Este artículo se publicó hace 3 años.
Moreno y Puig sellan un pacto para elevar la reforma de la financiación autonómica a acuerdo de Estado
El presidente andaluz y el del País Valencià proponen la creación de un fondo extraordinario que compense, que atienda las necesidades, mientras se resuelve el asunto estructural, el de la reforma de la Ley de Financiación de las Comunidades Autónomas
Sevilla-
El encuentro entre Ximo Puig (PSOE), presidente del País Valencià, y Juanma Moreno (PP), presidente de Andalucía, se celebró en un tono de sintonía total al respecto de la necesidad urgente de mejorar la financiación de ambas comunidades, las que reciben una menor cantidad por habitante cada año, según los estudios más precisos. Ambas CCAA representan al 28% de la población española.
Ambos presidentes propusieron la creación de un fondo extraordinario que compense, que atienda las necesidades, mientras se resuelve el asunto estructural, el de la reforma de la Ley de Financiación de las Comunidades Autónomas, que de verdad les interesa, pero que tiene difícil solución, porque depende –a pesar de ser una ley orgánica a probar en el Congreso– de que se pongan de acuerdo de nuevo el Estado y 15 CCAA, entre las que está Catalunya, que ahora mismo, como expresó el president Pere Aragonès está por la negociación bilateral con el Gobierno.
La última vez que se llegó a un pacto sobre la financiación fue en 2009, que debería ser reformado en el año 2014. Para Moreno, es necesario "repensar el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF, donde se tratan estos asuntos, en donde están representadas las CCAA y el Estado)" y para Puig, ir hacia "instrumentos federalizantes".
Tanto Moreno como Puig rompieron una lanza, cada uno a su estilo, por los acuerdos de Estado. Puig citó al escritor Amos Oz para defender que, a pesar de que "no hay acuerdos felices", estos son necesarios. "Hay que abordar la cuestión central, buscar una solución estructural y estamos abiertos a soluciones coyunturales de todo tipo", resumió Puig.
Cuando se tocó el tema de la fiscalidad, un asunto íntimamente relacionado con la financiación, porque parte de los recursos de las CCAA se obtienen de fuentes propias, de la parte de los impuestos transferidos que son competencia autonómica, Moreno defendió la corresponsabilidad fiscal y la autonomía de Andalucía para bajar impuestos. Puig habló de desigualdad, de "adaptar la fiscalidad a los nuevos momentos" y de saber el Estado del Bienestar que uno quiere tener.
Ambos afirmaron que en su mente no estaba subir impuestos y que era el sistema en su conjunto el que estaba "infrafinanciado". "El sistema tiene que tener más recursos y un funcionamiento sano del Estado", dijo Puig. Moreno habló de "oportunidades": "Tienen más oportunidades aquellos que tienen una financiación más justa".
Moreno, quien el día anterior había estado con la vicepresidenta Nadia Calviño, se mostró optimista al respecto de los efectos que va a tener el encuentro entre ambos presidentes: "Esta reunión va a provocar una reacción. El hecho de tener una reunión va a atender el problema que tenemos".
Los datos recopilados y hechos públicos a principios de septiembre por Ángel De la Fuente, uno de los mayores expertos en financiación autonómica, revelan que el País Valencià, Murcia y Andalucía, además de Castilla-La Mancha, reciben una financiación efectiva por habitante por debajo del promedio y, por tanto, menor que las demás desde hace varios años.
En términos políticos, sin duda, el encuentro y la sintonía con Puig, un hombre, también, de formas amables, refuerza la centralidad de Moreno, quien afirmó en varias ocasiones que no se trataba de un "discurso del agravio" sino de una realidad que ambos exponían de manera contundente y "educada", la infrafianciación de Andalucía, y su imagen de hombre moderado con capacidad de llegar a acuerdos y lo distancia de la ultraderecha, de Vox, su socio parlamentario.
Y para Puig, supone un espaldarazo relevante a su estrategia –tras reunirse con Francina Armengol y Pere Aragonés– de ir tejiendo las complicidades necesarias para lograr un nuevo acuerdo que sustituya o module el del año 2009, al sumar a la Comunidad más poblada a sus intereses.
De la reunión salió una declaración institucional por un nuevo modelo de financiación, en la que además de proponer ese fondo transitorio, en ella se tacha el sistema actual de financiación de "discriminatorio"; se afirma que genera diferencias entre la financiación por habitante ajustado de hasta 30 puntos, y se cifra en 16.400 millones la insuficiencia global del sistema para 2019. Todo ello, argumentan, ha provocado que se produjera un aumento del endeudamiento de las CCAA.
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