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Jesús Jurado, secretario de Memoria Democrática en Balears: "La concordia no será posible hasta que haya justicia"

Jesús Jurado
Jesús Jurado, secretario de Memoria Democrática en Balears, durante la entrevista. Guillermo Martínez

Debajo de su chaqueta gris decorada con un pin que pide la tercera República, una camiseta con un solo mensaje: "Mallorca antifeixista". Así se presenta Jesús Jurado, el secretario autonómico balear de Memoria Democrática, antes de participar en unas jornadas sobre las víctimas de la Transición en el Congreso de los Diputados. Por el momento, se sienta en la silla desde la que suele trabajar su compañera de partido, la diputada de Unidas Podemos Antònia Jover. Mientras mueve levemente las manos, sobre todo la derecha, Jurado repasa los últimos cuerpos hallados en las fosas comunes de la región balear, los detalles de su avanzada Ley de Fosas y de Memoria, el cambio que supuso la entrada de Vox en el parlamento regional, el porqué de la no nulidad de la Ley de Amnistía de 1977 o el futuro que plantea la recién aprobada Ley de Memoria Democrática a nivel estatal.

Hace un tiempo conocíamos que el Govern Balear había identificado los restos de Aurora Picornell, sindicalista y militante del Partido Comunista, asesinada el 5 de enero de 1937. ¿Por qué es tan importante recuperar su cuerpo?

Picornell ya era un símbolo en Mallorca y Baleares antes de morir. Fue una mujer remarcable en su tiempo. Durante la República destacó muchísimo en temas como ser pionera en el feminismo balear. Ella estuvo implicada en la constitución de algunos sindicatos y por supuesto en el activismo político desde el punto de vista de que era militante de un partido ateo, lo cual en los años 30 era muy novedoso que una mujer joven estuviera involucrada de esa manera, y después en el Partido Comunista.

Destacó muchísimo por sus escritos, artículos y pensamientos. Y luego pasó lo que pasó: la detuvieron los primeros días tras el alzamiento, la encerraron en diversos sitios, y un 5 de enero de 1937 terminó en Son Coletes, el cementerio de Manacor. Allí le dieron una paliza, porque constan roturas de huesos, y luego le dispararon cinco tiros, tres de ellos en la cabeza.

También encontraron los restos del murciano Francisco Solano, víctima del Penal de Formentera. Tengo entendido que fue la primera víctima mortal identificada de la colonia franquista de La Savina, el 7 de julio de 1942.

Por allí pasaron unas 2.000 personas. Era una colonia penitenciaria, no un campo de concentración, en el sentido de que la gente estaba o bien cumpliendo condena o bien en prisión preventiva, pero no nos engañemos: era un infierno. Allí la gente moría por las condiciones en las que se encontraba y la corrupción de los trabajadores: se les escatimaba la comida y la gente se moría de hambre, de tuberculosis y enfermedades relacionadas.

Constan un mínimo de 58 víctimas mortales, y hemos empezado a principios de este año las exhumaciones. Es la primera vez que abríamos una fosa relacionada con un campo de prisioneros. La diferencia principal es que la gente que moría allí, la gran mayoría de las personas, no eran baleares, sino de cualquier otro lugar de la Península. Eso nos genera una serie de complicaciones adicionales para identificar a la gente.

La nueva Ley de Memoria Democrática recoge la creación de un banco estatal de ADN para identificar a estas víctimas.

Sí, es una de sus ventajas. Afortunadamente, nosotros conseguimos una serie de muestras y hemos tenido la gran suerte de que uno de los primeros seis cuerpos recuperados de los 58 que buscamos pertenece a Francisco Solano, quien tiene dos hijas vivas a las que devolveremos el cuerpo.

Desde bien temprano, Baleares ha tenido su propia ley de fosas, en 2016, algo que no existe a nivel estatal. ¿Cómo llevan a cabo las exhumaciones en la región?

Como en cualquier otro lugar del Estado, en 2014 estábamos exactamente igual que en 1976, con todos los muertos en fosas y nadie hablando de ello excepto las asociaciones memorialistas. Ese año, desde Memoria de Mallorca consiguen abrir la primera fosa.

Así vimos la necesidad de abrir las fosas, aunque con el gobierno de José Ramón Bauzá del PP no se aporta ni un euro a ello. En 2015 entra una coalición progresista a gobernar y se ve que es necesario desarrollar herramientas adecuadas para llevar a cabo las exhumaciones, porque en ese momento no existen a nivel estatal. Lo que se hace es dividir el ámbito de la memoria en dos: fosas por una parte y el resto por la otra. ¿Por qué? Porque se quería acelerar, que hay mucha gente que fallece con sus padres enterrados.

