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Mertxe Aizpurua: "El Gobierno ha asumido que necesita la mayoría plurinacional de izquierdas"

La portavoz de EH Bildu en el Congreso, Mertxe Aizpurua, posa en la Sala Sert de la Cámara Baja. Ana Beltrán
La portavoz de EH Bildu en el Congreso, Mertxe Aizpurua, posa en la Sala Sert de la Cámara Baja para su entrevista con 'Público'. Ana Beltrán

La semana ha sido intensa en lo político. El Gobierno de coalición ha aprobado los Presupuestos Generales del Estado por tercer año consecutivo, apuntalando la legislatura y cohesionando la mayoría plurinacional y progresista en el Congreso. Pieza clave de esta es EH Bildu que, con sus cinco diputados en la Cámara Baja, está dando una lección de responsabilidad al priorizar medidas de carácter social a las de cuestión identitario en estos años de inseguridad ante la inflación, la guerra y, previamente, la pandemia. Atiende a Público la portavoz en Madrid del grupo independentista vasco, Mertxe Aizpurua (Usurbil, Guipuzkoa, 1960), quien no puede evitar indignarse y mostrar apoyo a la ministra de Igualdad, Irene Montero, por la violencia política ejercida por la derecha durante los últimos días contra ella.

Terceros Presupuestos consecutivos del Gobierno que cuentan con el apoyo de EH Bildu. ¿Le están tomando gusto a esto de facilitar la gobernabilidad del Estado?

Bueno, si se trata de coger gusto, yo creo que le estamos cogiendo gusto a que nuestras medidas beneficien a todo el mundo, beneficien a las clases populares, a las clases trabajadoras, tanto de Euskal Herria como del resto del Estado. A eso sí le estamos cogiendo gusto. Y en ese sentido, creo que podemos decir que estamos satisfechos del acuerdo que hemos alcanzado este año porque las medidas que hemos insertado con nuestras propuestas en estos Presupuestos realmente los hacen mucho mejores y dan tranquilidad y certidumbre a muchas personas.

"Estamos satisfechos del acuerdo que hemos alcanzado este año"

Hay medidas muy importantes, como el tema de topar el precio de los alquileres al 2% hasta finales de 2023. Esto es algo que va a dar mucha tranquilidad a miles y miles de personas que no sabían exactamente cuánto les podría subir su alquiler y que le podría subir estratosféricamente. También, el tema de las pensiones no contributivas, que supone, para esas personas que realmente tienen pensiones de miseria, otra tranquilidad. Y supongo que igual también para los de los afectados de la talidomida o el hecho de que hayamos conseguido ampliar en 200 las plazas MIR que estaban presupuestadas para este año. Creo que son medidas muy importantes y en ese sentido sí estamos satisfechas.

Después de tres años de legislatura y de tantos pactos con el Ejecutivo para apoyar sus iniciativas, ¿se han ganado ser un socio prioritario para el Gobierno? ¿Pretenden serlo?

Se está hablando mucho estos días y en algunos medios nos definen como socios preferentes. Realmente no es nuestro objetivo el ser o no el socio preferente. De hecho, yo creo que hemos demostrado que no siempre apoyamos las políticas que este Gobierno quiere llevar adelante. Como ejemplo, queda la reforma laboral, algún otro decreto también en el que votamos en contra, como el de los ayuntamientos. Nosotros valoramos las medidas en función de su contenido. En función de eso es cómo tomamos las decisiones y actuamos. Todo depende del contenido: si son políticas que avanzan, perfecto, las apoyamos; si van en otra dirección, como ha pasado con la ley audiovisual, pues votamos en contra.

"El Gobierno ha visto que necesitaba estar con la mayoría plurinacional de izquierdas que hay en este hemiciclo"

Es verdad que al principio de la legislatura, durante los dos primeros años o en el primer año y medio parecía que Sánchez siempre estaba mirando de reojo a Ciudadanos y tenía una especie de pulsión para poder gobernar con Ciudadanos también. Eso se ha despejado al final y creo que hay un cambio de posicionamiento del Gobierno en este sentido, que ha asumido que necesita la mayoría plurinacional de izquierdas que hay en este hemiciclo.

