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El juez Velasco sienta en el banquillo al capo Polverino y a otros 42 miembros de la Camorra

El jefe de uno de los clanes más poderosos de la mafia de Nápoles se trasladó a España ante la presión en Italia y creó tres redes 'parantzas' para seguir traficando con hachis

Giuseppe Polverino, máximo jefe del clan que lleva su nombre, junto a su novia en el chalé de Coma-Ruga, en una de sus últimas fotografrías, exclusiva de Publico.es

J.P.


MADRID.- El juez central de instrucción 6, Eloy Velasco, ha finalizado cinco años de instrucción de las actividades de uno de los clanes de la mafia napolitana más poderosos, el clan Polverino, y ha dictado un auto en el que ve indicios para juzgar a 43 integrantes y colaboradores de la organización, entre ellos el capo Giuseppe Polverino, O Barone.

El Clan Polverino trasladó a España parte de su estructura para continuar con sus negocios de tráfico de drogas ante la presión que sufría su organización en Italia. Desde la Costa del Sol esta organización traficaba con hachís con tres grupos y áreas logísticas con sedes en Tarragona, Málaga y Alicante.

El clan Polverino blanqueaba los beneficios en supermercados y operaciones inmobiliarias, así como en una constructora que presidía la novia del capo. Se calcula que movían mil millones de euros.

El clan introducía anualmente en Italia desde España entre 50 y 60 toneladas de hachís procedente de Marruecos, lo que le suponía unas ganancias de entre 50 y 60 millones de euros, según las investigaciones.

En el auto por el que transforma las diligencias previas en procedimiento abreviado, Velasco atribuye a los imputados delitos de blanqueo de capitales procedentes del tráfico de drogas en el seno de organización criminal, así como cooperadores necesarios en el delito de pertenencia a organización criminal. A tres de los encausados les acusa de revelación de secretos y a otro de tenencia ilícita de armas, mientras que alza la imputación sobre otras cinco personas investigadas en el caso.

Entre ellos se encuentra el capo, Giuseppe Polverino, O Barone, entregado a Italia tras su detención en Jérez de la Frontera (Cádiz) en 2012, al igual que su joven hija Palma Polverino, que figura imputada por estos hechos.

También figuran dos de los presuntos cabecillas de este clan mafioso en España, Massimiliano D'Aria y Domenico Panella, así como dos huidos, Raffaele Vallefuoco y Giuseppe Ruggiero, y la novia brasileña del capo Guiseppe, Kellen Barbosa, con la que tiene un hijo.

En el auto, Velasco recuerda los origenes del clan Polverino en Italia. Tras el declive del clan Nuvoletta en la década de los años 90, los Polverino se escindieron y constituyeron un clan independiente, asumiendo el monopolio del trafico de hachís en la zona de Nápoles y convirtiéndose en "una de las más poderosas" organizaciones de la Camorra napolitana.

Grupos organizados por territorios

Debido a la situación estratégica, el clan estableció en España varios grupos de personas, denominadas "parantzas", con el fin de coordinar los envíos de droga a Italia, normalmente procedente de Marruecos, asó como para el blanqueo del dinero procedente del narcotráfico.

Los tres “parantzas” se establecieron en la Costa Dorada de Tarragona, en la Costa del Sol malagueña, así como en Alicante. Sus miembros y sus actividades se fueron desplazando del norte al sur de España conforme la presión de las investigaciones avanzaban.

La estructura de la organización está formada por un primer grupo en el que figuran los componentes del clan, todos italianos con fuertes vinculaciones con España. Un segundo grupo estaría conformado por los familiares directos del clan y un tercero en el que estarían los colaboradores que facilitarían la estructura de domicilios y vehículos.

Recibieron un chivatazo desde un banco

El clan Polverino contaba con la colaboración, segun el auto, de un constructor, de un contable y asesor fiscal, así como del director de una oficina del Sabadell donde operaban dos miembros de la organización y a quienes alertó de las investigaciones de la Audiencia Nacional "pese al deber de sigilo y reserva a que le somete la normativa sobre prevención de blanqueo, poniendo al clan en sobreaviso de todo lo que la documentación judicial argumentaba y solicitaba".

También colaboraron otras dos personas que remitieron correos electrónicos con información "que han dificultado directamente la investigación realizada sobre blanqueo de capitales". Por ello, Velasco considera que estos tres últimos imputados deben ser juzgados por el delito de revelación de secretos.

SMS con teléfonos prepago

El clan disponía de medidas de seguridad. Así, limitaban sus comunicaciones a los mensajes sms por medio de números de teléfono prepago que cambiaban con asiduidad y a nombre de terceras personas.

El magistrado destaca en el auto la colaboración con las autoridades italianas en el transcurso de las investigaciones gracias a la cual se ha incautado mas de una tonelada de hachís en Italia y que ha permitido también la incautación en España de propiedades inmobiliarias producto de sus inversiones que, en caso de condena, pasarían a repartirse el Estado español y el italiano.

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