"Echarse el partido a la espalda y no dejar de dar la cara". Es la conclusión a la que llegaron Pedro Sánchez y su núcleo duro durante este fin de semana según señalan fuentes socialistas. La crisis por el informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil que señala a Santos Cerdán ha provocado un shock en el partido del que poco a poco quieren salir. La estrategia, al menos hasta este lunes, es salir a la ofensiva contra PP y Vox y multiplicar sus gestos hacia los socios, como ya informó Público el pasado viernes. 

Sánchez quiere asumir en primera persona el protagonismo. No esconderse. Así lo mostró a su Ejecutiva Federal en un encuentro que se alargó en Ferraz durante casi cinco horas. Una duración que simboliza sobremanera la situación delicada de los socialistas. Normalmente no dura más de dos horas. El propio Sánchez compareció por segunda vez en apenas cinco días en la sede de su partido. "Mi deber, como capitán, es tomar el timón, capear esta tormenta, es tomar las medidas para recuperar la confianza de los españoles en el PSOE y proteger el Gobierno de coalición progresista", apuntó como ejemplo de ese protagonismo. 

Durante su intervención confirmó las decisiones que ya se habían adelantado previamente a los medios de comunicación. En primer lugar, la expulsión definitiva del ex ministro José Luis Ábalos. Eso sí, tras cerrarse un expediente que comenzó hace más de un año. Fuentes socialistas señalaban que los procesos tenían que ser garantistas y que han ido incluso más allá de lo previsto en sus Estatutos pero que los comentarios sobre las mujeres, que Sánchez en persona calificó como repugnantes, ameritaban actuar ya y cerrar la carpeta. 

También se ha creado un equipo interino a cargo de la Secretaría de Organización que dirigía Cerdán. No hay rastro de su equipo cercano como su número dos, Juanfran Serrano. Los elegidos son, a nivel político, Cristina Narbona, Montse Mínguez y Borja Cabezón. A "nivel técnico" estará al frente la actual gerente, Ana María Fuentes. En el Comité Federal del próximo día 5 de julio, que finalmente será en Madrid, se conocerá el nombre de la persona que ostentará el cargo a partir de esta nueva etapa. Fuentes socialistas señalan que debe tener la máxima confianza de Sánchez y que rompa con todo atisbo de cercanía a Cerdán. 

La auditoría externa sobre las cuentas del PSOE, ya adelantada el pasado jueves, ha sido aprobada también oficialmente en la dirección federal. Sánchez ha sacado pecho de que las cuentas de los socialistas son las más transparentes y auditadas de todo el panorama político español.

El líder socialista quiere también aumentar la "rendición de cuentas". Por ello confirmó que comparecerá a petición propia en el Congreso de los Diputados en la primera fecha que sea posible. No será esta semana, según confirman en Moncloa, tal y como ha pedido el PP este lunes. En paralelo ha dado orden al grupo parlamentario socialista de impulsar una comisión de investigación en la Cámara Baja sobre el llamado 'caso Koldo', según las propias palabras del presidente del Gobierno. 

Hasta aquí los anuncios. Él mismo ha descartado otros que sobrevolaban el ambiente. El principal, el del adelanto electoral. Ha reiterado que las elecciones serán cuando tocan. Es decir, en 2027. Tampoco habrá cambios en el Gobierno, al que considera limpio, ni se someterá a una cuestión de confianza. Por su cabeza tampoco pasa dimitir. Pero el propio Sánchez ha confirmado que se han barajado todas las opciones posibles y así lo corroboran fuentes socialistas consultadas. 

Al ataque contra PP y Vox

Más allá de estas decisiones más o menos inmediatas, si una conclusión se saca de la actitud mostrada este lunes por Sánchez es su determinación a confrontar con la derecha. Fue uno de sus hilos conductores. Y dejó varios recados para dejar ver que el PSOE no actúa igual que la derecha o la ultraderecha. Uno de los más explícitos fue el siguiente: "Yo no voy a negar la realidad como hacen otros a pesar de tener su nombre escrito en los papeles de Bárcenas, su ático comprado con un testaferro o su rostro impreso en el álbum de fotos de un narcotraficante". Una referencia tanto a Alberto Núñez Feijóo como a Isabel Díaz Ayuso. 

