El informe de los Mossos al Supremo reconoce "errores en el dispositivo" para detener a Puigdemont
El cuerpo policial sostiene que los responsables del Parlament no les facilitaron inspeccionar la Cámara catalana la víspera de la investidura para comprobar si el expresident pudo acceder previamente al edificio.
Madrid-Actualizado a
El informe que los Mossos d'Esquadra han entregado al juez instructor del procés y magistrado del Tribunal Supremo, Pablo Llarena, reconoce que hubo "errores en el dispositivo" para detener al expresident de la Generalitat, Carles Puigdemont. El texto, además, hace autocrítica "sobre los elementos que determinaron su fracaso desde un aspecto técnico policial".
Una de las causas que motivaron, tal y como han aseverado, el fallo en el arresto del expresident, fue la "maniobra de distracción" que Puigdemont llevó a cabo durante su fuga y la cual escapa, a su juicio, "de toda lógica racional o política". Así, su estrategia para zafarse de las autoridades policiales les sumió, declaran, en una situación de "confusión" e "incertidumbre" que impidió detenerle.
Además, el Ministerio del Interior comunicó a Llarena que en los dispositivos de control establecidos por la Policía Nacional y la Guardia Civil en la frontera con Francia "no se detectó en momento alguno" a Puigdemont. Desde este departamento aseguran que el Estado ofreció la ayuda de sus cuerpos de seguridad en la operación Jaula, pero los Mossos la rechazaron.
Asimismo, los Mossos reconocen que "en ningún momento" se valoró como "posible o probable" que Puigdemont pudiera regresar a Catalunya sin tener "la determinación de acceder al Parlament", talay como había anunciado. Por tanto, "no se contempló como una posibilidad" que regresara a España "para después huir". En ningún momento se plantearon el escenario de un retorno del expresident que no acabara asociado con una "detención policial", alegan en el informe.
Otro de los factores que, según apuntan en el documento, habría propiciado la huida del líder de Junts, fue la "rapidez" con la que sucedieron los hechos, ante unas 4.500 personas y con una "perfecta sincronización". Esta forma de recorrer rápidamente Barcelona habría funcionado a la perfección de cara a "distraer la atención policial", aseguran. A ello se suma que, pese a que los Mossos desplegaron ese día a 600 efectivos y a que movilizaron a drones, "únicamente un policía" observó a Puigdemont huir en un vehículo tras pronunciar un discurso en el Parc de la Ciutadella.
El informe acusa al Parlament de dificultar la búsqueda
Los Mossos apuntan igualmente que los responsables del Parlament, presidido por Josep Rull (Junts), no les facilitaron inspeccionar la Cámara catalana la víspera del pleno de investidura para comprobar si el expresidente había podido acceder previamente al edificio. En el texto se resalta que los responsables del Parlament alegaron que no se podían hacer las inspecciones requeridas porque "no había personal laboral adecuado" en la cámara catalana.
La Policía catalana explica que Rull aseguró que impediría la detención de Puigdemont dentro del edificio y que le permitiría ejercer sus derechos como diputado. Así, los Mossos barajaron la opción de organizar una operación, "con la ayuda y complicidad" del personal del Parlament. Esta contaría, creían, "con la autorización" del propio Rull para permitir el acceso de Puigdemont en el interior del edificio.
El citado documento se deriva de la petición del juez, que pidió a los Mossos y al Ministerio del Interior que informaran sobre el dispositivo policial desplegado por el cuerpo de seguridad catalán en Barcelona, el 8 de agosto, cuando Puigdemont regresó a Catalunya con motivo de la investidura del candidato del PSC, Salvador Illa. El dispositivo tenía como objetivo la captura del expresident, sobre el que pesa una orden de detención del Supremo.
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