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Moción de censura Sánchez ofrecerá diálogo abierto dentro de la ley al independentismo y se guardará la baza de la fecha electoral

El líder socialista defenderá, en su intervención en la moción de censura, la necesidad de impulsar medidas sociales, muchas de ellas coincidentes con Unidos Podemos

El líder del PSOE, Pedro Sánchez, en la tribuna del Congreso de los Diputados en su fallida investidura, en marzo de 2016. EFE

MANUEL SÁNCHEZ

“Sánchez va a decir lo mismo que lleva diciendo todos estos meses sobre la situación de Catalunya: defensa de la Constitución y del Estatut, de la integridad territorial de España y la necesidad de buscar una solución política a través del diálogo y dentro de la ley”.

Así se manifestó un dirigente socialista, cercano a Sánchez, que conoce las propuestas generales que este jueves expondrá en la tribuna del Congreso el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, durante el debate de la moción de censura contra Mariano Rajoy.

Aunque Sánchez todavía estaba perfilando su intervención en la tarde del miércoles, las líneas generales de su intervención serán tres, más allá de exponer y denunciar los motivos qué le han llevado a presentar la moción de censura tras la sentencia del caso Gürtel, para tratar de convencer al mayor número posible de diputados que Mariano Rajoy no puede seguir siendo el presidente del Gobierno de España.

Una primera línea será exponer su propuesta para afrontar el conflicto catalán y el modelo territorial, como exige el PNV. En este sentido, Sánchez volverá a insistir en que la Comisión Territorial creada en el Congreso es el mejor lugar para rediseñar la España del siglo XXI, oyendo todos los planteamientos e intentando buscar grandes consensos. A esto, unirá la ya conocida oferta de que dicha reforma del modelo territorial se debe luego sustanciar y plasmar en la una reforma de la Constitución con un marcado carácter federal y de autogobierno.

No es previsible que Sánchez pide disculpas por las calificaciones de “racista” que ha vertido contra el presidente de la Generalitat, pero a buen seguro que buscará un tono más conciliador, que puede llegar hasta abrirle a Quim Torra las puertas de La Moncloa el primer día en que sea presidente del Gobierno para iniciar de forma inmediata el diálogo político.

Sánchez, no obstante, no jugará con fuego, y en todo momento exigirá el respeto a la Constitución y el Estatut, y advertirá de que no le temblará el pulso de aplicar de nuevo el 155 si vuelve a vulnerarse la ley.

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, tras la reunión con los diputados del partido en el Congreso, en la semana en que se debate la moción de censura contra el jefe del ejecutivo, Mariano Rajoy. EFE/ Ballesteros

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, tras la reunión con los diputados del partido en el Congreso, en la semana en que se debate la moción de censura contra el jefe del ejecutivo, Mariano Rajoy. EFE/ Ballesteros

La segunda línea en que posiblemente Sánchez haga hincapié es en desarrollar una urgente agenda social, si el calendario electoral que finalmente se fije lo permite. Sánchez cree que, mientras se consigue la estabilidad y la normalización institucional, hay tiempo para aprobar leyes vinculadas a las pensiones, parados y otros colectivos desfavorecidos de la sociedad.

Aquí quiere encontrar la complicidad con Unidos Podemos, y consensuar con el partido morado una serie de reformas en la que ambas formaciones están, en lo sustancial, de acuerdo.

El tercer punto que abordará Sánchez es el más complejo, y se refiere al calendario electoral. A nadie se le escapa que es una baza con la que podrá jugar Sánchez según cómo se vaya desarrollando el debate.

Todo apunta a que el líder socialista propondrá y pactará un periodo corto de tiempo, en ningún caso superior a un año, pero aquí todas las posibilidades están abiertas, ya que el PNV es quien más se opone a unas elecciones a muy corto plazo.

En principio, parece descartado que Sánchez proponga elecciones inmediatas, aunque son cada vez más las voces en su partido que consideran que esta es la mejor solución.

No obstante, estos son los escenarios previsibles, pero Sánchez va preparado para dar respuesta a cualquier sorpresa que pueda plantearse en el debate, ya que es descartable que haya contrapropuestas que puedan alterar discursos, mayorías y hasta el desenlace final de la moción de censura.

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