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Israel Gantz lucha para formar una coalición, con o sin Netanyahu

Este lunes se abrió una nueva legislatura en Israel. La distribución de los escaños en la Kneset revela un país profundamente dividido. En cualquier caso, Benny Gantz ha recibido el encargo de formar gobierno y dispone de 28 días para conseguirlo. Gantz está negociando paralelamente con Benjamín Netanyahu y con la oposición.

Campaña electoral. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y Benny Gantz, líder del partido Azul y Blanco./Reuters
Campaña electoral. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y Benny Gantz, líder del partido Azul y Blanco./Reuters

EUGENIO GARCÍA GASCÓN

El líder de Azul y Blanco, Benny Gantz, inició el lunes consultas con la intención de formar una coalición alternativa a la del primer ministro Benjamín Netanyahu, una labor que parece muy difícil de lograr, si no imposible. Para ello cuenta con un plazo de 28 días que podría extenderse otros 14 días si así lo considera el presidente Reuven Rivlin.

El domingo 61 diputados recomendaron a Reuvlin que encargara la formación del gobierno a Gantz, mientras que 58 diputados recomendaron a Netanyahu. Una diputada, Orli Levi-Abekasis, que había concurrido con la lista progresista de centro izquierda, dijo que no recomendaba a ninguno de los dos candidatos puesto que Gantz está dispuesto a pactar con la Lista Árabe.

Gantz pidió reunirse con los partidos que están en la coalición de Netanyahu, pero los ultraortodoxos Shas y Judaísmo del Pentateuco le dieron con la puerta en las narices. Otro partido de extrema derecha nacionalista, Yamina, al que pertenece el ministro de Defensa Naftalí Bennett, respondió de la misma manera y agregó que solo se sentaría si Gantz renunciaba a pactar con los "terroristas" de la Lista Árabe.

Pero el líder de Shas, Aryeh Deri, reconoció anoche que se había reunido con Gabi Ashkenazi, uno de los cuatro líderes de Azul y Blanco, con vistas a formar una gran coalición, otra muestra de que los dos bloques están tratando por todos los medios de arrimar el ascua a su sardina, y no le hacen asco a romper el bloque contrario.

Benny Gantz,  exjefe de las fuerzas armadas israelíes y jefe del partido Israel Resilience durante un acto de campaña. / REUTERS - AMIR COHEN
Benny Gantz, exjefe de las fuerzas armadas israelíes y jefe del partido Israel Resilience durante un acto de campaña. / REUTERS - AMIR COHEN

En una reunión que el domingo por la noche celebraron Gantz y Netanyahu con el presidente Rivlin, los dos líderes se comprometieron a seguir negociando en los próximos días, y el mismo lunes por la mañana ya hubo contactos directos entre Azul y Blanco y el Likud. El hecho de que Yamina y los partidos ultraortodoxos dijeran no a Gantz sugiere que el bloque de extrema derecha seguirá siendo fiel a Netanyahu, pero al mismo tiempo Netanyahu está negociando con Gantz.

En estas circunstancias, y pendientes de cualquier cambio imprevisto que pueda ocurrir, lo más probable es que Gantz se vuelque por el otro lado en el objetivo de obtener una coalición con los partidos que lo recomendaron a Rivlin, y que necesariamente incluyen los 15 diputados de la Lista Árabe y los 7 diputados de Israel es Nuestra Casa, dos grupos que son como el agua y el aceite y cuyos programas no pueden estar más alejados.

Otra posibilidad es que Netanyahu espere a que las negociaciones de Gantz con la oposición colapsen o, a entrar en el juego con discordias en el caso hipotético de que prosperen. En cualquier caso, existen indicios suficientes para pensar que, si no obtiene lo que desea, Netanyahu está interesado en unas cuartas elecciones que podrían darle los 61 diputados que precisa para que la Kneset lo libre del juicio por corrupción que tenía que haber comenzado este martes pero que de una manera turbia ha logrado aplazar hasta el 24 de mayo.

Gantz condenó "los duros llamamientos y los intentos ilegítimos del primer ministro (Netanyahu) para eludir la justicia"

Al recibir el encargo del presidente, Gantz dijo que espera formar una coalición en cuestión de días. "Ciudadanos de Israel, estos no son días corrientes. El periodo en que nos encontramos es diferente a cualquier otra época. Israel se halla en medio de una crisis profunda (…) En estos días los líderes han de dejar de lado las consideraciones personales. Haré todo lo posible para establecer un gobierno nacional, patriótico y amplio en el periodo de tiempo más corto".

Habló de un gobierno que represente a partidos de derecha e izquierda, y a todos los ciudadanos de Israel, en referencia a los árabes. "Solo los líderes del estado y la nación pueden derrotar el virus del odio y el cisma" que impera en Israel, una situación que se agrava día a día y es más peligrosa que el virus corona. "El pueblo israelí está harto de división, odio e incertidumbres", dijo, para añadir que "nunca habrá una guerra civil aquí".

Gantz condenó "los duros llamamientos y los intentos ilegítimos del primer ministro (Netanyahu) para eludir la justicia", en referencia a la decisión que se anunció a la una de la madrugada del domingo de aplazar su juicio por corrupción. A continuación llamó a los líderes israelíes, "incluido Netanyahu", para que abandonen las armas del odio, acepten la unidad y vuelvan a conectar con los ciudadanos de manera que gane la esperanza.

Dentro del complejo panorama que tiene ante sí, Gantz podría optar por lograr una coalición que se aguantara con alfileres hasta aprobar una ley que impidiera a Netanyahu presentarse en las próximas elecciones debido a su imputación por corrupción. Es evidente que Netanyahu va a intentar por todos los medios a su disposición, incluidas ofertas a posibles tránsfugas, desbaratar cualquier iniciativa en esa dirección.

El presidente de Kneset, Yuli Edelstein, del Likud, se niega a aceptar una iniciativa de la oposición para elegir a un nuevo presidente de la Cámara. Edelstein en los últimos meses ha dificultado en la medida de sus posibilidades la imputación de Netanyahu. Azul y Blanco ha amenazado con recurrir al Tribunal Supremo para echar a Edelstein.

Otra cosa que hizo el lunes por la tarde Azul y Blanco, inmediatamente después del juramento de los nuevos diputados, fue presentar sendas iniciativas legislativas que limitarían a dos los mandatos del primer ministro y que destituirían al primer ministro o a cualquier ministro si son imputados.

Netanyahu ha insistido en los últimos días en que es preciso establecer un "gobierno de emergencia" para hacer frente a la crisis del coronavirus y que esto es la urgencia suprema. Pero sus apariciones diarias en televisión en horas de máxima audiencia para informar de la evolución de la pandemia hacen pensar a algunos analistas que su intención es ir a unas cuartas elecciones que le den una mayoría suficiente para librarse de la imputación.

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