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Madrid Central Madrid Central supera los protocolos anticontaminación de grandes capitales como Londres o Milán

La eficacia del proyecto estrella de Manuela Carmena le sitúa a la vanguardia europea en la lucha contra la contaminación en las grandes urbes. De hecho, Ecologistas en Acción insiste en que su retirada sería un error “descomunal, indecente e inmoral”.

Señal en la vía pública para informar de una zona afectada por Madrid Central | Ayuntamiento de Madrid.

No es fácil comparar los diferentes protocolos imperantes en las capitales europeas para restringir el tráfico porque unos establecen peajes y otros no, el área afectada por las restricciones no es la misma y los flujos circulatorios no son homogéneos.

Sin embargo, el esquema y la estructura utilizados en el diseño de Madrid Central están a la vanguardia de Europa y su puesta en marcha, a pesar del poco tiempo transcurrido, ha arrojado unos resultados muy positivos en la lucha contra las emisiones contaminantes.

Al menos estas opiniones son las que mantiene de Ecologistas en Acción, que el pasado mes de abril presentó un informe sobre Zonas de Bajas Emisiones (ZBE), en el que se analizan los programas implantados en Europa para combatir la contaminación del aire en los espacios urbanos, generada principalmente por el dióxido de nitrógeno (NO2), un gas que proviene, sobre todo, de los tubos de escape de los vehículos diésel.

La asociación ecologista insiste en los beneficios que ha reportado Madrid Central para los ciudadanos

En ese trabajo de investigación Madrid Central no sale mal parado precisamente y de él se dice que ha sido un instrumento eficaz para mejorar la calidad del aire en la capital. Eso sí, la organización ecologista señala la necesidad de que el plan se extienda al conjunto de la capital para que todos los vecinos disfruten de sus beneficios.

Con independencia de las motivaciones políticas o de los intereses de los partidos que se han mostrado favorables a la retirada del proyecto, la asociación ecologista ha reiterado hasta la saciedad los beneficios que ha reportado Madrid Central para los ciudadanos.

Descenso récord de NO2

Así lo demuestra un estudio de esta organización elaborado con datos de la estación medidora de la plaza del Carmen, la única ubicada en el perímetro de Madrid Central, que pone de manifiesto que en el pasado mes de abril se produjo un descenso récord del 48 por ciento en los niveles de dióxido de nitrógeno.

Responsables del colectivo ecologista han manifestado públicamente que revertir Madrid Central sería un error “descomunal, indecente e inmoral desde la óptica de la salud pública y de todo punto injustificable ante los compromisos adquiridos por España con la Comisión Europea”.

Sobre este punto, Ecologistas en Acción ha recordado en enero de 2018 el ejecutivo de Mariano Rajoy fue amonestado por el comisario europeo de Medio Ambiente, como consecuencia del incumplimiento de la directiva de la calidad del aire.

Cartel promocional de Madrid Central | Ayuntamiento de Madrid

Cartel promocional de Madrid Central | Ayuntamiento de Madrid

Paradójicamente, el Gobierno presentó los planes puestos en marcha por varias ciudades españolas, entre ellas Madrid, para tratar de frenar un procedimiento de infracción que hubiera acabado en una importante multa, estimada en 100 millones de euros semestrales durante el periodo de incumplimiento. Como la normativa se viene incumpliendo desde 2010, la cuantía podría rondar los 2.000 millones de euros, según los ecologistas.

En declaraciones a este diario, Nuria Blázquez, responsable de Transporte de Ecologistas en Acción, se remitió al contenido del informe sobre ZBE para destacar los pros y los contras de cada uno de los modelos analizados.

Plan muy ambicioso

Blázquez entiende que Madrid Central es “muy ambicioso” y en cierta medida supera al plan vigente en Londres, una de las ciudades que más ha explorado las ZBE a través del sistema de peajes y otras alternativas, pero sigue soportando unos altos niveles de contaminación.

Otro modelo válido es el de Oslo, donde, según explica Blázquez, funciona una dinámica de peajes de la que se excluyen a los vehículos con cero emisiones, fundamentalmente los eléctricos. Dado el alto porcentaje de estos vehículos en la capital noruega, se prevé que este mismo año comiencen a pagar el peaje, con una tasa significativamente más baja que la de los vehículos de gasolina.

En el caso de Milán, el principal defecto que se le puede achacar, como en el caso de Madrid, es que el área afectada por las restricciones de tráfico es relativamente pequeña, indica Blázquez.

Peaje de la autopista AP-7. E.P.

Imagen de archivo de un peaje. E.P.

Peaje Ecopass

En 2008 la ciudad italiana puso en marcha una ZBE, en combinación con un peaje llamado Ecopass, para la entrada de vehículos en el centro histórico. Un estudio realizado un año más tarde no pudo encontrar diferencias significativas en la concentración de partículas contaminantes entre el área con peaje y sin peaje.

Los técnicos argumentaron que la dificultad podría venir dada por el hecho de estar dentro de un área demasiado pequeña o porque las concentraciones de partículas son relativamente homogéneas en todo el área de Milán.

Otra experiencia interesante está siendo la de Edimburgo, donde las autoridades locales idearon un plan muy ambicioso para reducir las emisiones y cumplir con la legalidad.

Aplicaron la ZBE en toda la ciudad, dejando entrar tan sólo a los vehículos de etiqueta cero, y aun así vieron que no era suficiente, aclara Blázquez, quien subrayó que ahora trabajan en un proyecto para favorecer al peatón y reducir el número de carriles para los coches.

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