MADRID.- La Subdirección General de Asilo y Refugio del Gobierno ya está ocupada oficialmente por Cristina Sosa Erdozain, según ha podido saber Público tras conocer una precipitada resolución del Ministerio del Interior que se publicará de forma inminente en el BOE.

El departamento que dirige Jorge Fernández Díaz ha cumplido este trámite a la semana siguiente de que este diario informara sobre una extraña convocatoria aparecida en el BOE en julio y que coincidía en el tiempo con las primeras señales de alarma de la crisis de refugiados. Una convocatoria que, precisamente, ofrecía el puesto de subdirector de Asilo y Refugio, entre cuyas competencias están cubrir las necesidades más urgentes de los asilados, resolver sus trámites administrativos o representar al Gobierno de España en foros y organismos internacionales como la ONU.

La plaza de subdirector general de Asilo ha sido adjudicada a Cristina Sosa, que ocupaba el puesto desde abril sin haberse realizado los trámites mínimos que exige la normativa

La adjudicación ha recaído finalmente sobre la funcionaria que lleva ocupando el puesto sin haberse realizado los trámites que exige la normativa, aunque se trate de un cargo de libre designación, esto es: convocatoria para cubrir la vacante por el cese del anterior subdirector, Joaquín Támara (se fue a mediados de abril y la convocatoria se publicó en julio), presentación de candidatos/as (los hubo pero el puesto tenía bicho, lo que a decir coloquial en la Administración supone que estaba adjudicado previamente) y, al cabo de dos meses de presentarse los candidatos, cubrir la vacante.

En este caso, sin embargo, se trataba de una falsa vacante, pues como informó este diario la semana pasada, Cristina Sosa (hoy subdirectora de Asilo y Refugio con papeles) figuraba como tal en la web del Ministerio del Interior desde abril y sin haberse cumplido los trámites administrativos para su designación. Público intentó recabar la versión y explicación de Interior e, incluso, de la propia Sosa, recibiendo el silencio por respuesta en el primer caso y siendo remitido a prensa del departamento en el segundo, que siguió callando.