Ha llamado la atención el sigilo con el que han llevado las negociaciones, esto es una marca ya de EH Bildu. ¿Por qué? ¿Es mejor negociar en silencio que hacer ruido?

Bueno, creo que es una cuestión de estilo. Los vascos somos así en general, es cierto. Somos más discretos. Se nota incluso en las manifestaciones. Eso también tiene sus pegas, pero bueno, a la hora de negociar, nosotros preferimos mantener la discreción. Creo que ayuda a que las cosas fluyan mejor. Yo entiendo que los medios de comunicación quieran tener información del minuto a minuto, pero hasta que no están conseguidos los acuerdos, nosotros preferimos no avanzar nada y, sobre todo, preferimos no jugar con determinadas opciones que, aunque puede ser legítimo utilizar la información para presionar, no es nuestro estilo, simplemente.

"El Gobierno sabe que somos muy serios"

Somos serios y yo creo que el Gobierno lo sabe. Cuando decimos no, es que no, y está argumentado y no son unos nos categóricos sin razonamientos; y cuando es que sí, lo mantenemos hasta el final. En las negociaciones también tiene que haber un espacio de confianza y ese espacio de confianza, si se rompe por determinadas declaraciones ante los medios, siempre es más difícil de llegar a cuestiones. Entonces, bueno, es cuestión de estilo diría yo.

¿Cómo define a María Jesús Montero como negociadora?

Es muy dura [risas]. La verdad es que cuesta mucho, pero es clara. Yo creo que muchas de estas cuestiones que al final se traducen en formas de hacer política tienen también mucho que ver con con cómo sea personalmente la persona. En política, el factor humano cuenta. Yo la definiría así: clara y difícil. No es fácil llegar a acuerdos, pero una vez que llegas a acuerdos, los mantiene y, sobre todo, destaco la claridad con la que expone y con la que negocia ella y su departamento.

La portavoz de EH Bildu en el Congreso, Mertxe Aizpurua, posa en la Sala Sert de la Cámara Baja. Ana Beltrán
La portavoz de EH Bildu en el Congreso, Mertxe Aizpurua, en la Sala Sert de la Cámara Baja. Ana Beltrán

¿Se acerca el momento en el que los soberanismos periféricos hayan de asumir puestos en la dirección del Estado frente a la alternativa de las derechas y ultraderechas españolas?

Bueno, este no es ni nuestro impulso ni nuestro objetivo. No queremos llegar a las estructuras del Estado ni gobernar este Estado. Hablo desde EH Bildu y desde la izquierda independentista vasca, e incluso estoy convencida de que tampoco es el ánimo de los catalanes. Está claro que nosotros queremos construir nuestras propias repúblicas independientes. No porque seamos mejores ni peores que los españoles. Quien se sienta español está muy bien, pero nosotros también queremos aspirar a poder tener lo mismo. Al final, el tema de la soberanía que reivindicamos y lo que hay detrás de eso no es más que un espacio común de vida, de vivir mejor y de vivir con respeto.

"Está claro que nosotros queremos construir nuestra propia república independiente"

A eso aspiramos también, porque creemos que tenemos derecho a ello y que la mayoría de la sociedad vasca aspira a ello. Naturalmente, con toda la solidaridad con las clases trabajadoras de este Estado. Esa es la idea que tenemos y la idea que nos mueve, la de hacerlo desde la solidaridad, desde el plano de solidaridad internacionalista, que es lo que practicamos también.

¿Qué se ha quedado en el tintero de las negociaciones presupuestarias con el Gobierno? ¿Qué les habría gustado añadir y no han podido?

Bueno, nosotros siempre aspiramos a más porque creemos que hay espacio para conseguir más cosas, pero tanto en los Presupuestos, que es un espacio de tiempo muy concreto y que tiene sus límites también, como en el plano político. Hay cuestiones que sí nos hubiera gustado incluir en los Presupuestos, que no se ha podido porque el Gobierno ha dicho que no, pero bueno, tenemos todavía opciones. Hay un año de legislatura y se pueden solucionar ahí. Estoy hablando de la ley de vivienda, en la que hemos dado un margen de confianza a esa gente que ahora está viviendo del alquiler y que por lo menos tiene la garantía de que, hasta que se apruebe la nueva ley de vivienda y esperemos que sea en los términos que debería ser para dar protección a la gente, tenga ese respiro. Claro que éramos mucho más ambiciosos, pero, en cualquier caso, lo que hemos conseguido está bien.

