La cuna de la militancia del expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero, el PSOE de León, sigue sin poder remar unida por culpa de las diferencias internas que afloran cada cierto tiempo entre sus cargos y militantes. La última chispa la ha encendido la moción de censura que el Grupo Socialista en el Ayuntamiento de Ponferrada tiene previsto consumar mañana en el consistorio para desplazar al PP del poder tras 18 años de hegemonía, pero que llega manchada por el apoyo del exalcalde conservador de la ciudad Ismael Álvarez, que en 2002 fue condenado por acosar sexualmente a Nevenka Fernández, concejal de su propio grupo.

La agrupación socialista de la ciudad de León condenó el martes esta iniciativa de sus compañeros de partido en la capital del Bierzo, por considerarla como el 'indulto político', al exregidor del PP ponferradino. Mientras tanto, la Ejecutiva provincial del partido, que tiene al frente a Celestino, Tino, Rodríguez, ha preferido respetar la decisión del PSOE de Ponferrada. Pero desde ayer la división volvió a quedar patente por el manifiesto difundido por un grupo de mujeres del partido (ver PDF), y suscrito también por hombres, en el que denuncian la moción de censura por estar sustentada 'en el voto de un condenado por acoso sexual'.

El texto, promovido por el que se considera como el sector crítico de los socialistas leoneses, justifica su oposición a la iniciativa del PSOE de Ponferrada en 'la dignidad' de la víctima, Nevenka Fernández, y 'de las miles de víctimas de delitos con fondo sexista'. Argumentan, además, que se basan en la 'coherencia' con los principios ideológicos de su partido, y en la 'lucha continua por la erradicación de la violencia' contra las mujeres. 

'Llevamos muchos años trabajando por la igualdad y tenemos que tener tolerancia cero ante este tipo de conductas', explica en declaraciones a este diario Inmaculada Larrauri, integrante del Comité Regional del PSOE castellano leonés, miembro del Comité Provincial de León y portavoz del Grupo Socialista en el Ayuntamiento de Valverde de la Virgen. Ella insiste en que su manifiesto 'no pretende hacer el juego al PP', sino que trata de que los socialistas sean 'consecuentes con la lucha de muchísimos años'. Larrauri se muestra, además, especialmente indignada porque la fecha escogida para aprobar la moción de censura sea mañana, 8 de marzo, el Día de la Mujer Trabajadora. 

Tanto ella como otras socialistas como Olga Palacio o Susana Travesí, que también han impulsado el texto, insisten en que respaldan la labor del portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Ponferrada, Samuel Folgueral, y que le quieren a él como alcalde, si bien consideran que el procedimiento escogido, con el apoyo de Álverez, no puede ser aceptable. Palacio explica, además, que la idea de difundir el manifiesto tiene que ver con 'la imposibilidad' de defender su posición en un Comité Provincial, ya que la Ejecutiva no lo ha convocado. Ella ha sido la encargada de enviar el texto al secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, a su número dos, Elena Valenciano, o al líder de los socialistas castellano leoneses, entre otros.

Este diario se ha puesto en contacto tanto con el Grupo Socialista en el consistorio ponferradino como con la direccion provincial del partido, que han optado por no pronunciarse sobre este asunto hasta después de la votación que tendrá lugar mañana y en la que si nada cambia Folgueral resultará elegido como nuevo alcalde de la capital del Bierzo. Fuentes socialistas de la comunidad han querido recordar, en cambio, que el acuerdo con el acosador Álvarez también contempla la dimisión como concejal de éste una vez que haya apoyado la moción de censura, lo que consideran como un éxito del PSOE.