El vicepresidente segundo del Gobierno y líder de Podemos, Pablo Iglesias ha propuesto este miércoles el desarrollo de un "acuerdo europeo frente a la extrema derecha", y "en defensa de la democracia".

Así, Iglesias ha explicado que este pacto se articularía sobre dos ejes: por un lado, la protección de los derechos sociales y del cuarto pilar del estado del bienestar, y por otro la aplicación de políticas feministas. "El feminismo es el principal enemigo de la extrema derecha reaccionaria", sostenía Iglesias, el equivalente a lo que en su día significó el movimiento obrero. "Europa será feminista o no será", decía para cerrar.

El líder de Unidas Podemos ha participado este miércoles en el acto "Reaccionarismo y fascismo en el Siglo XXI", en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la Universidad Complutense de Madrid. Ha sido la primera ocasión en la que Iglesias ha visitado el que fuera su centro de trabajo como profesor universitario desde que accedió a la Vicepresidencia.

El evento, en el que también ha participado Álvaro García Linera, exvicepresidente de Bolivia, ha llenado el salón de actos de la facultad. De hecho, decenas de estudiantes lo han seguido de pie, al fondo de esta sala. Otros tantos no han podido entrar, y unos pocos lo han seguido desde una de las puertas del auditorio.

Con todo, el acto se ha visto interrumpido durante unos minutos por una protesta contra el líder de Podemos. Iglesias ha escuchado las reivindicaciones de los jóvenes identificados como miembros de "Frente Obrero", pero estos han optado por volver a interrumpirle cuando les daba réplica, y han abandonado el recinto.

"Resurge el neofascismo cuando los proyectos de izquierdas abandonan su razón de ser"

En otro orden de cosas, el exvicepresidente bolivano ha argumentado que, en las sociedades europeas, "hay un resurgimiento del neofascismo" cuando "los proyectos de izquierdas abandonan su razón de ser", cuando "dejan de preocuparse por los pobres, los humildes y los trabajadores". En definitiva, cuando dejan de apelar a la clase obrera.

Así, ha advertido de que este va a ser un problema que tocará "enfrentar permanentemente", y que las formaciones de ultraderecha pueden "usar las elecciones o la violencia" para "imponer su criterio. Las "vacunas", decía, son "una mayor movilización social", una mayor "movilidad social", y la capacidad de los partidos de izquierdas de promover el debate para "impedir las salidas ilusorias" que plantea la ultraderecha.