Jesús JUrado
Jesús Jurado, durante la entrevista. Guillermo Martínez

Nosotros tenemos una magnífica relación con la sociedad civil memorialista de Baleares y su reivindicación siempre fue que esto tenia que ser asumido por las instituciones, y nosotros le tomamos la palabra. Nuestra ley asumía las competencias de abrir las fosas, con la ley se generaron los mecanismos adecuados para conseguir la financiación y vehicularla. A partir de ahí, el Govern es el competente y quien ha abierto todas las fosas desde 2016.

También aprobaron una ley de memoria bastante avanzada en 2018. Tanto esta como la ley de fosas se aprobaron por unanimidad, incluso con el voto a favor del PP, antes de que Vox llegara a la institución. ¿Ha cambiado algo ahora que la extrema derecha está en el parlamento balear?

"La ultraderecha ha estirado al PP a unas posiciones más radicales a las que tenía en la legislatura anterior"

La ultraderecha ha estirado al PP a unas posiciones más radicales a las que tenía en la legislatura anterior. El PP había entrado en un consenso relacionado con los derechos humanos y las recomendaciones de la ONU, y en ese marco nos movemos nosotros. En Baleares, el PP siempre se ha prestado a colaborar en temas de memoria democrática hasta cierto punto, pero en los ayuntamientos colaboran como cualquier otro. En ese sentido lo tenemos bastante normalizado.

¿Y Vox ha cambiado esto?

Sí, porque les ha estirado a unas posiciones de radicalidad. Nadie ha cuestionado jamás estas leyes excepto con algunos comentarios muy desagradables de Vox en sede parlamentaria, llamándonos sepultureros y una serie de epítetos muy desafortunados por parte de la ultraderecha, pero sí ha generado un ánimo de confrontación en algunos temas relacionados con la memoria.

Por ejemplo, en el de romper la famosa concordia, que yo siempre digo que la concordia no es posible hasta que no haya justicia. Y luego también en el mantra que suelen utilizar de que trabajamos únicamente con unas víctimas y otras no; y eso es relativamente cierto, porque hubo unas víctimas reparadas durante décadas y otras que nunca lo fueron, y nosotros legislamos en aras de buscar una igualdad entre ellas.

Hace poco entró en vigor la Ley estatal de Memoria Democrática. ¿Por qué cree que no ha introducido algunas demandas por parte del movimiento memorialista, como la nulidad de la Ley de Amnistía de 1977?

Seré muy franco: creo que la Ley de Amnistía pudo tener sus puntos favorables en su día, a nivel de liberar una serie de personas.

Disculpe que le interrumpa, pero quizá algunos de aquellos liberados hubieran querido seguir en la cárcel con tal de que se pudiera juzgar a los victimarios.

Por supuesto, viendo a donde nos ha llevado esto. Viendo la impunidad que trae aparejada esta ley, yo vuelvo a lo mismo: la ONU nos mete un rapapolvo cada vez que hace un informe en relación a la memoria democrática en este país por culpa de la amnistía. Además, es una ley de punto final, y estas leyes no tienen cabida en el ordenamiento jurídico internacional. Esa ley o bien deberá ser completamente renovada, o bien debería desaparecer. Entiendo que en un Gobierno de coalición se tiene que llegar a un consenso y se ha intentado conseguir la mejor ley de memoria posible con las posturas que había.

En el terreno regional, están a punto de finalizar la exhumación de las últimas fosas de la represión franquista. Después iniciarán la exhumación de las fosas vinculadas a la Guerra Civil. ¿Cuántas fosas llevan exhumadas? ¿Cuántas les quedan?

Llevamos 21 fosas exhumadas. Estamos ahora pendientes de intervenir en dos fosas que ya han tenido intervenciones previas, y luego abrir una más que localizamos hace poco. Esas serían las últimas, pero dentro de ese plan hay un proyecto de prospección de otras fosas sobre las que tenemos noticias de que podrían existir.

Balears es pionera por haber incluido la figura de un psicólogo para atender a las familias de las víctimas durante el proceso de exhumación. ¿Por qué tomaron esta decisión?

Nosotros trabajamos muy estrechamente con la sociedad civil organizada a nivel de gestión y tenemos cierta familiaridad, lo que aporta una sensibilidad extra a las políticas que llevamos a cabo. Una necesidad que nos mostraron las familias fue la de atención psicológica, que no la han tenido prácticamente nunca.

