Desde todas las filas del PSOE en Castilla y León destacan el "respeto institucional de Luis Tudanca" al sentarse a la mesa junto a Alfonso Fernández Mañueco, cuando él mismo no lo hizo en 2019 cuando perdió las elecciones a manos del propio Tudanca, como ha recordado el burgalés al inicio de su rueda de prensa.

La ruptura de las negociaciones por parte de Mañueco tampoco ha sorprendido en el seno socialista, donde reconocen que la única posición coherente es la de Luis Tudanca, que siempre ha sido fiel a esas dos 'líneas rojas': aislar a la extrema derecha y no ser cómplices de ningún caso de corrupción.

"Una de las cosas que nos diferencia es la corrupción" ha sido la frase del socialista que ha movido de sus asientos a los populares. "En términos de regeneración no está dispuesto a nada: solo a cómo seguir en el poder a cualquier precio".

La ruptura entre ambos partidos es total. Nadie dentro del partido confía en que ambos líderes vuelvan a sentarse juntos, ya que la siguiente reunión del PP -por orden de número de votos en la comunidad- es con Vox y ahí se van a terminar las "pocas dudas" que tuvieran.

La posición del conjunto del PSOE de Castilla y León es la misma que ha querido subrayar Tudanca al término de su rueda de prensa: "Nunca seré presidente con la acción ni la inacción de la extrema derecha. Si Mañueco hubiera dicho lo mismo, ya tendríamos un acuerdo", aseguró el socialista.

Mañueco, por su parte, ha pedido al PSOE que cambie "de actitud" y que asuma "su papel tras el día 13" porque sino será imposible caminar hacia una posición "distinta a la que tenemos en estos momentos". El salmantino olvida, quizá, que la posición de ambos en 2019 fue la contraria a la actual -Mañueco perdió las elecciones- pero ni PP ni Cs se quisieron sentar a la mesa del ganador de las mismas.

Lo cierto es que desde el PSOE de Castilla y León ya auguraban el fracaso de la reunión con el PP, ya que eran conscientes de que el Partido Popular no quiere hablar en ningún caso de un 'cordón sanitario' que impida la entrada de Vox en los gobiernos o rompa los pactos que a día de hoy tiene con ellos. Por supuesto, Fernández Mañueco no ha podido negar que vaya a meter al partido de García-Gallardo y Abascal en el Gobierno regional. "Todavía", ha puntualizado el popular en palabras de Tudanca.

El mandatario popular, arrinconado a preguntas sobre el conflicto de Génova, ha sacado a relucir los "2.248 ayuntamientos de la comunidad de Castilla y León" como su principal preocupación, aunque ha mostrado también su disgusto por la "situación" del partido en Madrid y se ha aventurado a decir que "no puede seguir durante mucho tiempo".

Al respecto, el propio Tudanca ha asegurado que "los resultados de Castilla y León en las urnas han alimentado el fuego de lo que está pasando en Madrid" y ha acusado a Mañueco de estar "más preocupado por elegir bando en la guerra del PP que de Castilla y León".