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El Gobierno vincula ahora a Argelia con Rusia y distrae la atención sobre el foco de la crisis: el Sáhara

La vicepresidenta Nadia Calviño señaló que los argelinos cada vez están más alineados con el país ruso. Desde el PP ya han aprovechado esta mención para atacar al Ejecutivo de Pedro Sánchez. Varios expertos en la zona destacan que la decisión del país magrebí no tiene nada que ver con su relación con Putin. 

El ministro español de Exteriores, José Manuel Albares, este viernes tras reunirse con la Comisión Europea en Bruselas que la decisión 'unilateral'
El ministro español de Exteriores, José Manuel Albares, este viernes tras reunirse con la Comisión Europea en Bruselas. Stephanie Lecocq / EFE

La crisis de España con Argelia sigue. El viaje del ministro de Exteriores, José Manuel Albares, a Bruselas para buscar el apoyo de las instituciones comunitarias calmó en cierto modo los ánimos. Tras el espaldarazo europeo al Gobierno de Pedro Sánchez, los argelinos aclararon que ni el comercio ni el gas estaba en peligro. Las consecuencias concretas son imprevisibles y podrían afectar a cuestiones como la migración. Pero desde el Gobierno se ha introducido un nuevo factor: Rusia. Algo que quita el foco a la causa fundamental que ha provocado el desencuentro. Es decir, el Sáhara Occidental, según los propios argelinos han explicitado desde hace meses. 

La vicepresidenta primera del Gobierno, Nadia Calviño, vinculó públicamente al país de Vladimir Putin con la decisión argelina. "¿Qué ha ganado el Estado con este cambio?", le preguntaron a Calviño sobre el Sáhara y Argelia en una entrevista con Catalunya Radio. Calviño recordó que ella preside el principal organismo del Fondo Monetario Internacional (FMI) y que "en las últimas reuniones internacionales" celebradas en primavera ya vio esa relación. "Ya vi que Argelia estaba cada ve más alineada con Rusia. No me ha sorprendido tanto cómo eso se concreta. Lo importante es responder con unidad y determinación desde la UE", añadió. 

Fuentes de Exteriores consultadas por Público prefieren no entrar en el asunto porque su postura es "desescalar". Sin embargo, desde el PP ya han aprovechado la mención de Calviño para atacar al Gobierno. La portavoz de Exteriores de los populares, Valentina Martínez, confirmó este lunes una información adelantada por El Confidencial este domingo. Albares llamó a la diputada del PP y según sus palabras, el ministro vino a señalar que "detrás están la mano de Rusia y Venezuela". "Si quieres dar la oportunidad al diálogo hay que generar las condiciones para que sea posible, no decir que hay otro detrás. No es muy inteligente", añadió Martínez. 

Desde La Moncloa, según fuentes gubernamentales consultadas por este medio, hacen referencia a que en Bruselas también ven esa alianza. Y, en este sentido, hacen referencia a una visita del ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, a Argel el 11 de mayo para reforzar las relaciones bilaterales. También hay voces en el Ejecutivo que citan un artículo de El País en el que se atribuyen a "fuentes comunitarias" de Bruselas la relación entre la presión de Argelia 

Sin embargo, algunos especialistas en el Magreb descartan que la mano de Rusia esté detrás. En este sentido se expresa por ejemplo Eduard Soler, investigador de CIDOB. "Argelia no es un peón de Rusia en el Magreb. Y Marruecos no lo es Estados Unidos. Ambos aprovechan la coyuntura internacional. Ambos cuidan a sus socios habituales y a la vez diversifican relaciones. Mucho de lo que se está diciendo simplista y lleva a conclusiones equivocadas", señaló en su cuenta de Twitter.

"Argelia es muy celosa de su autonomía", afirmó el experto hace unos meses en un artículo publicado en El Periódico de España. "Ahora hay un cierto reequilibrio geopolítico. Tras los atentados del 11-S, la agenda de cooperación en la lucha antiterrorista sirvió a Argel para mejorar su interlocución con Washington y las capitales europeas", añadió. 

Pablo del Amo, analista y coordinador de Descifrando la Guerra, comparte esta visión. "Evidentemente Argelia tiene relación con Rusia desde hace décadas, desde tiempos de la URSS. Mucho del armamento militar proviene de allí. Pero eso no quiere decir que Argelia no tenga relaciones con más países del bloque occidental, como por ejemplo España por la exportación de gas", afirma a Público

De hecho, los argelinos han reforzado su relación estos últimos meses con Italia, que será su socio preferente en el suministro de gas. Y justo este lunes visitaba Argel la secretaria de Estado de Exteriores de Alemania, Katja Keul para reunirse con su homólogo argelino, Ramtane Lamamra. "Lo que está diciendo Calviño no es verdad. Persigue un discurso meramente político de todo es Rusia. Ya le gustaría a Rusia influir en todos los escenarios que se le atribuyen", afirma Del Amo. "La cuestión de esta crisis solo tiene que ver con el Sáhara", añade. "Que España se haya alineado tan claramente con Rabat no ha gustado", apunta el analista. 

Siguientes pasos: esperar a Bruselas

Mientras tanto, la pregunta es qué siguientes paso se darán ahora para encauzar las relaciones con Argelia. Desde Exteriores consideran que "hay que esperar y ver". Al respecto recuerdan que "las competencias comerciales" son de la Comisión Europea. Por lo que será este organismo quien primero "tendrá que pedir cuentas" a Argelia si es necesario. Consideran que el viaje de Albares a Bruselas fue muy importante y así se vio con el cierre de filas. 

La Moncloa señaló que no descartaba dar la batalla legal por este asunto si se rompían las relaciones comerciales. Desde la UE apuntaron, y también lo verbalizó Albares, que la decisión argelina podría violar el acuerdo de asociación europeo. Por su parte, el PP registró la petición de comparecencia urgente de Sánchez para que explique en el Congreso las consecuencias de la crisis con Argelia. Un hecho que ha sido afeado por el Gobierno. 

Mientras tanto, el fondo principal de la cuestión parece haber pasado a un segundo plano mediático. El Frente Polisario no acepta bajo ningún concepto la autonomía que defiende Marruecos y que el ala socialista del Gobierno considera como la opción "más seria, realista y creíble" para solucionar el conflicto.

En paralelo los socialistas no recibieron a la activista saharaui Sultana Jaya en el Congreso. Y, como desveló  este medio, el caso de Brahim Ghali sigue contando con nuevos episodios. El CNI emitió algunos informes en los que se alerta de la presión de los marroquíes. Unas informaciones que Moncloa evita escudándose en la ley de secretos que rige los servicios de inteligencia. 

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