No fue la única. "No vamos a ser como PP y Vox, no vamos a tapar la corrupción en nuestra filas por muy dolorosa que sea, no vamos a perseguir al denunciante, no vamos a crear policías  patrióticas, no vamos a destruir pruebas a martillazos, no vamos a amenazar a periodistas ni vamos a tener una sede pagada con dinero en b". "Lecciones del PP, cero", resumen fuentes socialistas.

En este contexto además Sánchez no esquivó lanzar una suerte de órdago a PP y Vox para que presenten una moción de censura. Les aconsejó además hacerlo cuanto antes porque después del verano comienzan algunos procesos judiciales pendiente que, a su juicio, demostrarían "quiénes son los delincuentes de verdad". Una de esas causas es la Operación Kitchen, las llamadas "cloacas del PP" para espiar a rivales políticos. Para Sánchez "entregar las riendas del país"  a una "agenda reaccionaria" como la de PP y Vox "sería una tremenda irresponsabilidad". 

Mientras la derecha y la ultraderecha no cuenta con los números, Sánchez considera que todavía sí los mantiene. Por ello ha querido comenzar de manera urgente una serie de reuniones con sus socios de Gobierno y aliados parlamentarios. La primera se ha producido este mismo lunes por la tarde en Moncloa con Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda y representante de Sumar. Las siguientes continuarán esta semana. Solo Podemos ha mostrado de manera pública su rechazo a la reunión. 

Críticas internas

Varios dirigentes consultados por este medio reconocen que la situación sigue siendo "muy grave". La sensación más generalizada tras la reunión de la Ejecutiva es que había que actuar y se ha hecho. Pero también que vienen semanas complicadas. Hay quien no oculta su temor a que sigan saliendo más cosas que puedan implicar al propio partido, al Gobierno o a otros dirigentes. "Si no nos enteramos de lo de Santos, ¿quién dice que no hay algo más?", reflexiona un dirigente. 

En este contexto, antes de la Ejecutiva han surgido diferentes voces reclamando elecciones u otro tipo de medidas que no se limiten a cambios en el PSOE como puede ser el relevo de Sánchez. Las han protagonizado críticos habituales como Emiliano García-Page o Juan Lobato. Pero también otros que no son sospechosos de "anti sanchistas" aunque de momento el asunto no ha escalado demasiado. De hecho, fuentes de algunas federaciones se afanan en atajarlo. "Los socialistas madrileños, liderados por Óscar López, valoran positivamente las medidas que se están tomando para hacer frente a la lamentable situación que atraviesa el partido como consecuencia de la presunta corrupción que nos abochorna", transmiten por ejemplo fuentes del PSOE de Madrid. 

"Entiendo que haya un movimiento de hiperventilar y de reaccionar con mil cosas. Pero hay que ir paso a paso", reflexiona un integrante de la dirección federal al respecto. El propio Sánchez se refirió a estas críticas durante su rueda de prensa. "Estamos viendo compañeros que legítimamente plantean diferentes opciones", apuntó.

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El líder del PSOE les invitó a transmitirlas de manera interna en el próximo Comité Federal. "La crítica siempre va ser bienvenida", añadió. Desde Ferraz se ha dicho con mucha frecuencia que gran parte de esas críticas a Sánchez luego no tienen reflejo o son una abrumadora minoría en los órganos de dirección. 

En Moncloa las fuentes consultadas destacan que la "agenda del Gobierno va a continuar con normalidad" los próximos días. Y que, al igual que ha dicho el propio Sánchez, el objetivo es "recuperar la confianza que eventualmente ha podido ser perdida por parte de la ciudadanía". Solo el tiempo dirá si la crisis se frena o va a más.