Este artículo se publicó hace 2 años.
Moreno se hace fuerte en el PP andaluz tras la caída de Pablo Casado
Moreno quiere manos libres para hacer acuerdos preelectorales (busca "integrar" a Ciudadanos) y postelectorales (a priori no descarta nada con Vox). La fecha de las elecciones aún no está decidida, pero se baraja de nuevo noviembre.
Sevilla-Actualizado a
El desembarco de Alberto Núñez Feijóo a la presidencia del PP, que se producirá en fechas próximas, le ha dado un nuevo vuelo al barón andaluz Juanma Moreno, quien asoma como una referencia del partido en esta nueva etapa.
Ciertamente, según las fuentes consultadas por Público, el presidente de la Junta está hoy "muy bien situado" y podría tener, como quiere, manos libres para tomar decisiones hasta ahora vetadas, como decidir sus pactos en Andalucía, preelectorales y postelectorales.
El Congreso de entronización de Feijóo, de hecho, será en Sevilla, el territorio más poblado y estratégico en los planes del PP, los primeros días de abril. "Feijóo ha entrado bajo palio, con un respaldo unánime que no tuvo Casado. Todos lo ven como la salvación de la crisis del PP", afirman las fuentes del PP consultadas por este periódico.
Moreno y su equipo se las han tenido tiesas, en más de una ocasión, con la dirección nacional saliente, que comandaba Teodoro García Egea: el congreso del PP de Sevilla, que se saldó con una victoria de Casado, y la beligerancia de Génova con Ciudadanos, el socio que en Andalucía ha mostrado una lealtad a prueba de bombas, han sido los temas fundamentales de discusión, además de la fecha de las andaluzas. "[Con la llegada de Feijóo] se eliminan las tensiones que había entre la dirección nacional y la andaluza", aseguran las fuentes.
Este fin de semana, de hecho, el propio Moreno manifestaba que le gustaría "integrar a Ciudadanos, [que] como formación está muy tocada". Luego añadía: "Pero habrá que valorarlo en su momento, ver qué quiere Ciudadanos y qué queremos también nosotros. No descarto nada". El vicepresidente Juan Marín, según las fuentes consultadas por Público, se lo piensa también, si mezclarse con el PP en las próximas autonómicas.
Este es un viejo debate, al que la propia Inés Arrimadas, en algún momento esta legislatura, no ha cerrado la puerta. En Andalucía, la sintonía entre los consejeros de Ciudadanos y del PP es extraordinaria y gracias a la coordinación política entre Marín y el consejero de la Presidencia, Elías Bendodo, se han evitado fuertes discrepancias que sí se han visto en otras comunidades gobernadas por PP y Ciudadanos.
Moreno es un tipo con fama de moderado. Ciertamente lo es en sus formas y discursos, en los que se ha llegado a vestir de socialdemócrata y ecologista. En esta ocasión, no es diferente: el presidente afirma que la llegada de Feijóo contribuirá a hacer del PP un partido centrado y llevarlo al lugar en el que él quiere estar. El presidente en alguna ocasión ha manifestado que estar en el centro permite pivotar, como en el baloncesto, con el otro pie, hacia el lado, izquierda o derecha, que convenga.
Sin embargo, independientemente de sus educadas maneras, los ejes de sus políticas han mirado hacia la derecha, tanto en el campo social –por primera vez en Andalucía se dan ayudas a colectivos antiabortistas– como en el campo económico –la receta es la de Madrid, competitividad fiscal para atraer empresas–, en el campo de los servicios públicos –la sanidad publica ocupa los últimos lugares en las estadísticas nacionales y se ha cambiado la normativa educativa para favorecer el negocio y a la enseñanza católica, lo que le ha costado una huelga sectorial–, y en el campo de la ordenación del territorio y la defensa del medio ambiente –la nueva Ley del Suelo, ya aprobada, y la de los regadíos que se tramita en el Parlamento andaluz, suponen toda una oda al ladrillo y a poner los recursos naturales al servicio del capital–.
