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La mayoría sindical vasca prepara una "respuesta contundente" contra la reforma laboral

ELA y LAB marcan distancia con el Gobierno y denuncian la falta de diálogo. PNV y EH Bildu reflejan también sus diferencias con el Ejecutivo e insisten en la necesidad de un marco vasco de relaciones laborales.

Manifestante del sindicato ELA
Un manifestante del sindicato ELA en una imagen de archivo. H. Bilbao / EUROPA PRESS

La distancia entre Euskadi y Madrid parece agigantarse. El acuerdo en torno a la reforma laboral que llegará próximamente al Congreso ha provocado una tormenta en el País Vasco, donde las principales fuerzas sindicales y políticas han vuelto a poner sobre la mesa un marco vasco de relaciones laborales que el pacto del Gobierno con CCOO, UGT y CEOE no recoge. La desilusión de los principales agentes sindicales vascos podría traducirse en manifestaciones.

"El Ejecutivo español se ha negado a hablar con nosotros", dice Pello Igeregi, responsable del área de Negociación Colectiva en el sindicato ELA, una organización que cuenta con el 41% de representatividad en el País Vasco, más del doble que CCOO (18,5%) y cuatro veces más que UGT (10%).

El alejamiento entre el principal sindicato vasco y La Moncloa es hoy más evidente que hace un mes. Igeregi asegura que ELA, CIG de Galicia y la Intersindical catalana solicitaron reuniones con el Ministerio de Trabajo para abordar el contenido de una posible reforma laboral, pero –según destaca el sindicalista vasco– no tuvieron éxito. 

"La ministra se negó a recibir a sindicatos mayoritarios de los países del Estado. No ha tenido ninguna intención de hablar con quienes queríamos profundizar en una reforma laboral verdadera, y ha preferido dar capacidad de veto a la CEOE", lamenta el representante de ELA.

Las diferencias son sustanciales y, de momento, irreconciliables. "Lo que se va a convalidar no es una nueva reforma laboral, sino la reforma de 2012: sus elementos fundamentales se van a mantener por un largo tiempo", sostienen el portavoz de la organización sindical vasca, que pone principalmente el foco en asuntos tales como el mantenimiento de la "flexibilidad interna en las empresas o el despido fácil y barato".

Hay otro elemento clave sobre la mesa: la reforma no aborda nada parecido a la "prevalencia de los convenios de Euskadi respecto a los del Estado", una reivindicación sindical y política que viene de atrás y que, de momento, sigue sin plasmarse en la realidad. 

Jule Goikoetxea, profesora del Departamento de Ciencias Políticas de la Universidad del País Vasco (UPV) e investigadora de la Universidad de Oxford, sostiene que no se trata de un asunto baladí. "La calidad de las condiciones laborales es mayor en Euskadi, principalmente porque aquí existen sindicatos confrontativos que permiten conseguir mejores condiciones laborales que las acordadas en los convenios estatales", explica.

Pocos días antes de que acabara 2021, tanto ELA como el sindicato LAB –que ostenta el segundo lugar en número de representantes sindicales, con un 19%– suscribieron una declaración junto a una veintena de organizaciones sindicales de Catalunya, Galicia, Valencia, Canarias, Asturias o Aragón, en el que apuntan precisamente que el acuerdo alcanzado en Madrid "no contempla medidas para corregir la estatalización de la negociación colectiva impuesta por las reformas laborales de 2010 y 2012, por lo que los convenios sectoriales acordados en nuestros territorios seguirán subordinados a los convenios estatales".

"El marco estatal de negociación se ha demostrado menos combativo y la sacralización que esta reforma hace de ese marco es un intento de atenuar las luchas sindicales de los territorios", lamentan los firmantes, que advierten además que "el único camino para un cambio de modelo, también para la clase trabajadora del estado, es el ejercicio del derecho a decidir de los pueblos, para que seamos los pueblos quienes decidamos libre y democráticamente nuestro futuro y por supuesto también nuestro modelo socio-económico".

En el caso de Euskadi, esa notoria desilusión amenaza con convertirse en protestas de calado. "Estamos hablando con otros sindicatos e intentaremos dar la respuesta más contundente y conjunta posible con el resto de organizaciones que configuran la mayoría sindical vasca", avanzó Igeregi. 

