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Hospital de pandemias La Comunidad de Madrid pone trabas a los sindicatos para acceder al Zendal

Las organizaciones de trabajadores vienen solicitando poder entrar al hospital de pandemias desde que comenzaron las denuncias por el estado de las instalaciones y las condiciones tanto de los pacientes como de los empleados.

Vista del interior del Hospital Enfermera Isabel Zendal.
Vista del interior del Hospital Enfermera Isabel Zendal. EFE

Los sindicatos siguen sin poder acceder a las instalaciones del Hospital de Emergencias Isabel Zendal. Las organizaciones llevan solicitando poder entrar al complejo desde que comenzaron las denuncias por las pésimas condiciones del recinto, sin embargo, todavía no han podido hacerlo. 

Público se ha puesto en contacto con las organizaciones de trabajadores para obtener información a cerca de los supuestos sabotajes que se están llevando a cabo en el Zendal según la Comunidad de Madrid y que la Administración denunciará ante la Policía. Sin embargo, ninguno de los sindicatos consultados ha podido confirmar que exista este presunto boicot, ya que sus representantes no han podido acceder todavía a las instalaciones. 

Fuentes de Comisiones Obreras (CCOO) señalan que no les consta que se hayan producido estos desperfectos provocados puesto que la organización no cuenta con ningún delegado sindical en el centro. Según ha publicado el diario El Mundo, la presunta conspiración se estaría llevando a cabo malbaratando los sistemas mediante la rotura de puertas e interruptores y la desconexión y corte de cables y de sistemas de ventilación.

Al sindicato Unión General de Trabajadores (UGT) le parece que el verdadero boicot se está jugando en contra de los profesionales sanitarios. Para UGT es "intolerable que se deje en el aire que los trabajadores tienen algo que ver" con este presunto complot. 

"Todo lo que ha habido hasta ahora han sido dificultades para que podamos ejercer nuestra labor", lamenta UGT

Además, UGT también denuncia que por el momento, sus representantes no ha podido acceder al recinto, aunque auguran poder hacerlo pronto: "Hemos llegado a un acuerdo en los últimos días para poder ejercer nuestras funciones de defensa de los trabajadores y de vigilancia mediante un delegado sindical, pero todavía no hemos podido empezar", señalan fuentes del sindicato. "Todo lo que ha habido hasta ahora han sido dificultades para que podamos ejercer nuestra labor", lamentan. 

Por su parte, a las profesionales con las que ha podido contactar el Sindicato de Enfermería (Satse) "no les constan" los sabotajes. Aunque inciden en que esta tampoco puede ser una prueba irrefutable de lo que está pasando dentro del Zendal, si no el testimonio de varias enfermeras, ya que la organización tampoco ha accedido al Hospital de Emergencias de Valdebebas. 

La Asociación de Médicos y Titulados Superiores de Madrid (Amyts) también ha señalado a este medio que ninguno de sus representantes ha accedido por el momento al hospital. Además, afean a la Consejería de Sanidad del Ejecutivo de Ayuso que pretendiese hasta la semana pasada permitir la entrada al recinto sólo con previo aviso a la dirección del centro, según informaron la semana pasada. "Serían visitas guiadas y no una labor sindical", critican.

Un hospital bajo sospecha

Desde que se anunció su construcción, todo lo que ha girado en torno al hospital de pandemias ha sido polémico. En un primer momento, la Comunidad de Madrid explicó que estaría listo el 31 de octubre. No estuvo terminado a tiempo y las prisas de las empresas por entregar el hospital en el plazo marcado por el Gobierno regional acabaron con la vida de un trabajador.

Durante estos meses también se han acumulado en Inspección de Trabajo varias denuncias por inseguridad laboral, incumplimiento del convenio y exceso de horas. Los sanitarios han organizado varias protestas contra la apertura del complejo hospitalario, una de ellas el mismo día de su inauguración, en la que afearon a la presidenta de la Comunidad de Madrid su "acto de propaganda". A esta le siguieron las concentraciones contra los traslados forzosos, que se siguen llevando a cabo a día de hoy bajo amenazas.

Además de estas cuestiones, el hospital solo atiende a pacientes que son candidatos a recibir cuidados paliativos o a aquellos de bajo riesgo, pero no a enfermos críticos que puedan precisar de UCI, ya que estos son traslados a otros centros. Y es que el Zendal no tiene quirófanos y tampoco cámaras mortuorias, como desveló Público en exclusiva.

El gasto en las obras del Isabel Zendal ronda los 135 millones, casi el triple de lo presupuestado inicialmente y las empresas privadas se siguen adjudicando contratos millonarios. Y es que Ayuso ya ha repartido a dedo casi cinco millones en contratos a Ferrovial y otras tres corporaciones.

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