El Partido Popular votará en contra de la investidura de Pedro Sánchez "hasta el final", incluso si ello conlleva la convocatoria de unas terceras elecciones para formar gobierno, según han detallado fuentes de la dirección del PP este viernes. De hecho, las citadas fuentes consideran que el PP "mejoraría sus resultados" si estos nuevos comicios se celebran, a pesar de que es una situación "indeseada" porque provocaría más "desafección" entre la clase política y la ciudadanía.

"Sánchez es incompatible con el apoyo del PP", señalan. Consideran que si el presidente del Ejecutivo en funciones llegase a un acuerdo con Pablo Casado para la investidura -que también se traduciría en un compromiso para la estabilidad de la legislatura-, el líder de los 'populares' se convertiría en un "vicepresidente cesable" por parte del socialista, y que éste pactaría automáticamente con Unidas Podemos y sus socios de la moción de censura, a los que considera los "aliados naturales" del PSOE, desde los tiempos de Izquierda Unida.

En el PP no han sentado bien las palabras del exministro de Exteriores, Josep Borrell, apelando a la responsabilidad del PP para que la investidura salga adelante y marcando distancia con Esquerra Republicana, formación a la que necesitan si el PP mantiene su negativa y Ciudadanos también. Las citadas fuentes consideran que, tal y como está actuando el líder socialista, "parece que no tiene un 'plan B' alternativo" al Ejecutivo que quiere conformar con Unidas Podemos y que, ni si quiera, ha contactado con Pablo Casado desde la celebración de las elecciones.

Una de las principales críticas de los conservadores al socialista es que éste "cree en la plurinacionalidad", cuestión que no es compartida por el PP. "¿A ese Sánchez le vas a hacer presidente?Evidentemente no". Sin embargo, también destacan que el presidente en funciones les encontrará "en las cosas de verdad, las cuestiones de Estado", si así lo precisa, citando como ejemplo la reciente votación en la Diputación Permanente contra la república digital catalana.

Por último señalan que el plan de Sánchez es "totalmente suicida", ya que "no hay nada que el PSOE pueda ofrecer a ERC que le sirva a Gabriel Rufián para sacar pecho en Catalunya y evitar que les acusen de traidores por ceder ante el Gobierno estatal:"JxCat se los comerían vivos en unas elecciones". "Hay una guerra entre Puidemont y Junqueras de cara a las elecciones autonómicas. ¿El PSOE puede decir algo o dar algo que sea suficiente para que Rufián diga le he doblado el brazo?", se preguntan.