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Junts propone a Aragonès una negociación exprés para salvar al Govern y después consultará la ruptura a las bases

Tras diez horas de reunión de la cúpula del partido a raíz del cese del vicepresident Puigneró, Turull y Borràs informan que hasta el domingo negociarán con Aragonès y el 6 y 7 de octubre preguntarán a la militancia sobre la continuidad en el Ejecutivo.

El secretario general de JxCat Jordi Turull (i) y la presidenta del partido, Laura Borràs (d), ofrecen una comparecencia en la sede de su formación tras la reunión de su ejecutiva.
El secretario general de JxCat Jordi Turull (i) y la presidenta del partido, Laura Borràs (d), ofrecen una comparecencia en la sede de su formación tras la reunión de su ejecutiva. Enric Fontcuberta / EFE

Junts no plantea por ahora romper con ERC y propone al president de la Generalitat, Pere Aragonès, una negociación exprés para salvar al Govern. Hasta el domingo debatirán una "propuesta de concreciones, garantías y plazos" para hacer cumplir el acuerdo de gobierno en lo que consideran tres puntos clave: frente común de los independentistas en Madrid, replanteamiento de la mesa de diálogo y nuevo espacio de coordinación estratégica del procés. En este plazo, que negaron que se trate de un ultimátum a Aragonès, esperan llegar a una "decisión rápida", aunque le dedicarán "las horas que haga falta".

En una comparecencia en la sede del partido después de diez horas de reunión de la Ejecutiva, el secretario general, Jordi Turull, y la presidenta, Laura Borràs, han explicado que, superado este plazo, someterán la continuidad del Govern a la decisión de la militancia el 6 y 7 de octubre. En una nueva reunión de la Ejecutiva, el próximo lunes, plantearán la pregunta con la que consultarán a las bases. "La pregunta será clara y la situación quedará clarificada el domingo", apuntó Borràs.

La pregunta con la que consultarán a las bases la anunciarán el lunes

Sobre la extensa duración de la reunión, Turull ha explicado que la ejecutiva ha sido "provechosa" y todos los miembros han compartido su visión de forma "honesta". Recordó que se trata de un momento "trascendente" para el país y quisieron dedicarle el tiempo necesario. "En un momento trascendente no puedes estar pendiente de un límite horario", reconoció. En este sentido, ha negado que el partido esté fracturado sobre la decisión de continuar o no en el Govern.

Segundo día de reuniones maratonianas

Este jueves ha sido un nuevo día de reuniones maratonianas. Esta vez, en la sede de Junts per Catalunya, donde la cúpula decidía si rompía o no el Govern después de que Aragonès este martes por la noche cesara al vicepresidente Jordi Puigneró por haberle perdido la confianza.

La que parece la crisis definitiva del Govern, sometido a encontronazos desde prácticamente la firma del acuerdo de investidura, en mayo de 2021, se precipitó a raíz de la propuesta de Junts de que Aragonès se sometiera a una cuestión de confianza. Ya entrada la noche del martes, el portavoz del grupo parlamentario, Albert Batet, lo planteó en el marco del debate de política general. Aragonès lo recibió con perplejidad y malestar y 24 horas más tarde cesaba a Puigneró, el único miembro del Govern de Junts que estaba al tanto de la medida y no le había informado.

La crisis se precipitó a raíz de la propuesta de Junts de que Aragonès se sometiera a una cuestión de confianza

En una comparecencia a las once y cuarto de la noche del miércoles, Aragonès afirmó que "el Govern de la Generalitat seguirá adelante" pero que a raíz de la pérdida de confianza en Puigneró había decidido prescindir de él: "Las instituciones no pueden estar permanentemente en cuestión". El resto de los miembros del Govern de Junts mantienen su confianza, aunque esta mañana, todos ellos han puesto el cargo a disposición del partido. Aragonès ha negado reiteradamente que se plantee convocar elecciones.

Junts calificó el cese de "error histórico" y poco después de las 10 de la mañana ha reunido de urgencia a su cúpula para decidir una postura conjunta sobre la salida del Govern. En un comunicado tras la decisión de Aragonès, el partido expresó su apoyo a Puigneró y afirmó que el cese ponía en peligro "la continuidad del proyecto independentista". Esta valoración había sido trasladada a Aragonès por parte de Turull, con quien se reunió durante cerca de tres horas en el Palau de la Generalitat.

La consulta a la militancia sobre la permanencia en el Govern llevaba semanas sobre la mesa, pero no se había fijado fecha. Junts había llevado a cabo una auditoría sobre el acuerdo de Govern y había concluido a finales de agosto que ERC lo estaba incumpliendo en el plano nacional, "alejando a Catalunya de la independencia". Sin embargo, la fractura interna sobre la permanencia en el Govern había impedido llevar a cabo pasos decisivos en este sentido, aunque en todo momento se había indicado que la decisión final estaría en manos de las bases.

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