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El mosaico de la izquierda navarra, clave para garantizar la gobernabilidad frente a una derecha plagada de incertidumbres

El espacio progresista que hoy gobierna en la Comunidad Foral mira hacia las elecciones de mayo próximo con pronósticos alentadores. UPN, PP y Vox libran su propia pelea y agitan fantasmas contra la izquierda.

María Chivite
La presidenta de Navarra, María Chivite (PSN), en una imagen de archivo. Eduardo Sanz / EUROPA PRESS

Los fantasmas ya no asustan en Navarra. La Comunidad Foral, territorio donde hoy gobierna el PSN junto a Geroa Bai y Podemos con el apoyo puntual y externo de EH Bildu, se encamina a a reeditar un nuevo pacto de similares –tal vez no iguales– características tras las elecciones del próximo 28 de mayo. La estrategia de miedo y confusión de la derecha parece, de momento, condenada al fracaso.

Hay una idea que estos días recorre las sedes de todos los partidos en Iruñea, independientemente de su adscripción ideológica, de la bandera que luzcan en el balcón o del significado que Navarra (o Nafarroa, en euskera) tenga para cada uno de ellos. Lo que hoy todos saben es que la izquierda está muy cerca de seguir en el gobierno y que la derecha, salvo hecatombe, seguirá en la oposición.

La carrera hacia las urnas ya está abierta. María Chivite, actual presidenta y candidata a la reelección por el PSN, no oculta su firme intención de reeditar el acuerdo que en el verano de 2019 le permitió acceder al Gobierno. Lo ha dicho Chivite en Pamplona y lo han aclarado dirigentes del PSOE en Madrid: hay voluntad socialista para repetir acuerdos.

Esa misma idea está instalada en sus socios de Geroa Bai –la plataforma progresista que lidera la expresidenta Uxue Barkos– y Podemos. La formación morada se presenta a las urnas bajo la candidatura Contigo Navarra-Zurekin Nafarroa, donde comparte espacio con IU, Batzarre e independientes.

"Hay margen para un entendimiento en la izquierda", afirma Jule Goikoetxea, filósofa política y profesora de la Universidad del País Vasco (UPV). En cualquier caso, habrá ciertos elementos sobre la mesa que podrían inclinar la balanza hacia un lado u otro dentro de ese mosaico.

El PSN obtendría entre 10 y 11 escaños

Por un lado, las urnas deberán dirimir el papel que previsiblemente tendrán dentro de esa coalición tanto Chivite como Barkos. Según el último estudio EITB Focus, el PSN obtendría entre 10 y 11 escaños –a día de hoy tiene 11–, mientras que Geroa Bai, que cuenta ahora con nueve podría bajar uno o mantenerse con el mismo número.

Contigo/Zurekin –que lleva como candidata a Begoña Alfaro, coordinadora de Podemos Navarra– lograría tres escaños, los mismos que en 2019 Podemos e Izquierda-Ezkerra obtuvieron por separado (dos y uno respectivamente).

El papel de EH Bildu

Habrá otro factor determinante: EH Bildu. En las últimas elecciones forales, la candidatura soberanista y de izquierdas obtuvo siete escaños. Según el sondeo de EITB, en esta nueva cita electoral podría añadir otro asiento a su bancada y quizás igualar a Geroa Bai en el número de escaños.

"Habrá que ver cuál va a ser la correlación de fuerzas en el espacio vasquista, algo que resultará clave de cara a siguientes pasos", explica a Público Ricardo Feliú, sociólogo y profesor de la Universidad Pública de Navarra. 

La candidata de EH Bildu en Navarra, Laura Aznal, afirmó en una reciente entrevista ofrecida a la cadena local Xaloa Telebista que la candidatura abertzale será "determinante" a la hora de "hacer frente a la derecha", al tiempo que destacó la capacidad y voluntad de la izquierda soberanista a la hora de llegar a acuerdos con el actual gobierno de Chivite.

Uno de los terrenos más disputados será Iruñea

Goikoetxea destaca que el papel de EH Bildu también estará determinado por lo que pueda ocurrir a nivel municipal en torno a posibles acuerdos que faciliten o impidan la llegada de la coalición independentista a distintas alcaldías. Uno de los terrenos más disputados será Iruñea, donde EH Bildu podría situarse como segunda fuerza detrás de UPN. Según la encuesta de EITB Focus, la lleva de la gobernabilidad quedaría en manos del PSN. 

"En Pamplona, el PSN no ve de momento la posibilidad de darle la alcaldía a EH Bildu", afirma Feliú. Si eso ocurriese, la formación socialista abriría el camino a la derecha regionalista para que se mantenga al frente del Gobierno municipal.

Herida abierta

En cualquier caso, nada indica que el puzle de la derecha navarra vaya a resolverse de manera sencilla. Los diputados Sergio Sayas y Carlos Adanero, quienes empezaron la legislatura en UPN y ahora están en el PP (el último de ellos incluso como candidato popular a la alcaldía de Pamplona), no solo son hoy el rostro vivo del transfuguismo en el Congreso: también reflejan las heridas aún sin cicatrizar con las que el bloque de la derecha llegará a las urnas.

"La derecha se configura como un espacio totalmente roto"

La encuesta de EITB ubica a UPN como fuerza más votada con 12 escaños, a una distancia gigantesca de los 26 que marcan la mayoría absoluta. El PP lograría otros seis y Vox irrumpiría en la Cámara Foral con dos asientos. En total lograrían 20 escaños, los mismos que UPN, PP y Ciudadanos lograron con Navarra Suma en 2019. 

"La derecha se configura en estas elecciones como un espacio totalmente roto, con tres fuerzas políticas compitiendo por un segmento de votantes idéntico", afirma Feliú. "Se trata de una derecha bastante dividida, con un PP que sigue flojo y con UPN desgastado por un flanco y por otro", agrega por su parte Goikoetxea.

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