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José Luís Martínez-Almeida Rivera fracasa en su pulso por Madrid tras unos pactos que asientan a Casado en el PP

La reunión entre PP y Cs en Madrid ha acabado con un claro vencedor: Casado. Su candidato, José Luis Martínez-Almeida, será el próximo alcalde en los próximos cuatro años, dejando de lado la propuesta de Rivera de una alcaldía compartida. 

El candidato del PP al Ayuntamiento de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, celebra los resultados electorales en la sede de los populares. - EFE

marta monforte jaén

"No nos levantaremos hasta que haya un acuerdo", esa ha sido la premisa de la tercera —y definitiva—reunión entre Partido Popular y Ciudadanos en el Ayuntamiento de Madrid, que ha empezado a las 13:30 y ha acabado pasadas las 22 horas. Ocho horas que han acabado con un claro vencedor: el PP. Será su candidato, José Luis Martínez-Almeida, el que gobernará en Madrid durante los próximos cuatro años, descartándose la opción de una alcaldía dividida como proponía Ciudadanos. Un encuentro en el que Vox no ha estado presente, a pesar de que la formación de extrema derecha es indispensable para ratificar el acuerdo entre ambas formaciones.

El primero en hablar ha sido Almeida, que ha señalado que en acuerdo ha primado "la generosidad y la responsabilidad de ambos partidos" cuyo objetivo es poner fin al gobierno de "la izquierda radical" con una alternativa de "centro derecha". Begoña Villacís, la candidata de Ciudadanos, será vicealcaldesa, y ha subrayado que durante la reunión se han estado negociando "puntos programáticos" en los que su partido ha tenido mucho que ver. Por último, ha asegurado que "habrá cambio" en Madrid gracias a su formación.

Los problemas entre 'populares' y 'naranjas' no son programáticos —ambas formaciones han destacado su sintonía en este aspecto y ya alcanzaron un acuerdo con 80 medidas en su segunda reunión— ya que los partidos gobiernan conjuntamente en Andalucía y tienen previsto hacerlo en otras comunidades y municipios. Su escollo ha sido, principalmente, por "los sillones". Ese ha sido el reproche cruzado entre PP y Ciudadanos.

En su primera reunión para negociar la investidura en el consitorio madrieño la número dos del PP mostró su "preocupación" ante la "indefinición" de Cs para apoyar a Martínez-Almeida. Aunque la actual alcaldesa, Manuela Carmena, que se presentó bajo las siglas de Más Madrid, fue la más votada en las elecciones del 26 de mayo, logrando 19 ediles, el PP, con 15 concejales, es quien lidera sobre Ciudadanos, con 11, y Vox, con 4. Para los conservadores este es motivo suficiente para que el resto de formaciones le apoyen, sumado a que Villacís se ha negado a mantener una reunión presencial con Vox, a pesar de que necesitan sus votos.

La sorpresa llegó en la segunda reunión, celebrada este jueves 13 de junio. El equipo negociador de Ciudadanos planteó al PP un pacto para que ambos candidatos se repartieran la Alcaldía: dos años cada uno. Los 'populares', sin embargo, rechazaron la propuesta y criticaron la "ocurrencia" del "baile de sillas". El portavoz de Vox en el Congreso, Iván Espinosa de los Monteros, ha reclamado —en tono irónico— que su partido debe gobernar durante ocho meses en la capital.

Ese mismo jueves por la tarde Almeida y el candidato de Vox, Javier Ortega Smith, se reunieron. A pesar de que la formacón ultraderechista escribió en su cuenta de Twitter, tras el encuentro, que se alejaba "la amenaza de Carmena del Ayuntamiento de Madrid", los de Abascal han recordado durante toda la jornada del viernes que "no hay nada cerrado" y que la actual alcaldesa puede reeditar el cargo.

Ciudadanos afianza el poder territorial del PP

Ciudadanos advertía en campaña —y lo aprobó por mandato de la Ejecutiva tras la convocatoria electoral— que su socio prioritario sería el PP, estableciendo un cordón sanitario a Pedro Sánchez por sus supuestas "concesiones" a los partidos independentistas. Después del 26-M matizaron y se mostraron favorables a pactar con los socialistas a modo de excepción y siempre que se comprometieran con un decálogo de 10 puntos, el primero de ellos, la aplicación del art.155 en Catalunya. 

La intención de Rivera era superar al PP tras el resultado de las elecciones generales, cuando los 'naranjas' se quedaron a 9 escaños de superar a, partido que preside Pablo Casado. Ciudadanos se marcó cuatro principales objetivos: 'sorpassar' al PP en Aragón, Madrid, València y Murcia. No lo consiguió en ninguna de ellas.

Es más, Cs han decidido afianzar el poder territorial del PP y asentar a Casado en el liderazgo de su partido, altamente cuestionado al perder más de la mitad de los escaños que obtuvo el PP en 2016 (pasó de 137 a 66). Con José Manuel Villegas al frente de la negociación, el secretario general de Ciudadanos ha llegado a un principio de acuerdo para que los conservadores sigan al mando de algunos de sus feudos históricos como la Comunidad de Madrid, Murcia y Castilla León.

A cambio del apoyo a los 'populares' a los de Rivera el PP de Castilla y León les cederá dos alcaldías, la de Burgos y Palencia, y también la presidencia de la Diputación de Burgos y la de Segovia. Con estas decisiones —priorizando al PP sobre el PSOE— Rivera da aire a Casado, al menos, durante cuatro años más.

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