¿Queda margen para avanzar durante esta legislatura en otras cuestiones enquistadas, como la ley de vivienda o 'ley mordaza', teniendo en cuenta el ciclo electoral de 2023?

Margen hay, porque cuando el Gobierno quiere acelerar, imprime rapidez y lo consigue. Realmente, si hay voluntad política clara de conseguirlo, se puede. Y bueno, en estas dos cuestiones, la de la ley de vivienda, que es tan importante, y la reforma de la ley mordaza, que también es necesaria, el Gobierno, incluso el PSOE, se comprometió desde el principio de la legislatura con los socios del Gobierno. Por otro lado, parece que el último año ya entramos en el periodo preelectoral y las cosas que no se han conseguido en los tres primeros años de legislatura, ya difícilmente van a poder salir. Pero yo creo que hay necesidades perentorias que obligan a que estas cuestiones se lleven adelante.

¿Cree que la reforma de la malversación tiene cabida en la derogación del delito de sedición? ¿Cómo debe abordarse este asunto?

Hay dos cuestiones básicas en el tema de la reforma de la ley de sedición, que la vemos necesaria porque creemos que el conflicto catalán, al igual que que el conflicto vasco, se ha abordado desde una óptica que no es buena, la de la judicialización de los conflictos. Creemos que no debe ser así y está bien todas las medidas que vayan encaminadas a que se encarrile desde el plano político un conflicto político. Es básico y es lo que debe hacerse en ese sentido.

"No puede ser que se abra la vía a otra serie de fraudes"

Asimismo, en principio es verdad que hay alguna preocupación por el tema de cómo puede afectar en el Código Penal el agravamiento de los desórdenes públicos. Seremos muy claros y estaremos muy pendientes de cómo se aborda esa cuestión. Y lo mismo si se introdujera la reforma de la malversación, seremos extremadamente escrupulosos, no puede ser que se abra vías a otra serie de fraudes. Con lo cual, yo creo que son principios básicos que vamos a mantener y actuaremos en función de esto.

En lo relativo a los desórdenes públicos, esto podría suponer una losa para los movimientos sociales y la protesta social, según denuncian. ¿Van a intentar cambiarlo en la tramitación parlamentaria?

Hablaremos con el ERC y hablaremos con el PSOE. Yo estoy convencida de que es la inspiración por la que van a trabajar también, de que esto no abra vías nuevas. En cualquier caso, el Código Penal es el que es y ahí está también. Es decir, el Código Penal siempre está sujeto a interpretación y hay jueces que actúan de diferente manera con el mismo Código Penal y lo aplican de diferente forma. Con el Código Penal, lo que ocurrió en Altsasu por una bronca de bar, que es lo que fue, tuvo una pena tremenda para esos jóvenes. Sin embargo, situaciones similares, prácticamente idénticas, que se daban en Andalucía o en Murcia, pues no tenían ese recorrido y quedaban en unas meras faltas. 

En cuanto a la ley del 'solo sí es sí, uno de los temas polémicos de los últimos días por la revisión de algunas condenas a la baja, ¿cree que este asunto se cerrará después de la instrucción de la Fiscalía o si el Supremo sienta jurisprudencia o hace falta una revisión para no dar margen a la aplicación perversa de la norma?

Yo creo que efectivamente se ha exacerbado todo. Se han magnificado una serie de sentencias, que obviamente han sido pocas, y, por lo que hemos podido leer últimamente a los juristas, que son quienes saben de esto, no parece que la ley tenga resquicios suficientes como para preocuparse. La interpretación de esa ley, naturalmente, queda al albur de los jueces y algunos actuarán como actúan siempre. Siempre ha habido jueces que han actuado de una forma contraria a lo que en principio inspiraba la ley.

