Este artículo se publicó hace 4 años.
"Masculinización", acoso sexual, indefensión... La otra cara del Ejército que viven las mujeres
El estudio "Aculturación y purplewashing en el Ejército español. Un estudio sobre las mujeres símbolo" contó con la participación de 12 mujeres militares. Entre otros aspectos, se denuncia el carácter machista de la institución. Las conclusiones se presen
Bilbao-
Los años pasan, pero el germen pervive. Más de treinta años después del ingreso de las mujeres en las Fuerzas Armadas, un informe del Centro Delàs de Estudios por la Paz apunta que el machismo no sólo está lejos de abandonar el Ejército, sino que forma parte de su estructura. En un documento elaborado recientemente, las investigadoras María de Lluc Bagur y Elisenda Ribes dibujan la realidad que se mantiene, muchas veces bajo sombras, en el cuerpo militar.
Bajo el título Aculturación y purplewashing en el Ejército español. Un estudio sobre las mujeres símbolo, ambas expertas establecen precisamente que esta institución, "como máximo exponente del militarismo, ejerce violencia dentro y fuera de sus filas". Este jueves a las 19.00 h, Ribes ofrecerá una presentación pública de las conclusiones de este informe mediante una teleconferencia organizada por War Resisters' International que estará disponible en esta web.
"La situación de las mujeres dentro de las Fuerzas Armadas, lejos de representar un hito en la vindicación feminista por la igualdad de acceso a parcelas de poder de lo público hasta el momento vetadas, es un ejemplo más del dominio patriarcal y de la lógica militarista", sostienen las investigadoras.
De cara a la elaboración de este estudio, Ribes y Lluc Bagur realizaron una serie de entrevistas a doce mujeres militares. Tras analizar sus testimonios, apuntan que "los comportamientos y mecanismos derivados de esta dominación se reproducen y se perpetúan, a pesar de los cambios superfluos, gracias a su habilidad performativa". De hecho, remarcan que el Ejército instrumentaliza a las mujeres "para transmitir una falsa imagen de igualdad y modernidad en las Fuerzas Armadas".
En ese contexto, destacan que "el número de mujeres que forman parte de las Fuerza Armadas, desde su incorporación en 1988 hasta la actualidad, no ha alcanzado nunca el 13% del total de efectivos", subrayando precisamente que con esos datos a la vista "cobran aún más carácter excepcional carreras como las de la Coronel Ortega", la primera mujer general de las Fuerzas Armadas.
"Aculturación"
"Si hay tanta predisposición a que la mujer forme parte de las Fuerzas Armadas, ¿qué ocurre? ¿Qué tiene el Ejército que no acaba de atraer a las mujeres?", se preguntan las autoras. La hipótesis de la que parte esta investigación es que "la incorporación de las mujeres en las Fuerzas Armadas no sólo no ha supuesto una feminización de la institución, como se defiende desde el Ejército y desde el Ministerio de Defensa, sino que conlleva una masculinización de las mujeres que forman parte de él".
Sostienen que esa "masculinización" se produce "a través de un proceso de aculturación del grupo mayoritario, en este caso los hombres militares, hacia el grupo minoritario, formado por mujeres", de manera que estas últimas "adoptan comportamientos y rasgos identitarios propios de la masculinidad, además de colaborar a la perpetuación de la cultura propia de la organización, esto es, del Ejército".
Acoso sexual
Según explican las autoras, "la violencia sobre las mujeres y la cuestión del acoso ha constituido un bloque entero en las entrevistas" formuladas para este estudio. En tal sentido, describen que si bien "todas las entrevistadas aceptan que existe acoso en el Ejército, no todas lo incorporan en su discurso". Asimismo, la mayoría se ha encontrado "con situaciones de violencia contra las mujeres, ya sea porque lo han vivido o porque lo han oído".
De hecho, "algunas de ellas han contado episodios con bastante detalle sobre experiencias con un alto nivel de violencia, tanto verbal como física. Más de una ha explicitado casos de violación, de acoso sexual y episodios que han vivido con miedo y sensación de indefensión".
"Un discurso que se repite en todas las respuestas es el de la falta de apoyo dentro de la institución, la desconfianza en los órganos oficiales y el descrédito que les genera la justicia militar en estos casos", apuntan. En tal sentido, una respuesta enviada por el Gobierno al diputado de EH Bildu Jon Inarritu a mediados de 2019 establecía precisamente que la mayoría de las denuncias por acoso sexual en las Fuerzas Armadas eran archivadas.
"He sufrido acoso por parte de un mando"
"Eso te lo puedo decir con contundencia porque los he sufrido. Sufrí un intento de violación, he sufrido acoso por parte de un mando, acoso sexual, o sea... abierto, y sí, muchas situaciones extremadamente incómodas, pero la más bestia fue un intento de violación y fue por suerte que no me violó, básicamente porque entró un marinero", relató una de las militares entrevistadas.
"Lo que pasa es que no se van a denunciar, porque temen. Además prefieren callar –sostuvo–. De hecho en mi caso yo di parte (..) y me dijeron que mejor no levantara la liebre porque yo había bebido, entonces la culpa es mía, estamos lejos de casa, tan lejos de la familia, somos pocas a bordo y entonces la culpa es mía".
"Que si la manita por la cintura, o que si la manita por el hombro..."
"¿Sabes lo que pasa? Que siempre, pues eso, que si la manita por la cintura o que si la manita por el hombro o que si cosas así. Sí que he escuchado casos y conozco alguna persona que le ha pasado", apuntó otra de las participantes, que se refirió concretamente a "acercamientos que luego ha denunciado y luego son problemas, claro".
Otra militar revivió el día en el que se dirigió al botiquín a informar que estaba embarazada. Según su testimonio, un teniente que estaba allí le dijo que le escucharía el corazón y, seguido, empezó a bajarle el pantalón. "Me estaba sintiendo fatal, pero ¿cómo sales de ahí? ¿Le digo 'qué está haciendo'? ¿Me pongo borde?", se preguntó.
Institución patriarcal
Del mismo modo, todas las entrevistadas que colaboraron con este informe coincidieron en señalar que "el Ejército es patriarcal porque la sociedad es patriarcal". "De hecho una de los mejores ejemplos es que la cúpula militar es un club exclusivo para hombres. Ahora está la primera mujer, del Ejército de Tierra, que ha conseguido un puesto, es la única, es la primera que lo ha conseguido", afirmó una de ellas.
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