El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, se ha desplazado hasta Polonia para visitar la sede de Frontex (Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas) y debatir los próximos pasos del organismo en materia migratoria. Allí se ha reunido con el nuevo director ejecutivo de la institución, Hans Leijtens, al que ha pedido impulsar una estrategia capaz de poner freno a la inmigración ilegal.

"La experiencia de España demuestra que la mejor forma de hacer frente a este fenómeno es trabajar con nuestros socios la prevención en los países de origen y tránsito de los flujos irregulares", ha explicado el representante político. Marlaska puso como ejemplo de buena praxis la actuación de los agentes españoles, duramente criticados por las imágenes de la tragedia de Melilla. Esta es la primera reunión de alto nivel que se produce con el nuevo directivo de Frontex al mando de la agencia.

El responsable de Interior ha subrayado "la notable reducción de las cifras de llegadas" a las costas españolas, pese al aumento de los registros que se produjo durante el último cambio de año. En el encuentro, Marlaska ha instado a Frontex a asumir un mayor protagonismo y ha reiterado la necesidad de negociar con los países africanos para trabajar de forma conjunta frente al asunto.

Asimismo, el ministro ha destacado el papel de España en la lucha contra las redes de trata y tráfico de personas migrantes. Tras la cita, el dirigente ha aprovechado para reunirse con el personal español destinado en el organismo europeo. 

Encuentro con su homólogo polaco

Con motivo de su estancia en Varsovia, Marlaska también se citó con el ministro del Interior polaco, Mariusz Kaminski, para conversar acerca de la necesidad de una política común europea en términos de migración y asilo. Además, los dos mandatarios han compartido sus principales ejes de trabajo para los próximos meses y han destacado la necesidad de seguir apoyando a Ucrania en su enfrentamiento con las tropas rusas.