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Guerra en el PP Casado evita su característico tono bronco en su despedida de los duelos con Sánchez

La intervención del presidente del PP de este miércoles ha contrastado con el estilo empleado a lo largo de estos años, cargado de insultos, descalificativos y acusaciones a su principal adversario político, pero también al resto de representantes de otras formaciones.

El presidente del PP, Pablo Casado, recibe los aplausos de varios diputados de su partido tras su intervención y momentos antes de abandonar el hemiciclo durante la sesión de control al Gobierno.
El presidente del PP, Pablo Casado, recibe los aplausos de varios diputados de su partido tras su intervención y momentos antes de abandonar el hemiciclo durante la sesión de control al Gobierno. Chema Moya / EFE

"Rifirrafe entre Pedro Sánchez y Pablo Casado en la sesión de control al Gobierno". "Duro cara a cara entre el presidente del Ejecutivo y el líder de la oposición". "Casado eleva el tono contra Sánchez". Estos son algunos de los titulares más usuales que han definido los duelos entre ambos dirigentes vividos en el Congreso cada miércoles desde que el presidente del PP se estrenó en una sesión de control al Gobierno el 12 de septiembre de 2018 tras asumir el liderazgo del partido 

El característico tono bronco que ha acompañado a sus intervenciones desde la bancada de la oposición, lleno de insultos, descalificativos y acusaciones a su principal adversario político, especialmente a partir de la entrada de la irrupción de Vox en la Cámara Baja, ha contrastado con el que ha sido previsiblemente su último duelo con Sánchez en el hemiciclo ante su posible dimisión al frente de la formación conservadora.

A falta de que esa decisión se consume, y a la espera de saber quién asumirá el mando del PP y quién preguntará a partir de ahora a Sánchez cada miércoles, el todavía presidente del PP ha utilizado esta intervención para despedirse del Congreso, discurso solemne mediante, con un estilo alejado de exabruptos e insultos hacia el líder del Ejecutivo.

"En esta época tan difícil, al final de una terrible pandemia, nuestro deber es devolver la tranquilidad a los españoles, la esperanza a nuestras familias y la ilusión a los jóvenes" ha reflexionado Casado para después remachar su intervención en forma de alegato: "Entiendo la política desde la defensa de los más nobles principios y valores desde el respeto a los adversarios y la entrega a los compañeros, todo para servir a España y a la causa de la libertad. Este es el futuro de nuestros hijos y que debemos construir todos juntos".

"Desde la diferencia y la discrepancia", el presidente del Gobierno ha deseado a Casado "lo mejor en lo personal". Pero los buenos deseos han precedido la reprimenda al líder popular por la actitud mostrada a lo largo de estos dos años de legislatura, ya que se ha instalado en la "desclasificación constante", negando la propia "legitimidad del Gobierno".

Y es que, más allá de la dirección tomada por el partido desde que Casado asumiera las riendas y de su oposición al Gobierno de coalición, las sesiones de control al Ejecutivo en el Congreso han estado marcadas por las salidas de tono empleadas por el jefe de la oposición, unas formas comunicativas que distan de la cortesía parlamentaria, tal como han afeado en innumerables ocasiones los representantes parlamentarios de las diferentes fuerzas políticas.

"Manipulador", "incompetente", "cesarista", "incapaz", chapucero", "inepto", "okupa", "ilegítimo", "ególatra", "chovinista del poder"... han sido algunos de los descalificativos empleados por Casado para referirse a Sánchez en las sesiones de control al Gobierno en aras de criticar su gestión de la pandemia, decisiones políticas como los indultos o sus pactos con los partidos soberanistas de izquierdas, como ERC o EH Bildu.

Estos tensos cara a cara tuvieron uno de los momentos más álgidos a finales de 2021, a raíz del caso de la familia de Canet de Mar, cuando Casado parafraseó a Pedro Sánchez en unas declaraciones realizadas en 2015 y fuera de la sede de la soberanía para airear: "¿Qué coño tiene que pasar en España para que usted asuma alguna responsabilidad?", apostilló como líder de la oposición.

Pese a los insultos vertidos en sede parlamentaria (también fuera de ella), y no solo contra Sánchez, sino contra el resto de adversarios políticos y especialmente, los aliados del Ejecutivo, el portavoz de PNV, Aitor Esteban, celebró el tono del presidente del PP en la sesión plenaria de este miércoles. "La despedida de Casado está provocando en la sesión de hoy, por ahora, que la forma y el tono de los participantes al preguntar y contestar no tenga nada que ver con la tensión semanal a la que estábamos acostumbrados. Hay menos adjetivos calificativos. Por el momento", comentó en Twitter.

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