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Miles de personas defienden en las calles la sanidad pública en Andalucía

La orden de precios de los conciertos sanitarios, que abre la puerta a la externalización de las consultas de Atención Primaria –la Consejería de salud pagaría a las clínicas privadas un máximo de 65 euros por cada una– y también la posibilidad de que médicos privados despachen asuntos en instalaciones públicas, ha llevado este sábado a una multitud a las calles de Andalucía para defender el sistema público sanitario.

Cabecera de la manifestación en Sevilla.
Cabecera de la manifestación en Sevilla. Raúl Bocanegra

La orden de precios de los conciertos sanitarios, que abre la puerta a la externalización de las consultas de Atención Primaria –la Consejería de salud pagaría a las clínicas privadas un máximo de 65 euros por cada una– y también la posibilidad de que médicos privados despachen asuntos en instalaciones públicas, ha llevado este sábado a miles de personas a las calles de Andalucía para defender el sistema público sanitario.

Las convocatorias de la Coordinadora Andaluza de Mareas Blancas han sido en las ocho provincias. La manifestación de Sevilla, que fue multitudinaria (60.000 personas, según las mareas; 8.000, según la Policía) y supone un serio toque de atención al Gobierno de Juan Manuel Moreno Bonilla (PP), arrancó a las 12 horas en el centro de consultas de la calle María Auxiliadora. La cabecera alcanzó bajo el sol de marzo hacia las 13.20 la explanada frente al Palacio de San Telmo, sede de la Presidencia de la Junta, donde desembocó la protesta. Al cierre sonó el himno de Andalucía y se escuchó: "Viva Andalucía" y "viva la sanidad pública de Andalucía".

Las estimaciones de asistencia de la Policía Nacional a las manifestaciones fueron de 20.000 personas en Granada; 8.000 en Sevilla; 8.000 en Málaga; 5.000 en Huelva; 4.000 en Cádiz; 3.600 en Córdoba; 3.000 en Jaén, y 1.300 en Almería. 

En ella se corearon lemas como "no es un negocio nuestra salud", "tarifando, nos están privatizando" y "queremos inversiones, no externalizaciones". En las pancartas, se podían leer mensajes a favor de la sanidad pública y universal: "Por la salud"; "Pide tu fisioterapia en Primaria"; "SOS Sanidad"; "Aún espera la sanidad PP", acompañada de un cadáver; "para rey, clero, ejército siempre hay un dinero, para salud, no"; "Si hoy pasas de la sanidad pública, mañana la privada pasará de ti".  También se podían ver pancartas con las parcas, y unas tijeras sobre la palabra sanidad.

La coordinadora defiende un sistema público sanitario al 100%, sin colaboración con la sanidad privada y considera que la actividad del Gobierno del PP profundiza en los conciertos, que ya se iniciaron en la etapa socialista.

La convocatoria pretende "frenar las privatizaciones, revertir el desmantelamiento de la Atención Primaria [capaz de resolver más del 80% de los problemas de salud], reducir las largas listas de espera, minimizar las trabas de accesibilidad al sistema, mejorar la atención a la salud mental y eliminar la precariedad laboral del personal del Servicio Andaluz de Salud (SAS)".

Las mareas reclaman una mejor organización del SAS y que los aumentos de plantilla se consoliden, no sean por contratos, sino por plazas. La precariedad laboral, aseguran, ha alcanzado de lleno a los sanitarios, lo que provoca ausencia de facultativos en los pueblos y en las ambulancias.

Aunque admiten que el presupuesto para sanidad ha aumentado en estos años considerablemente, el grueso se va a farmacia, infraestructuras y conciertos, no a mejoras estructurales de las plantillas. Desde 2009, según las mareas, Andalucía ha perdido 9.000 plazas de sanitarios. El aumento de los conciertos –en términos absolutos crece año tras año el dinero dispuesto para ello, en términos relativos, más o menos se mantiene– es un asunto capital para las mareas, que reclaman al Gobierno que los revierta.

Acuerdo sindical

Los sindicatos UGT y CCOO pretenden con estas marchas, apoyadas por los partidos de la oposición al Gobierno andaluz, que preside Moreno Bonilla, darle un toque de atención al Ejecutivo después de haber firmado un pacto con el presidente para suavizar la orden y para subir la inversión en Atención Primaria hasta el 25% del presupuesto –en 2020 estaba en el 17%–. Este sábado lo han conseguido.

El Gobierno andaluz, que ha puesto a trabajar a los delegados en las provincias para explicar lo que están haciendo en cada una de ellas y en qué han invertido el presupuesto, asegura que va a cumplir con lo firmado, pero de momento no lo ha hecho. El presidente de la Junta, Juan Manuel Moreno Bonilla (PP), sabe que la sanidad es un asunto capital. Fue, de hecho, uno de los temas que le llevaron a la presidencia, después de que la gestión socialista naufragara en esta materia.

El acuerdo de UGT y CCOO con el Gobierno en materia sanitaria –el pacto fue mucho más amplio– consta de dos patas, además de la presupuestaria. Por un lado, según el texto enviado a los medios, garantizar "la preservación de la no externalización de la Atención Primaria salvo en situaciones de emergencia sanitaria sin posible cobertura por los servicios públicos". Esta redacción evitaría la retirada de la mención expresa a la Atención Primaria, que por primera vez recoge la orden que fija los precios de las derivaciones a la sanidad privada.

Y, por otro, "cualquier infraestructura, medio diagnóstico o dotación sanitaria que haya sido financiada con fondos públicos, será destinada en exclusividad a la utilización por el sistema sanitario público andaluz".

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