Barcelona. - El president de la Generalitat, Artur Mas, se ha abierto este lunes a que los partidos soberanistas acudan a las próximas elecciones en Catalunya con listas separadas, con la condición de que la lista que él capitaneará sea la que concentre los principales apoyos de la sociedad civil.

Así lo han explicado fuentes conocedoras de la reunión que se ha celebrado este lunes en el Palau de la Generalitat entre el Ejecutivo catalán y el líder de ERC, Oriol Junqueras, que ha durado más de dos horas y que ha finalizado sin acuerdo.

Mas entiende que ésta es una propuesta intermedia entre su proyecto inicial, una única lista soberanista liderada por él y con la presencia de independientes, y la propuesta lanzada por Junqueras, que pidió listas separadas compartiendo una parte del programa.

El presidente catalán pide capitalizar los apoyos de la sociedad civil como condición para convocar las elecciones en el primer trimestre de 2015, una fecha que para los republicanos es innegociable.

En ERC aseguran que se seguirá negociando en los próximos días, pero son reacios a la nueva propuesta de Mas, ya que rechazan que el presidente concentre en su lista a los apoyos provenientes de la sociedad civil.  De hecho, los republicanos lamentan que el presidente quiera ser el único con apoyos de fuera del partido, ya que consideran que con esto prioriza que gane su lista y no que las candidaturas soberanistas sumen los máximos votos posibles.

Junqueras cree que CiU, ERC y la CUP -las tres listas independentistas- deben trabajar para hacer las mejores candidaturas posibles sin condicionantes previos, ya que esta es la fórmula para lograr una mayoría independentista en el Parlament.

Cuatro reuniones sin acuerdo

Desde que Mas y Junqueras lanzaron hace más de un mes sus respectivas hojas de ruta soberanistas se han visto en cuatro ocasiones: un encuentro en el Parlament anunciado con anterioridad y otras tres reuniones en la Generalitat sin convocatoria previa.

Ninguna de las cuatro citas ha servido para acercar posiciones y está previsto que el presidente catalán comparezca ante los medios el 13 de enero para hacer un balance de los dos primeros años de legislatura de su segundo mandato al frente de la Generalitat, donde podría dar un golpe de efecto.