Y la inspiración de esta ley está clarísima: es proteger a las mujeres y es lo que hay que mantener. Y esta ley, en ese sentido, es necesaria e imprescindible para poder luchar contra la violencia machista. Sí, se va a desinflar. Yo creo que la derecha más montaraz y la ultraderecha fascista que tenemos en este Estado realmente no van a dejar que esto se desinfle, lo van a intentar por todas las esquinas y por todos los vericuetos posibles. Yo creo que esto, en realidad, no es un ataque contra esta ley, sino que es un ataque contra cualquier ley que proteja a las mujeres, contra cualquier normativa que suponga luchar contra la violencia machista.

"La inspiración de la ley del 'sólo sí es sí' es clarísima: proteger a las mujeres"

Eso es lo que ha sido todo este ataque. Y yo creo que deberíamos tomarnos muy en serio todo lo que ha ocurrido en los últimos días, porque el ataque que se ha hecho contra Irene Montero día a día, cotidianamente, sin dejar un respiro y que culminó con esa barbaridad del pasado miércoles en el pleno, creo que nos debería hacer pensar a todos y tomar cartas en el asunto. Si le dejas espacio a la ultraderecha, todo lo que va ganando es un retroceso para el resto. Entonces, creo que es un tema que hay que tomárselo muy en serio. No es una anécdota en absoluto. No es algo que termina ahí, supone algo y creo que debería llevarnos a reflexionar a toda la sociedad sobre lo que supone dejar espacio a la ultraderecha. Creo que hay que poner pie en pared y creo que hay que hacerlo cuanto antes.

De hecho, todos los grupos progresistas mostraron su apoyo a la ministra tras los insultos vertidos por parte de Vox desde la tribuna del hemiciclo. ¿Cómo se pueden frenar estas manifestaciones ultras en el Congreso?

Yo sé lo que no debería hacer la mesa, que es precisamente lo que vimos el miércoles y lo que luego vimos el jueves. La misma persona que estaba en ese momento como presidente de la Mesa del Congreso [Alfonso Rodríguez de Celis] tuvo una actuación muy tibia cuando se estaba dando un ataque personal imperdonable e indecente contra la ministra Montero, y realmente actuó con demasiada lentitud, con demasiada tranquilidad ante la gravedad de los hechos. Y el jueves, sin embargo, el compañero del BNG, Néstor Rego, ha hablado de monarquía corrupta y el mismo presidente le ha cortado inmediatamente diciendo que no se podía hablar de monarquía corrupta. Eso es lo que no se debe hacer.

Podemos está introduciendo un término de "violencia política" en el debate político. ¿Existe hoy en día esa 'violencia política'?

Sí, hay violencia política, la ha habido siempre y lo que ha pasado durante mucho tiempo es que únicamente no se ha tomado en cuenta, como si la violencia política estuviese regulada o contenida exclusivamente en una parte de lo que estaba ocurriendo. La ultraderecha hace violencia política, ejerce violencia política. Y lo que ha pasado en el Congreso esta semana ha sido una manifestación de ello.

¿Usted también la ha sufrido?

"Nos llaman de todo y nadie hace nada"

Sí, sí. Y creo que fue desde el primer día que llegué al hemiciclo, desde la sesión de investidura, que fue muy evidente y fue un continuo ataque durante mi intervención. Posteriormente, también mi grupo parlamentario ha sido objeto de ella. Yo diría que, prácticamente en cada sesión de pleno, tenemos que escuchar verdaderas barbaridades. Nos llaman de todo y nadie hace nada. Es cierto. Y eso es violencia también.

La portavoz de EH Bildu en el Congreso, Mertxe Aizpurua, posa en la Sala Sert de la Cámara Baja. Ana Beltrán
La portavoz de EH Bildu en el Congreso, Mertxe Aizpurua, posa en la Sala Sert de la Cámara Baja. Ana Beltrán

¿Cómo afronta EH Bildu las elecciones municipales de 2023?

De cara a las elecciones municipales, que son las primeras que tenemos por delante, yo soy muy optimista. Creo que vamos a tener unos buenos resultados. Siempre los hemos tenido en el plano municipal, hemos sido primera fuerza.