Alejamiento político

En ese contexto, los principales partidos vascos también han mostrado su alejamiento del Gobierno en este asunto, lo que supone un giro de los acontecimientos: en los últimos meses, PNV y EH Bildu habían mostrado en distintas ocasiones su capacidad de alcanzar acuerdos con el Gobierno de PSOE y Unidas Podemos. Ahora, en cambio, no ocultan –con matices– sus diferencias con el Ejecutivo.

El asunto de la reforma laboral es especialmente sensible en EH Bildu: fue precisamente esta organización la que pactó con PSOE y Unidas Podemos la derogación de la reforma laboral. Ocurrió en mayo de 2020, a las puertas de la aprobación de la quinta prórroga del estado de alarma, y suscitó un revuelo importante.

A partir de ese momento, EH Bildu se convirtió en un socio estable del Gobierno, lo que a su vez supuso romper estigmas y tópicos a la hora de establecer conversaciones con la izquierda independentista vasca. 

"Siempre se aprende"

"En las próximas semanas se abre un periodo de oportunidad para rectificar algunas cuestiones que consideramos básicas para evitar un voto, que a día de hoy, es rotundamente contrario a esta reforma de la reforma", remarcó esta misma semana el coordinador general de la coalición abertzale, Arnaldo Otegi, en un artículo de opinión en Público.

Otegi: "O el acuerdo se modifica o no avalaremos esta reforma laboral"

El político independentista remarcó que la desestatalización de la negociación colectiva, junto al bloque que afecta a los despidos, "son cuestiones determinantes" para evitar el "no" de EH Bildu. "O el acuerdo se modifica o no avalaremos esta reforma laboral. En cualquier caso, y pase lo que pase, EH Bildu seguirá manteniendo como premisa que en la vida, como en la política, a veces se gana, a veces se pierde, pero siempre se aprende", señaló Otegi. 

Un gran escollo

El PNV tampoco está, de momento, en el bloque del sí a esta reforma, aunque lo exterioriza con un discurso diferente al de EH Bildu. "El PNV no integra ningún bloque ni tiene una acción coordinada con otras formaciones políticas en este asunto. Es más, a diferencia de otros partidos que tienen una oposición frontal al pacto anunciado hace dos semanas, desde el PNV damos mucho valor al acuerdo alcanzado por el Gobierno, la patronal y los sindicatos", señalaron fuentes de ese partido. "Un acuerdo tan plural es siempre merecedor de respeto y consideración. Lo valoramos en ese sentido, y lo respetamos", subrayaron.

De hecho, el partido de Iñigo Urkullu considera que el acuerdo alcanzado en Madrid sí contribuye a "paliar los aspectos más lesivos de la reforma laboral que llevaron a cabo el PP y Mariano Rajoy haciendo valor su mayoría absoluta en el Congreso de los Diputados, una reforma a la que el PNV votó no".

Sin embargo, el PNV sostiene que hay un solo escollo "para poder brindar su apoyo a este acuerdo para la reforma laboral, pero es un escollo grande". "La representación y la fuerza sindical en Euskadi es muy distinta a la existente en el conjunto del Estado. También son muy diferentes las relaciones en el marco de las relaciones laborales", sostiene este partido, que se sitúa así en sintonía con los reclamos de ELA, LAB y EH Bildu. 

El PNV exige "una salvaguarda del marco vasco de relaciones laborales"

"Es por eso que desde el PNV solo podemos apoyar una reforma laboral que defienda, proteja y reconozca un marco autónomo vasco de relaciones laborales, y que recoja la prevalencia de los convenios autonómicos", alega el partido nacionalista, que exige "una salvaguarda del marco vasco de relaciones laborales".

En Sabin Etxea argumentan que "el blindaje del marco vasco no atentaría contra ningún interés patronal", al tiempo que recuerdan que "este sistema estuvo vigente en su momento sin crear problemas de ningún tipo". ¿Hay margen para el acuerdo? En las oficinas de Bilbao no lo descartan. "Confiamos en ser capaces, en lo que le resta de trámite parlamentario, de incorporar al acuerdo la defensa del marco vasco de relaciones laborales, que es crítico a la hora de fijar nuestra posición como partido", remarcaron.  

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