecinos, dentro de las 48 demandas presentadas al Tribunal Administrativo, 44 de las cuales ya han dado la razón a los residentes.

Un tribunal sentenció que basta con “leer la enciclopedia” para saber que los brigadistas de la XIII tenían puntos de vista políticos diversos o incluso no participaban de ningún partido

Por ejemplo, en la ciudad de Poznan, la movilización de los vecinos llevó a la Corte a considerar que la acción del Gobierno fue equivocada y que el Batallón polaco no tiene relación directa con el comunismo. Pero hay otros casos.

En Gdansk, importante ciudad portuaria en la costa del mar Báltico, la batalla jurídica de momento ha sido ganada por el Gobierno y los residentes han presentado casi mil firmas pidiendo que la Corte devuelva el nombre de Dombrowski, que ahora se llama Lech Kaczyński, el expresidente polaco que falleció en 2010 en un accidente aéreo. Desde su fallecimiento, el partido en el poder viene creando un culto a su figura como un héroe nacional víctima de un atentado organizado por los rusos.

Por otro lado, la Suprema Corte Administrativa determinó que Olsztyn, una ciudad con alrededor de 200.000 habitantes localizada al norte del país, volverá a tener a Dombrowski en el mapa. La conclusión de la Suprema Corte que en este caso tanto el Gobierno como el IPN habían actuado de manera prematura y arbitraria, declarando que basta con “leer la enciclopedia” para saber que los brigadistas de la XIII tenían puntos de vista políticos diversos o incluso no participaban de ningún partido, por lo que no se puede considerar la XIII Brigada como un símbolo de totalitarismo y tampoco como propagador del comunismo.

Tras la ofensiva del gobierno para borrar la XIII Brigada, familiares y movimientos sociales celebran las fechas importantes en el único monumento al Batallón Dombrowski que hay en Polonia, un símbolo que no puede ser tocado por el acto de descomunización por encontrarse en un cementerio.

¿Subordinadas del Comintern?

Los argumentos para borrar la presencia de la Brigada Dombrowski de Polonia son expresados por el parlamentario Krzysztof Bosak: “Ninguno de los que combaten la conmemoración de esa Brigada Internacional comunista ha dicho que todos aquellos que lucharon en España eran criminales. La queja es distinta: La Brigada Dombrowski luchó al lado de quienes cometieron crímenes de guerra. Ellos lucharon bajo banderas comunistas (…), las Brigadas Internacionales eran subordinadas del Comintern, o sea, de Stalin”.

La Fundación Nacional de Polonia, entidad de fondos públicos destinada a promover la imagen del país, defiende que “como país libre y miembro de la OTAN, no es tolerable la existencia de símbolos del régimen comunista en su territorio (…). Los nuevos nombres en las calles de Varsovia son de héroes polacos de eras distintas (polacos de la resistencia en la Segunda Guerra II o personas que salvaron a judíos de los alemanes”).

La XIII

La XIII Brigada Internacional Dombrowski fue formada en su mayor parte por voluntarios polacos exiliados desde Francia, Canadá, Belgica y Estados Unidos. Entre consecutivas disoluciones y reapariciones de la Brigada, alrededor de 5.000 mil polacos, llegados en su mayoría desde Irún, estuvieron bajo la bandera de Dombrowski haciéndose presente en todos los frentes y en la mayor parte de las batallas, siendo los últimos a abandonar el Ebro.

Se estima que alrededor de 2.000 milicianos sobrevivieron, pero el destino reservado a cada uno de ellos fue incierto: pérdida de la nacionalidad, exilio a Francia, Bélgica o Unión Soviética, muertos a manos de los alemanes en el Monte Casino o en el Levantamiento de Varsovia. Se estima que 720 milicianos lograron volver a la entonces República Popular de Polonia. Ninguno de ellos está vivo al día de hoy. El nombre es un homenaje al general Jaroslaw Dombrowski, militar revolucionario polaco muerto en las barricadas de la Comuna de París.

Plan de Descomunización

En 2016 el Parlamento polaco aprobó la ley conocida como ‘acto de descomunización’, que prohíbe la promoción del comunismo o cualquier otro régimen totalitario. El órgano encargado de establecer lo que se encuadra en la promoción del comunismo, el Instituto Nacional de Memoria (IPN), ha levantado un listado de nombres al que los Voivodas han ordenado cambiar o remover. No están incluidos los monumentos encontrados en los cementerios, los que no están expuestos o solo sirven para fines artísticos, educacionales o que no promuevan el antiguo régimen. El IPN considera que deben ser removidos de las vías los homenajes al Ejército Rojo, los partisanos, la Guardia Popular o el Ejército del Pueblo, activistas comunistas polacos o de otros países, además de las construcciones celebradas en ocasión del Día del Pueblo Polaco.

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