Creo que lo vamos a seguir siendo porque todos los datos apuntan a que vamos in crescendo y todos los sondeos que van apareciendo por ahí también apuntan en la misma dirección. Es algo además que palpas en la calle. Además, tenemos unas candidaturas muy buenas. Están saliendo estos días las candidaturas de diferentes pueblos y estoy viendo que hay muchísimas mujeres además, y me parece que va en la línea que ha seguido siempre EH Bildu. Somos equipos buenos, funcionamos bien y yo creo que lo que nos hace diferentes, precisamente, es la implicación que tenemos, el arraigo que tenemos en el territorio y la forma de trabajar que tenemos con la gente.

"Los ayuntamientos gobernados por EH Bildu no son ayuntamientos donde se imponen las medidas"

Los ayuntamientos gobernados por EH Bildu no son ayuntamientos donde se imponen las medidas, donde el alcalde y los concejales adoptan todas las decisiones que consideran correctas, sino que se trabaja con la gente, se hacen asambleas, se hacen procesos participativos y creo que todo esto influirá seguro para tener muy buenos resultados. En Gipuzkoa, estoy convencida de que Maialen Iriarte va a conseguir un buen resultado y va a ser de nuevo quien gobierne la Diputación en nombre de EH Bildu.

De hecho, usted fue alcaldesa. ¿Qué es lo que más valora de la política municipal y echa de menos de la política parlamentaria?

Se suele decir que la política municipal es lo más cercano a la gente y parece que es una frase hecha, pero es cierta. Eso tiene una carga que para mí era muy pesada de llevar, porque hay cosas que no se pueden solucionar y depende de cómo seas tú, lo vives con angustia. Es cierto que hay momentos que para mí había cosas que eran como irresolubles y no tenían solución desde el plano del ayuntamiento y que son muy difíciles de llevar. Hay un abismo entre lo que es la política municipal, porque ves el problema, lo percibes, lo conoces, te encuentras en la calle con ese problema, y tiene esa parte buena que te da el discernimiento y el conocer realmente lo que está pasando; y tiene esa parte mala de no poder resolverlo todo.

"Esa falta de cultura democrática se percibe también en eso de tantos años de franquismo sociológico"

En el Congreso, es otro nivel. En general, lo que se percibe es que los problemas cotidianos de la gente, el día a día de la gente, lo que de verdad preocupa a la gente, aquí preocupa muy poco y preocupan otras cosas. Es esta mala política, esta mala forma de hacer política, que es la de utilizar cualquier resorte, cualquier tema que tenga a mano para poder hacer mi política partidista. Entonces, hay un abismo entre lo que es una institución y lo que es la otra institución. No debería ser así. No sé si este Congreso, con esta ultraderecha montaraz y esta derecha también tan montaraz como la ultraderecha, tiene remedio en ese sentido. Yo creo que esa falta de cultura democrática se percibe también en eso de tantos años de franquismo sociológico. El resultado de esa transición que nos vendieron como maravillosa también es esto y creo que hay que tenerlo en cuenta.

¿Tiene el Gobierno tiempo para dar la vuelta a las encuestas, por ahora favorables al PP junto a Vox?

Yo creo que hay margen. Es deseable que ocurra porque la otra opción es fatal, que es que gane el Partido Popular y que gobierne con Vox. Son las dos únicas opciones que hay. Ese Gobierno de coalición, esa reedición de Gobierno de coalición posible, únicamente se va a poder sustentar también en las mayorías de izquierda y en las izquierdas independentistas que hay en este hemiciclo, que todos los datos apuntan a que, efectivamente, van a seguir creciendo. Por lo tanto, creo que es la opción deseable y no hay otra.

"Lo mejor para la izquierda del Estado español y las izquierdas independentistas es que nos encuentre con la mayor fortaleza posible"

En cualquier caso, yo creo que lo que debemos hacer y lo que está haciendo EH Bildu es tejer la mayor red de complicidades posible porque, tanto en un caso como en otro, es decir, gobierne quien gobierne, ante esas dos opciones, lo mejor para la izquierda del Estado español y las izquierdas independentistas es que nos encontremos con la mayor fortaleza posible. Tanto si vamos a reeditar este Gobierno de coalición que hay en este momento como si tenemos que hacer frente a la ultraderecha y a la derecha en la Moncloa.

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