MADRID.- El representante de Democràcia i Llibertat, Francesc Homs, se ha despachado a gusto ante el jefe del Estado durante el encuentro que han mantenido ambos en Zarzuela con el que ha acabado el primer día de ronda de consultas del monarca con los dirigentes de formaciones políticas con representación parlamentaria antes de disolver la actual legislatura. Homs le ha reprochado al rey que "el sistema político español ha sido incapaz de conformar un Gobierno", ha dicho el portavoz de forma explícita a los periodistas.

Frente a esa situación, ha sostenido Homs ante el monarca, "el sistema político catalán, que éramos objeto de todo tipo de reproches, incluso los más inimaginables, logró hacer Govern. O sea, mientras nuestros contrincantes no lo han logrado, nosotros sí", ha recalcado el portavoz parlamentario de la formación soberanista catalana.

A estas reflexiones, ha explicado, Francesc Homs ha añadido que si no fuera por la agenda catalana "en estos momentos España tendría conformado un Gobierno. Esta realidad lo que pone de manifiesto es la incapacidad de la política española de gestionar situaciones de complejidad. Por lo tanto, ya haremos bien en Catalunya con darles solución por nosotros mismos".

Con cierto tono irónico, el portavoz de la formación soberanista ha insistido en que estas nuevas elecciones "van a ser una segunda vuelta, de forma que para los catalanes se nos abre un proceso nuevo". "España tiene Estado, pero no tiene proyecto; Catalunya, que no tiene Estado aunque lo queremos, tiene un proyecto político muy definido", ha sentenciado Homs.

Además, ha criticado el hecho de que durante todo este tiempo, desde las pasadas elecciones generales del 20 de diciembre, "haya habido un inmovilismo por parte de la sociedad civil española. Eso resulta sorprendente a nuestro parecer porque nosotros, en Catalunya, sí tuvimos ciertas presiones para que se lograra conformar un Govern por parte de distintas instancias de la sociedad civil".

Homs ha comentado a los periodistas que le ha entregado al rey un documento en el que se demuestra que la situación política española actual ─convocar nuevas elecciones en seis meses tras fracasar el intento de lograr investir un Gobierno─ no tiene precedentes en los países de la Unión Europea desde el fin de la II Guerra Mundial. "En el caso de Bélgica estuvieron más de 500 días sin Gobierno, pero al final lo hicieron, no tuvieron que convocar nuevas elecciones", ha dicho respecto uno de los casos más comentados en estas semanas.