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El Gobierno prohíbe comprar arena de Tarifa a Gibraltar, pero apoya que lo haga Algeciras

A.L.M.

Gibrlatar ha vuelto a denunciar el 'doble rasero' del que hace uso el Gobierno español a la hora de juzgar sus actuaciones y las llevadas a cabo por administraciones ubicadas en territorio nacional. 

El uso de la arena de la playa de Valdevaqueros, en Tarifa, para regenerar las playas de Algeciras es 'una barbaridad, una alegría, un regalo', en palabras de su alcalde, José Ignacio Landaluce. 'Las playas son un elemento básico para nosotros, por lo que requieren los ciudadanos y por el fomento del turismo', asegura el edil en declaraciones recogidas por la prensa de Campo de Gibraltar.

Para el alcalde de Algeciras es 'una barbaridad, una alegría, un regalo'

De hecho, y según el Gobierno del Peñón, el secretario de Estado de Medio Ambiente español, Federico Ramos, -cuyo Ministerio aseguran habría financiado la operación-, se desplazó en persona hasta Algeciras para supervisar los trabajos, haciendo mención al doble objetivo de la operación: regenerar playas y utilizar el 'excedente' de arena en la duna , que crece entre 15.000 y 30.000 metros cúbicos al año, e incluso amenaza con cortar una carretera que une varios municipios.

Todo normal, si no fuera porque hace apenas un año el Ejecutivo de Picardo compró parte de este 'excedente' para regenerar la playa de Sandy Bay, granjeándose las críticas de la asociación Verdemar- Ecologistas en Acción, que incluso presentó una denuncia- aunque no sólo afectaba al traslado de arena hasta el Peñón-, y describió la idea de mover esta arena como una suerte de 'expolio'.  'Es como vender una parte de la Alhambra o del Guadalquivir', aseguraron.

Después, el Gobierno español prohibió la exportación de arena, -pero permitió el transporte de rocas- a pesar de que la cantidad de arena que pretendía adquirir el Peñón era de 7.800 metros cúbicos, menos de una cuarta parte de la comprada por la playa tarifeña.  Al final, sólo pudo hacerse con 3.000 metros cúbicos.

'Nos sorprende ver que no hay absolutamente ninguna queja de ningún grupo ecologista para algo que hace un año, y en una cantidad muy inferior, fue descrito como un 'expolio'', asegura a Público Miguel Vermehren, director del Servicio de Información del Gobierno de Gibraltar en España.

El Peñón dice que los baremos 'no son serios, no tienen que ver con la realidad, están politizados'

Para Vermehren, los baremos que se aplican a Gibraltar 'no son serios, no tienen que ver con la realidad, están politizados'. 'Dadas las circunstancias de esta duna, que está creciendo anualmente y que además hay que retirar la arena excedente, nos parece lógico que se emplee para regenerar playas, pero nos confunde que cuando lo queremos hacer nosotros sea una especie de crimen, lo denuncien los ecologistas y de facto prohíban la exportación de la arena. Es muy raro, y también que toda la prensa comarcal cubra esto, aunque nadie diga que eso se consideró un crimen hace un año; es el doble rasero', asegura.

Esta es sólo una más de las tensiones que España y Gibraltar continúan manteniendo, conocida apenas un par de semanas después de que el Peñón denunciase que los controles españoles en la frontera afectaron a varios menores de edad, que se vieron obligados a permanecer en la cola entre una hora y hora y media.

Bruselas ya advirtió al Ejecutivo de Rajoy de que debía reducir la intensidad de los controles, además de marcarle una hoja de ruta similar a la remitida a Gibraltar. De momento, el Ejecutivo de Fabián Picardo dice estar muy cerca de cumplir las exigencias de Bruselas, mientras España promete efectuar una serie de obras que no terminarán antes de finales de 2015, como pronto.

El presidente de Verdemar-Ecologistas en Acción, Antonio Muñoz Secilla, ha negado a este diario que la organización ecologista haya aplicado un doble rasero -como el que Gibraltar asegura que emplea el Ejecutivo español- y ha defendido que las denuncias del año pasado en relación a los traslados de arena no se aplicaban exclusivamente a las acciones del Gobierno del Peñón, sino también a las de otros municipios españoles.

'Si hay que mover parte de esa arena, hay que moverla dentro de su unidad fisiográfica, a otras playas de la zona', asegura Muñoz, que defiende que la organización que preside sí ha protestado contra el traslado de esta arena hasta Algeciras este mismo año.

'Entendemos que lo que están haciendo el alcalde de Algeciras y el de Tarifa es una venta encubierta; en Tarifa hay un problema con una carretera que cada vez que hay levante se inunda, porque la duna de Valdevaqueros es una duna móvil. Con ese problema como excusa se ha estado vendiendo arena. Como ahora los que gobiernan en Tarifa y Algeciras son del PP, parte de la arena se está llevando a la playa de El Rinconcillo, pero nosotros nos oponemos', asegura el presidente de Verdemar-Ecologistas en Acción. 

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