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Inicio de campaña Iglesias espera mejorar sus resultados para cortarle las alas a Sánchez y a las derechas

Unidas Podemos afronta esta campaña en mejores condiciones que el 28-A. Están seguros de que entonces tocaron su suelo electoral, cada vez les preocupa menos el 'efecto Errejón' y confían en ser la tercera más fuerza más votada.

El secretario general de Podemos y candidato de Unidas Podemos a la Presidencia, Pablo Iglesias, durante un mitin. - EFE

Pablo Iglesias ve cada vez más posible un pacto entre el PSOE y el PP tras el 10-N. Cuando salió la sentencia del 'procés' ya alertó de que Pedro Sánchez utiliza Catalunya para acercarse a las derechas y aplicar políticas de recortes en la recesión económica. Es el "plan" que asegura que tienen el viejo bipartidismo y las élites económicas. Por este motivo pide en cada mitin el voto para Unidas Podemos: para tener más fuerza que en las pasadas elecciones y que los socialistas se vean obligados a tener que buscar el acuerdo por la izquierda. La política y la formación del Gobierno, como recuerda, es cuestión de aritmética.

En abril las encuestas vaticinaron un descalabro electoral para Unidas Podemos. Una campaña con la Constitución Española en la mano y un Iglesias mucho más moderado de lo esperado en los debates electorales evitaron el desastre. Ahora los sondeos dicen que podrían mantener sus resultados y en Podemos defienden que siempre sacan mejores resultados de los que dicen las encuestas

Hay escaños en juego. La aparición de Más País les puede jugar una mala pasada en algunas provincias como Málaga, Cádiz, Sevilla, Murcia o Bizkaia. Pero, como mucho, calculan que podrían perder cinco escaños que podrían contrarrestar con más diputados en Barcelona, A Coruña y alguno más de la denominada España vacía. El 'efecto Errejón' cada vez les preocupa menos.

De hecho, la preocupación entre el grupo confederal gira en torno al marco de la campaña. Los dirigentes del partido morado y de sus aliados intentan ante todas las elecciones poner el foco en los problemas sociales y la forma de afrontarlos. Pero, como dice Iglesias, Catalunya y la momia de Franco llenan las tertulias políticas y los portadas de los periódicos. Y que Catalunya ocupe la agenda mediática es un problema que ya les ha pasado factura en varias ocasiones. 

Aún así no desisten a este intento de girar el tono de la campaña. Pablo Iglesias e Irene Montero están teniendo un perfil mucho más destacado en las redes sociales,  el nuevo campo de batalla de los partidos. Podemos aquí tiene las de ganar porque entre los grandes partidos — PP, PSOE y Ciudadanos — son los que mejores se manejan. El candidato a la Presidencia del Gobierno ya ha realizado su segunda entrevista con el youtuber José Climent (Fortfast) y a Montero la entrevistaron este miércoles las youtubers feministas DeVermut y con HolaJulen en el Congreso. Además, aumentan sus interacciones por Instagram y por Twitter.

El objetivo es llegar a un público joven que está más alejado de los medios convencionales. Y, según explican desde el equipo de campaña, van a seguir con esta estrategia con los spot electorales y las campañas por las redes sociales. La mayoría de mítines serán pequeños pero aumentan su apuesta para el cierre en el que contarán con las actuaciones de Kiko Veneno y el grupo sevillano de funk-rock O'Funkillo. Iglesias, además, está aumentando sus entrevistas ya que su equipo sostiene que es la forma en la que llega a más gente. De hecho, durante el acto de inicio de campaña no estuvo presente porque daba una entrevista en El Hormiguero.

Eso sí, durante este acto marcaron el claro mensaje de los próximos días: "El viejo bipartidismo y los poderes económicos centran todos sus esfuerzos en acabar con nuestras esperanzas, pero hay que decirles que nosotras no nos vamos a rendir. Sabemos que las cosas importantes nunca salen a la primera y ahora hay otra oportunidad. Hagamos que su plan les salga mal y tengamos un gobierno progresista", sostuvo Montero. 

El futuro del espacio del cambió también está en juego

Así, Podemos y sus confluencias intentarán mejorar sus resultados. Son conscientes de la importancia de estas elecciones: buena parte del electorado de izquierdas se encuentra hastiado tras las negociaciones fallidas para la investidura mientras que las derechas se encuentran ante una segunda oportunidad en mejores condiciones. Podemos pone grandes esfuerzos en explicar que Sánchez en realidad nunca quiso un Ejecutivo con ellos y que la coalición es habitual en Europa y la única forma de evitar que los socialistas pacten con la derechas las reformas laborales y económicas.

Pese a esto, es difícil ganar el relato frente al PSOE en la Moncloa y se juegan mucho. El ciclo electoral quemó al espacio del cambio y la ruptura de Errejón hizo mella. Tras el 10-N y cuando se forme Gobierno se tendrá que reconstruir este espacio: la actuación que tuvieron entonces durante la investidura y el liderazgo de Iglesias y Podemos dependen de sus últimos resultados.

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