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Illa recogerá el testigo de Iceta al frente del PSC en un congreso continuista diseñado para preparar el asalto al Govern

Los socialistas catalanes reorganizan la dirección con la llegada de Illa a la primera secretaría del partido. Iceta ocupará la presidencia y la alcaldesa de l’Hospitalet de Llobregat, Núria Marín, la vicepresidencia. Pedro Sánchez cerrará este domingo el proceso congresual extraordinario que se celebrará el fin de semana.

Salvador Illa y Miquel Iceta en una fotografía de archivo de diciembre de 2020.
Salvador Illa y Miquel Iceta en una fotografía de archivo de diciembre de 2020. David Zorrakino / EUROPA PRESS

El PSC celebra este fin de semana su congreso extraordinario en Barcelona en una reunión del máximo órgano de dirección del partido convocado y diseñado para oficializar el relevo del liderazgo que ya de facto se ha impuesto desde que Salvador Illa substituyó a Miquel Iceta al frente de la candidatura de los socialistas en las elecciones al Parlament de febrero pasado. Un congreso en el cual el PSC reorganizará su dirección, pero que mantiene un aroma de continuidad ya que no hay grandes sorpresas en los principales cargos orgánicos ni se prevé aprobar ninguna reformulación estratégica.

El PSC llega a este congreso después de ganar las elecciones del 14 de febrero en Catalunya, pero con un empate técnico con ERC y sin poder haber conseguido ni la presidencia de la Generalitat ni formar parte del Govern, lo que ha situado a Illa como jefe de la oposición en el Parlament. Con esta base, los socialistas han decidido mantener fijo el rumbo estratégico que supuso abandonar la defensa del referéndum de autodeterminación acordado y apostar por el pragmatismo ideológico. Unos ejes que les llevó de ser el cuarto grupo del Parlament al primero.

Los socialistas catalanes han diseñado una nueva dirección que refuerce a Illa para intentar postularse como única alternativa para arrebatar la Generalitat al independentismo, con un explícito título para el congreso extraordinario del partido: "Governar Catalunya". Y además con la mirada puesta en las municipales de 2023, donde el PSC pretende reforzar su predominio en el área metropolitana de Barcelona, y recuperar parte del terreno perdido los últimos años, empezando por Barcelona y continuando por otras capitales como Tarragona o Lleida.

Pedro Sánchez, Francina Armengol y Ximo Puig

El congreso del PSC tendrá como escenario el Centro de Convenciones Internacionales de Barcelona y contará el domingo con la presencia del presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, que bendecirá los cambios en el acto de clausura. Los socialistas catalanes también contarán con la presencia de la presidenta y el president de las Illes Balears y del País Valencià, Francina Armengol y Ximo Puig, respectivamente. Ambos presidentes autonómicos intervendrán en un acto el sábado a las siete de la tarde para debatir sobre el modelo territorial de los socialistas, en el que también participará la ministra de Transportes y Movilidad, la catalana Raquel Sánchez, que hasta hace unos meses era la alcaldesa de Gavà.

Una hora antes, habrán intervenido los secretarios generales de UGT y CCOO de Catalunya, Camil Ros y Javier Pacheco, para hablar sobre el compromiso social del PSC. El discurso de Salvador Illa cerrará la jornada del sábado, mientras que Pedro Sánchez cerrará el congreso el domingo al mediodía junto a quien hasta hace un año era el ministro de Sanidad de su gobierno.

Marín pierde peso con la imputación judicial a cuestas

Respecto a algunos nombres clave que dirigirán a partir de ahora el PSC con Illa, poco a poco se han ido desgranando los nombres de la reformada nueva ejecutiva socialista, que será elegida oficialmente este domingo, cuando reciba el previsible aval de la militancia en uno de los últimos actos del fin de semana congresual. Precisamente está siendo Salvador Illa, que será entronizado en el cónclave como primer secretario, quien está detallando a las personas que le acompañarán en la cúpula de la formación. Primero avanzó que el hasta ahora primer secretario, Miquel Iceta, se convertirá en el nuevo presidente del partido. Éste era un cargo que hasta ahora ocupaba la todopoderosa alcaldesa de L'Hospitalet de Llobregat y presidenta de la Diputació de Barcelona, Núria Marín, que pierde peso a pesar de tener la alcaldía más importante de los socialistas, la segunda ciudad de Catalunya.

Sin duda la recolocación de Iceta en la estructura del partido, pero también el hecho de que Marín esté investigada por una presunta corrupción en el caso del Consell Esportiu (organismo deportivo local) de su ciudad, está entre las motivaciones que haya sido relegada a la vicepresidencia del partido. Aunque Illa ha desoído los consejos de retirar a Marín de la dirección -que apuntan algunas fuentes del PSC-, para escenificar el apoyo del partido, ya que continúa siendo la principal baronesa territorial de los socialistas catalanes.

Parlon continúa y pocas sorpresas

Illa propondrá también a Èlia Tortolero como nueva portavoz del PSC. Tortolero, de 33 años, fue senadora en el 2019 -iba de número 2 en la lista encabezada por Manuel Cruz- y ahora es teniente de alcaldía en Sant Joan de Vilatorrada (comarca barcelonesa del Bages). Para la secretaría de Economía y Hacienda, Illa apuesta por la continuidad de Francesc Trillas y de Raúl Blanco en la de Industria, Energía y Transición Digital. También incorporará a la ejecutiva al secretario de la Mesa del Parlament, Ferran Pedret, creando una nueva área para él, la de Mejora del Autogobierno. La alcaldesa de Santa Coloma de Gramenet, Núria Parlon, seguirá en la ejecutiva pero ahora haciéndose cargo de la secretaría de Políticas de Seguridad. "Catalunya debe avanzar en dos ámbitos esenciales: el autogobierno y la seguridad", ha dicho Illa al anunciar las últimas propuestas este viernes.

