Mientras el rey emérito Juan Carlos I sopesa cómo y cuándo regresar a España ahora que la Fiscalía del Tribunal Supremo parece dispuesta a archivar las tres diligencias que ha abierto sobre el origen de su fortuna, en Francia se acaba de publicar un libro sobre la figura del rey emérito que contiene llamativas revelaciones. 

Mon roi déchu (Mi rey caído) se titula la obra y no se publicará en España hasta la próxima primavera pero ya está dando mucho que hablar por los extractos que se han publicado en la revista París Match. Entre ellos, uno de cariz personal pero que resulta ciertamente revelador: Juan Carlos I confiesa que el dinero siempre ha sido "una preocupación".

Lo más interesante del libro surge cuando se refiere a la familia del rey emérito y sobre el dictador Francisco Franco. Sobre su familia, el libro confirma algo que ya se sospechaba: con su hijo Felipe VI la relación se ha vuelto muy fría y prácticamente inexistente, igual que con su mujer, la reina Sofía. El rey Juan Carlos sólo mantiene contacto con sus hijas y un poco con la reina Letizia.

Más llamativas resultan las declaraciones de Juan Carlos I sobre su relación con Franco. El emérito describe al dictador como alguien "cercano y amable". Debray escribe que Juan Carlos I "nunca va a criticar a su protector". Es más, Juan Carlos afirma que Franco fue capaz de crear una clase media en España sin la cual "yo no hubiera podido hacer la Transición".

Escrito por la periodista Laurence Debray, periodista e hija del famoso filósofo y autor Regis Debray, el libro no es en absoluto neutral. La propia Debray ha reconocido reiteradamente su admiración por el monarca emérito y hasta se la ha vinculado sentimentalmente con él. De hecho, el libro esquiva los motivos que llevaron a Juan Carlos I a abandonar España. En cambio, la autora, aunque recuerda "sus cuentas en Suiza", afirma que el rey emérito "no ha cometido un delito penal, un homicidio, un robo, una violación" y habla de "regalos difíciles de rechazar" como los 65 millones de euros que le dio el antiguo rey de Arabia Saudí.

Mi rey caído es el resultado de varias conversaciones entre el rey Juan Carlos y Debray. Tras haber tenido algunos contactos desde 2014, Debray asegura haber mantenido conversaciones telefónicas con el emérito en el otoño de 2020 y haber intercambiado algunos mensajes por WhatsApp durante el confinamiento, antes de haberle hecho una visita a Abu Dabi la pasada primavera.

Debray traza un retrato del día a día de Juan Carlos I en Abu Dabi. Según se narra en el libro, el rey emérito pasa su tiempo repasando la actualidad, llevando una vida discreta y echando mucho de menos España, sobre todo la comida. Quizás por eso ha adelgazado 12 kilos. También ha podido ver algo en eso la gimnasia y la fisioterapia con las que intenta combatir los achaques propios de su edad, 83 años. Una edad que el hace pensar en su entierro. "El entierro de mi padre fue muy bonito. Mientras tanto, tengo que pensar en el mío", afirma. Y mientras piensa en el futuro, Juan Carlos I asiste vía telemática a la misa que se celebra en el Palacio Zarzuela y se viste "como un turista estadounidense".

Sobre su regreso a España, Juan Carlos I asegura que podría volver cuando quisiera, que le valdría con "tomar un avión". Es cierto que nada le impide volver [a España], ninguna imputación, ninguna condena. No es un exiliado sino un expatriado, por tiempo temporal e indefinido", escribe Debray. Juan Carlos I afirma en el libro que eligió Abu Dabi para su exilio dorado porque desde allí no hace daño a la Corona aunque afirma también que muchos se alegraron de que se fuese.