El alcalde de Ourense, Gonzalo Pérez Jácome, aseguró este miércoles que los audios que recogen conversaciones en su despacho en los que habla con sus colaboradores de mordidas y comisiones, concesiones amañadas, manejo y blanqueo de dinero negro y maniobras para deshacerse de multas de circulación, son falsos, están manipulados y responden a una campaña de espionaje ilegal para evitar que repita en la Alcaldía. La Fiscalía ha acordado abrir una investigación por las grabaciones al entender que podrían atribuir a Pérez Jácome prácticas de corrupción, entre ellas actuaciones presuntamente irregulares para la financiación de su campaña.

Nervioso, histriónico y crispado, hablando de carrerilla durante más de una hora seguida en el salón de plenos del Ayuntamiento, empleando un lenguaje vulgar y en ocasiones insultante y agresivo, el regidor protagonizó otra atípica rueda de prensa en la que escaqueó cualquier explicación que le reclamaron los periodistas. Se escudó en la primera tesis -las grabaciones son ilegales y falsas, obra de una mafia que implica a empresas, medios de comunicación y partidos políticos-, y recurrió a circunloquios, chistes malos, anécdotas fuera de lugar y lugares comunes para, en definitiva, no ofrecer aclaración alguna.

"Las elecciones [municipales del 28M] se han convertido en un plebiscito entre los que han robado y quieren robar el dinero del Ayuntamiento, y Democracia Orensana [DO, su partido], que se lo ha impedido", dijo Jácome, quien advirtió que Ourense "es una tierra de caciques". Incluso llegó a comparar su caso, salvando todas las distancias, con el Watergate ocurrido en Estados Unidos a principios de los años setenta.

Mordidas a través del canal de televisión del alcalde

En el último de los audios, publicado este miércoles por el diario local La Región, se escucha al alcalde idear un plan para obtener de un empresario interesado en una concesión 22.000 euros para financiar la campaña electoral de DO, 12.000 de los cuales se facturarían como supuestos pagos por inserciones publicitarias en Auria, la empresa que gestiona el canal de televisión propiedad del regidor, y el resto en dinero B.

"Habla, que vamos a hablar de dinero aquí con confianza (...) De todo, de dinero negro o lo que haga falta", dice Jácome. Su interlocutor le responde: "Perfecto. Mira, él te mandó un correo para que en B..., para que en A, hagas en publicidad en la tele 1.000 euros al mes, durante el primer año ya desde hoy. Y después en B (…). Y después, si sale el tema de los autobuses [la concesión del servicio de transporte público]... Me dijo que hace un advisor y hace una iguala de unos 3.000 euros mensuales al mes en publicidad. ... Y después… Eso en publicidad, puesto al mes en publicidad".

El alcalde, cuya familia gestiona una tienda de artículos musicales donde algunos de sus falsos asesores declararon a la policía que también le entregaban dinero negro como mordidas a sus sueldos en el Ayuntamiento, aseguró ser un experto en sonido. En su versión, los audios que le implican en prácticas corruptas son una mezcla de conversaciones reales descontextualizadas y falseadas mediante inteligencia artificial, editadas posteriormente por expertos en la materia para modificar su contenido con el empleo de técnicas de última generación. "Calculo que les habrá costado entre 200.000 y 300.000 euros, esta gente sólo trabaja con profesionales", espetó.

Una mafia de partidos, empresas y medios de comunicación

En su opinión, esos expertos estarían al servicio de una "mafia" que incluiría a La Región, a la que aseguró que el Ayuntamiento le había "cortado el grifo" de las ayudas públicas municipales; a la empresa constructora y suministradora de servicios Copasa, a la que habría negado las concesiones de los servicios municipales de aguas, transporte y recogida y tratamiento de residuos; y a los partidos políticos, especialmente PSOE y PP, sobre, todo "el PP", dijo, la formación gracias a cuyo apoyo puede gobernar Ourense con sólo cuatro de los 27 concejales del Ayuntamiento, a cambio de sus votos en la Deputación Provincial para que ésta pueda seguir presidida por Manuel Baltar.

Jácome aseguró sin pruebas que los audios provienen de un micrófono oculto en su despacho en la Alcaldía y no de una grabadora o un teléfono móvil de sus interlocutores o colaboradores, lo que anularía cualquier recorrido legal en una denuncia contra él, como la que el BNG presentó el miércoles por la mañana en la Fiscalía. Ese micro habría grabado, según afirmó sin aportar tampoco prueba alguna que documentase su afirmación, más de 60.000 minutos de conversaciones "privadas, con cosas personales, intimidades o de negocios". "Es un acto de espionaje muy grave", dijo.

El alcalde explicó que se enteró de la publicación de las grabaciones la noche del pasado viernes, cuando estaba en un concierto y un asesor le llamó para contárselo. "¡La madre que me parió! ¡Pusieron un micrófono en la Alcaldía!", fue su primera reacción. Luego, añadió que la última de las conversaciones publicadas por La Región había ocurrido hace sólo tres semanas, lo que supondría que el supuesto micrófono habría sido retirado en algún momento desde esa fecha. "También es culpa mía, porque aquí [en la Alcaldía] anda todo el mundo como Perico por su casa".

Tras su discurso inicial, que duró más de una hora, Jácome dio paso a varios periodistas que intentaron preguntarle sin éxito por el contenido de los audios. Les interrumpió y les rebatió constantemente, en su estilo, para evitar dar explicaciones sobre el mismo.

Lo único que respondió con claridad fue cuando le interrogaron sobre la posibilidad de repetir alianza con el PP y con Baltar tras el 28M, pese a la insinuación que acababa de hacer de que ese partido estaba detrás de la filtración de las grabaciones y de las "prácticas mafiosas" que denunciaba: "El diablo es malísimo, pero yo pactaré con el diablo si consigo el cielo para Ourense".