La gran incógnita, la secretaría de Organización

El resto de nombres de la ejecutiva son todavía una incógnita. Será el sábado a partir de las ocho de la tarde -hora en la que se hará la proclamación del primer secretario- cuando Illa podrá hacer la propuesta de la nueva ejecutiva y estos nombres se harán públicos para que las bases del congreso los puedan votar al día siguiente. La principal incógnita es evidentemente quién ocupará la estratégica secretaría de organización.

El hecho de que esta figura deba ser una persona de la máxima confianza del primer secretario apunta a dos nombres que forman parte de la guardia pretoriana política de Illa: Joaquín Fernández, su mano derecha en la organización, y José Luis Jimeno, secretario de coordinación territorial. Aunque dirigentes del PSC buenos conocedores del nuevo primer secretario aseguran que, sea quien sea el elegido, Illa continuará llevando con mano de hierro la organización del partido. No en vano ha sido –y continua siendo hasta el domingo- el férreo secretario de organización del PSC que ha tirado del partido en una de las épocas más difíciles para los socialistas catalanes en plena crisis política por el Procés.

Otra incógnita importante es el de la viceprimera secretaría, en manos ahora de Eva Granados. También para cumplir con la paridad fijada en los estatutos del partido y ante la previsión de que el secretario de organización sea un hombre, se apunta la posibilidad de crear diferentes viceprimeras secretarías, donde suenan nombres de mujeres como los de Alícia Romero, que ha ganado peso como portavoz en el Parlament, o el de la diputada en el Congreso Sonia Guerra.

Así pues el PSC inicia una nueva etapa que no será muy diferente de la anterior y que tiene en el relevo de Salvador Illa por Miquel Iceta dos caras de la misma moneda, pero eso sí con perfiles y matices personales y políticos diferentes.

Salvador Illa

Aunque su ascenso formal a la primera secretaría del PSC se formalizará en el congreso del fin de semana, ya hace un año que Salvador Illa (La Roca del Vallès, 1966) dirige la formación. En concreto, desde que el 30 de diciembre del pasado año se anunció por sorpresa que pasaba a ser el candidato del partido para las elecciones al Parlament, en sustitución de Miquel Iceta. La proyección mediática que había conseguido como el ministro de Sanidad encargado de gestionar la primera etapa de la pandemia hizo pensar a la formación que podría mejorar los resultados de Iceta y, de hecho, los socialistas catalanes lograron ser la fuerza más votada en los comicios del 14 de febrero, igualando a ERC con 33 escaños.

Enorme conocedor de las interioridades del PSC, Illa ha sido concejal y alcalde (1995-2005) de su pueblo, la Roca del Vallès, para después pasar por la Generalitat como director general de Gestión de Infraestructuras del Departament de Justícia durante el segundo tripartito y por el Ayuntamiento de Barcelona, donde fue coordinador del grupo municipal del partido -entonces en la oposición- entre 2011 y 2016. Este último año, sin embargo, se convierte en el secretario de Organización del PSC, cargo desde el que se convirtió en su negociador por excelencia y en la mano derecha de Miquel Iceta, para finalmente ser nombrado ministro de Sanidad en enero de 2020. Dos meses después, estallaría la pandemia, la peor crisis sanitaria de las últimas décadas, lo que acabaría dando al ministro una proyección mediática impensable pocas semanas atrás y, de rebote, le catapultaría hacia el liderazgo de los socialistas catalanes.

Miquel Iceta

Por su parte Miquel Iceta (Barcelona, 1960) lo ha sido prácticamente todo en el PSC. Comenzó como concejal en el Ayuntamiento de Cornellà, en el área metropolitana de Barcelona. El feudo socialista durante años del Baix Llobregat. Ha desarrollado todo tipo de cargos, desde los Gobiernos de Felipe González formando parte de su gabinete. Ha sido fontanero de lujo del partido, por ejemplo, como arquitecto entre vestuarios de los tripartitos del Govern, hasta que finalmente alcanzó la dirección del PSC como primer secretario, cargo que ha ocupado siete años después de la defenestración de su antecesor, Pere Navarro, que cayó fruto de la disensiones internas del partido entorno al Procés. Iceta ha llevado el timón en una de las etapas más difíciles del partido, pero consiguió frenar la debacle que la demoscopia auguraba al PSC en pleno Procés con fugas de votos hacia Ciudadanos, Esquerra y los Comuns.

Pero el desgaste que proyectaba su larga trayectoria aconsejó la retirada de Catalunya que primero intentó como presidente del Senado, operación frustrada después de que el Parlament le cerrara el paso, con los votos en contra de ERC, una espina que lleva clavada. Finalmente, su salida de Catalunya se precipitó poco antes de las elecciones de febrero, renunciando a ser el candidato para ocupar una silla en el Consejo de Ministros de Pedro Sánchez, primero en Política Territorial y Función Pública, y en la actualidad como ministro de Cultura y Deportes. Una decisión que quizás tomó para hacer realidad la frase que pronunció para resumir su estrategia para el Partit dels Socialistes de Catalunya: "Más PSOE en Catalunya y más PSC en Madrid".

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