Hay traumas transgeneracionales que se han repetido durante muchas décadas, y lo vemos en los familiares que han vivido en hogares muy golpeados por la represión. Las personas mayores sobre todo, pero los nietos también han recibido esas consecuencias, que han vivido en hogares con unas carencias de las que muchas veces no se ha podido hablar.

Estos traumas transgeneracionales siguen existiendo hoy en día y por eso otorgan la condición de víctima hasta familiares de cuarto grado, porque ese dolor se pasa de generación en generación. La lógica y la humanidad te empujan a proporcionar esas herramientas, por eso la asistencia psicológica está contemplada en los planes de exhumación.

Hay otra cosa que puede pasar desapercibida, pero quizá sea muy importante para los familiares de las víctimas. Restauran los objetos exhumados encontrados junto a los restos humanos.

Yo creo que cualquiera que haya gestionado una exhumación de una fosa del franquismo podrá entender la potencia emocional que tienen los objetos que se recuperan junto a los cuerpos de las personas asesinadas. Tú tienes unos restos humanos torturados, acribillados a tiros, con unos grilletes colocados. Tú no te puedes desvincular de la importancia que tiene encontrar un reloj, unas gafas o una pluma estilográfica como en el caso de Aurora Picornell.

Esos objetos, en muchos casos, y más en Mallorca porque los restos en nuestro suelo ácido se ven muy afectados, salen en bastante malas condiciones. Es necesario un proceso de restauración de todos estos objetos.

"Igual que devolvemos los restos humanos, debemos devolver los objetos en el mejor estado posible"

No era algo previsto, y que yo sepa no consta en ninguna otra ley de memoria, pero nosotros lo hemos sistematizado junto con la abertura de las fosas: todos los objetos recuperados se restauran. Primero, porque igual que devolvemos los restos humanos, debemos devolver los objetos en el mejor estado posible por si la familia quiere conservarlos, y en el caos de que no se puedan identificar, disponer de un fondo de objetos con una potencia emocional inaudita, que sirvan en un futuro museo de la memoria en Baleares.

Por otra parte, el Govern ya ha entregado certificados oficiales de víctimas del franquismo a más de 200 familias. ¿Viene acompañado de alguna restitución material?

No, pero habilita la posibilidad. Es un certificado oficial firmado por la presidenta y que se entrega a solicitud de la familia. Lo que dice nuestra ley de memoria es que si se diera pie a posibles restituciones en base a leyes estatales, estos documentos certifican que esa familia merece esta compensación si algún día se llega a ese nivel de restitución por parte del Estado.

Porque ustedes no tienen la competencia para eso, ¿no?

No, igual que no tenemos la competencia de justicia para anular las condenas, no tenemos competencia para restituir el expolio que llevó a cabo el franquismo.

Este domingo es el primer 20N con la Ley de Memoria Democrática en vigor. ¿Qué sucede este día en Balears? ¿Será diferente al de los años anteriores?

Yo espero que no sea diferente en Baleares, porque ahí no se da un gran despliegue de falangistas en las calles. Generalmente, se dan pocas expresiones de enaltecimiento del golpe de Estado o la dictadura, aunque entiendo que esta nueva ley da más herramientas para evitar esas expresiones antidemocráticas. Vinculando a esta nueva ley, me da miedo que la ultraderecha la aproveche para echarle un pulso al Gobierno.

Parece que ya se lo está echando. Hace unos días veíamos una esquela a Franco en el Abc y tanto la Falange como movimientos de ultraderecha han convocado actos en Madrid, autorizados por la Delegación del Gobierno.

Yo entiendo que esto es un pulso desde el momento en el que existen los medios para evitar o para sancionar esas cosas que vienen estipuladas ya en una ley... La delegada del Gobierno en Madrid podría no haberlo permitido. En todo caso, debería ir con mucho cuidado con este tipo de actuaciones porque podrían tener consecuencias.

Esta ley puede iniciar sus primeros pasos con muchos problemas si no resulta efectiva desde el principio a la hora de atajar o desincentivar determinadas expresiones.

En Balears gobierna el PSOE junto a Unidas Podemos y Més per Mallorca. Cuando se quiere, ¿se puede?

Cuando se quiere, se puede, siempre que se tengan las agallas necesarias. También es que hay muchos PSOE diferentes, y el de Baleares tiene unas características muy determinadas, y nosotros imagino que a nivel de partido, también. En Baleares el pacto ha sido relativamente sencillo, porque siempre hay discrepancias, y más siendo tres, pero es posible.

En el caso de la memoria democrática, si desde un inicio conseguimos declararla como línea roja de gobierno, con un compromiso claro de las tres fuerzas, discreparemos en pequeños detalles pero lo que avanza es la memoria en su conjunto.

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