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La mayoría de diputados sólo pisará el Congreso dos días en dos meses

JUAN ANTONIO BLAY

En casi dos meses los escaños del hemiciclo del Palacio de la Carrera de San Jerónimo, sede del Congreso de los Diputados, apenas estarán ocupados durante dos días por los 350 miembros de la Cámara baja. Esas dos jornadas —durante el pleno que, previsiblemente, se convocará para los días 22 y 23 de enero— constituirán la única ocupación para la mayoría de diputados que abandonaron los pasillos de la sede parlamentaria el pasado 19 de diciembre tras finalizar el último pleno del pasado periodo ordinario de sesiones.

El calendario del próximo periodo de sesiones no arranca hasta el día 11 de febrero, cuando está convocado el próximo pleno ordinario. Esto supone un 'hueco' de 53 días sin reuniones plenarias de la cámara que, en el mejor de los casos, sólo se verá interrumpido por una sesión extraordinaria a finales de este mes. Para ello, la excusa es la de que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ofrezca las obligadas explicaciones sobre el contenido del último Consejo Europeo, celebrado en Bruselas los días 18 y 20 de diciembre.

'Incluso esta cita se celebrará más de un mes después de la cumbre europea. Es mucho tiempo para este tipo de comparecencias y también es muy larga la inactividad parlamentaria con el parón de las fiestas navideñas y fin de año y del mes de enero. Es lo mismo que pasa en julio, cuando además se añade el mes de agosto', razona una veterana parlamentaria ahora en la oposición. 'Debería haberse cambiado', concluye sin saber explicar muy bien por qué no se ha hecho.

El próximo periodo de sesiones no arranca hasta el 11 de febrero

Ese 'parón' de 53 días se ve aumentado en dos más cuando se trata de contar los días que median entre la última sesión parlamentaria de control al Ejecutivo —celebrada el pasado día 18 de diciembre— y la próxima prevista en el calendario de plenos —fijada para el 12 de febrero—. Eso, siempre que la agenda del presidente Rajoy o de alguno de los miembros de su Gobierno no justifique una ausencia por las razones más dispares. Se ha dado el caso de que más de un ministro ha estado ausente más de tres meses en estas sesiones casi semanales de control parlamentario.

En el caso de Rajoy, el grupo socialista ha solicitado para este mes de enero un pleno extraordinario en el que se incluyan preguntas al presidente del Gobierno. La mayoría absoluta del PP no lo permitirá. Ese es el precedente del pasado mes de julio cuando una negativa en este sentido generó una bronca en el pleno extraordinario que la Cámara baja celebró en las dependencias del Senado por las obras que se hacían en el Palacio de la Carrera de San Jerónimo.

En cualquier caso, en las vacaciones parlamentarias del pasado mes de julio se celebraron dos plenos extraordinarios —uno por la cumbre de la UE en Bruselas de finales de junio y otro para tramitar la ley Wert—, a los que hay que sumar el pleno convocado el 1 de agosto en el que Rajoy se pronunció por primera y última vez sobre el caso Bárcenas. No parece que ahora vaya a repetirse este frenesí en un periodo considerado inhábil en términos parlamentarios.

La actividad parlamentaria durante este paréntesis de casi dos meses se completará con una reunión de la Diputación Permanente, órgano que suple al pleno en los periodos no ordinarios de sesiones y que está formado por 52 diputados que constituyen la élite de la cámara. Sus miembros no cesan cuando se convocan unas elecciones generales —como sí lo hace el resto de diputados— y mantienen su condición de parlamentarios, cobrando, hasta que se constituye la nueva cámara. En el Senado ocurre otro tanto.

En enero no se prevé actividad parlamentaria tampoco en las Comisiones

Para que este órgano se reúna se requiere que al menos dos grupos parlamentarios lo soliciten. Para este mes de enero ya lo han planteado el grupo socialista y el de la Izquierda Plural con el fin de que se apruebe la comparecencia de hasta ocho miembros del Gobierno ante sus correspondientes comisiones parlamentarias. Salvo que al Ejecutivo le interese, por razón de su estrategia política, lo más probable es que la mayoría absoluta del PP vete la convocatoria de esas comparecencias. En consecuencia, no se prevé, a priori, ninguna actividad parlamentaria en comisiones.

El viejo argumento de que estos parones servían a los diputados para 'retomar el contacto con los electores de sus respectivas circunscripciones', empleado durante varias legislaturas para justificar esa estructura de actividad parlamentaria, ya no lo esgrime nadie en estos momentos. 'Esta claro que los viajes y las comunicaciones hoy en día no tienen nada que ver con la situación de hace treinta y tantos años' admite un parlamentario del PP con apenas una legislatura de experiencia. Pero tampoco sabe por qué se mantiene este modus operandi.

Lo cierto es que salvo un pleno a finales de mes —de dos días de duración— y la reunión de una Diputación Permanente (sus debates suelen ocupar unas cuatro horas, en función de los asuntos incluidos en el orden del día) no hay otra actividad parlamentaria prevista en estos casi dos meses que median entre el fin del periodo de sesiones anterior en diciembre y el inicio del próximo en febrero. 

El 'parón' navideño y de cambio de año también afecta a otras instituciones del Estado. Sin ir más lejos, a la Casa Real. La agenda oficial que se facilita a los medios de comunicación regularmente cada semana lleva dos entregas con la misma escueta frase: 'No hay previstas actividades oficiales con cobertura informativa'. Esa es toda la actividad oficial entre los pasados días 23 de diciembre y este próximo domingo día 5, fecha en la que el rey Juan Carlos cumple 76 años.

La Casa Real facilita los actos oficiales que tienen una cobertura informativa y que son protagonizados por el rey y la reina, juntos o por separado, los príncipes de Asturias, también como pareja o individualmente, y la infanta Elena. La otra hija de los reyes, la infanta Cristina, hace ya tiempo que no protagoniza actos oficiales de la Casa Real.

El rey, que convalece de su última operación de cadera que le practicó el doctor Cabanelas el pasado 21 de noviembre, presidirá el próximo lunes la celebración de la Pascua Militar en el Palacio Real. Será su primer acto fuera de La Zarzuela desde su operación.  Desde que salió la última vez de la mesa de operaciones su actividad ha sido muy limitada y siempre sentado: los días 4 y 11 de diciembre presidió los actos de jura y promesa de los nuevos miembros del Consejo General del Poder Judicial y de su presidente, respectivamente. Y el día 12 recibió al presidente de la UE, Herman van Rompuy. Todo ello en La Zarzuela.

Los príncipes de Asturias y la propia reina se han prodigado para llenar la agenda de la institución: en la semana del 16 al 22 de diciembre, cuando el rey no tuvo ninguna presencia pública, la monarca protagonizó cuatro actos y los príncipes de Asturias otros tres.

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