Vox
Mientras, al fondo, asoma Vox. Moreno fue el primero –-con el apoyo de Génova– que firmó un acuerdo con el partido de Santiago Abascal – y, en aplicación del principio del pívot, no descarta nada con la ultraderecha, que le ha apoyado tres presupuestos en esta legislatura antes de abandonarle y dejarle solo y sin cuentas para 2022, en este nuevo escenario político.
Así lo manifestó en la entrevista de El País de este fin de semana: "Eso [gobernar con la ultraderecha] es una situación muy compleja que requiere analizarlo con seriedad. PP y Vox somos distintos. Hay asuntos donde la posición es cercana: en la integridad territorial de España, en bajar impuestos, en la reforma del sistema productivo. Otras cosas, en cambio, nos alejan: la lucha contra el cambio climático, contra la violencia machista, la España autonómica.".
"Va a depender de la actitud de Vox. De si quiere pasar de ser un partido que señala los problemas a ser un partido que gestiona los problemas. Para dar ese salto tiene que entender que gobierna para todos, no para unos pocos. Tiene que practicar un pragmatismo en la gestión. ¿Está Vox preparado? Tienen que decidir. Y yo creo que cada presidente autonómico tiene que hacer sus pactos. No se puede pilotar eso desde Madrid. Otra variable importante: las personas. Hay personas que son intransigentes", proseguía el presidente andaluz.
En esta dialéctica con Vox, un acuerdo electoral con Ciudadanos le puede venir bien a Moreno. Por ejemplo, fueron Marín y Javier Imbroda, consejeros de Ciudadanos, quienes frenaron la censura parental en la escuela, que hoy no existe como tal en Andalucía, a pesar de que el presidente la pactó con Vox –en el punto 13 de su pacto para la investidura–.
"El pacto de Gobierno con Vox parece casi inevitable en Castilla y León. Y si se hace, puede complicar el panorama de cara a las elecciones andaluzas, porque eso va a centrar la campaña de la izquierda", afirman las fuentes del PP andaluz consultadas por Público.
La fecha de esas elecciones es aún una duda, aunque después de los últimos acontecimientos, parece que en San Telmo se decanta por noviembre como fecha más probable. En todo caso, el presidente, según las fuentes, no tiene nada cerrado al 100% sobre este tema, y está esperando como factores políticos relevantes a que se cierre en condiciones el Congreso de Sevilla y a ver qué hace el PP de Castilla y León con Vox. "Por ahora, siguen pensando en noviembre como fecha más probable", indican estas fuentes.
Aunque todas las encuestas le dan al PP un excelente resultado en Andalucía, todas ellas, asimismo, revelan que para gobernar va a necesitar a la ultraderecha. Pero, ¿Hasta qué punto? ¿Hasta dónde llegará Vox en Andalucía? En Castilla y León, Vox mejoró en más de un punto el resultado que obtuvo en las pasadas generales de finales de 2019, y en más de 12 puntos el de las autonómicas, celebradas unos meses antes.
En Andalucía, ya con Moreno en el Gobierno, Vox se quedó a escasos 8.000 votos del PP, con un 20% de los votos, en las pasadas generales. Casi un año antes, en la autonómicas, Vox se había quedado en el 10%. ¿Repetirá Vox este 20% de los votos? ¿Se irá el voto que aún queda en Ciudadanos al PP o se irá a Vox? ¿Logrará Moreno "integrar" a Ciudadanos?
Una derivada del proceso de relevo de Casado por Feijóo ha sido, una vez más, el diferente rasero con el que el PP mide las acusaciones de corrupción en casa propia y en la ajena. Sobre los contratos del Gobierno de Isabel Díaz Ayuso vinculados a su hermano y que la oposición ha llevado a la Fiscalía, Moreno no ha querido profundizar. "Será la justicia la que tiene que dictaminar. Yo personalmente creo en la honorabilidad de Ayuso. Si hubiese algún tipo de irregularidades tiene que ser la justicia quien lo aclare", dijo este fin de semana.
Este es un asunto de calado para Unidas Podemos. Su portavoz, Inmaculada Nieto, le ha afeado en más de una ocasión a Moreno que "la corrupción no es un fenómeno más o menos grave en función del barrio por el que transite".
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