La negociación de los PresupuestosEl Gobierno escenifica y constata la unidad con sus socios de investidura para asegurar unos PGE sin sobresaltos

El Gobierno ha corrido este jueves la cortina de la negociación presupuestaria que mantiene con los grupos parlamentarios y ha dejado entrever algunas cosas. La primera, y más importante para el Ejecutivo de coalición, es que las negociaciones marchan bien, y una prueba de ello es que los de Pedro Sánchez, como ya avanzó Público, ya tendrían la garantía de que sus socios de investidura no van a dejar que el proyecto presupuestario caiga en el debate de totalidad que tendrá lugar la próxima semana en el Congreso.

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, y el secretario de Derechos Sociales, Nacho Álvarez, han protagonizado este jueves una ronda de contactos con distintos grupos en la Cámara Baja, donde han podido constatar que, al menos de momento, las negociaciones presupuestarias están dando sus frutos. Se han reunido, entre otros, con ERC, Ciudadanos, Bildu, JxCat, Compromís, BNG o Teruel Existe durante toda la jornada.

Estas reuniones, más que servir para avanzar en la negociación presupuestaria, han conformado una fotografía que pretendía, por un lado, escenificar la unidad entre el Ejecutivo y sus socios de investidura y, por otro, constatar que no habrá imprevistos en el debate de totalidad del jueves de la próxima semana.

Este viernes concluye el plazo de presentación de enmiendas a la totalidad de los Presupuestos y, de momento, solo están confirmadas las de PP, Vox, JxCat y Coalición Canaria (es muy probable que el BNG también presente su enmienda a la totalidad y en Bildu tampoco lo han descartado). En este debate, los grupos votan las enmiendas a la totalidad presentadas, cuyo objetivo es que el proyecto presupuestario decaiga y sea devuelto al Gobierno.

En este sentido, el Ejecutivo de coalición ya tendría atados los apoyos necesarios para que estas enmiendas fracasen, lo que daría continuidad al trámite de las cuentas. Los encuentros de este jueves en el Congreso son el punto y seguido de unas negociaciones que empezaron hace semanas y que se han mantenido en privado; es en este foro sin luz ni taquígrafos donde se han producido los mayores avances sobre los PGE.

Tanto es así que la mirada del Gobierno ya se dirige a finales de noviembre, cuando tendrá lugar la que, probablemente, será la votación más compleja de las cuentas: la aprobación por el Pleno del dictamen que traslade la Comisión de Presupuestos (la elaboración de este dictamen es, precisamente, la fase que sigue al debate de totalidad). En esa votación estará la clave de la legislatura.

El PNV dice que 'no está para fotos'

En general, fuentes parlamentarias y del Gobierno de coalición trasladan que las reuniones han ido bien e insisten en que "aún queda camino por recorrer". La constatación de que los encuentros respondían más a una escenificación que a unas negociaciones presupuestarias la ha dado el PNV, que ha rechazado acudir al encuentro con Montero y Álvarez: "El PNV no acude hoy a una ronda de contactos a la que ha sido convocado la víspera y a última hora de la noche, y cuyo objetivo principal parece ser más mediático que de fondo. Parece buscarse más la foto que otra cosa, y el PNV no está en Madrid para sacarse fotos sino para defender los intereses de Euskadi", defendieron desde el partido.

Sin embargo, desde el Grupo Vasco se anunció que no presentarían una enmienda a la totalidad para "dar un margen de confianza al Gobierno" y se precisó que mantendrían "los contactos, las conversaciones y las negociaciones presupuestarias que, de forma discreta, actitud propositiva y vocación de acuerdo, viene manteniendo con el Gobierno español las últimas fechas".

De la reunión con ERC no trascendieron cuestiones relevantes, y los de Gabriel Rufián no han querido anunciar todavía si van a presentar su propia enmienda (el grupo parlamentario republicano estaba a la espera de consensuar una posición con la cúpula del partido en Catalunya). Sin embargo, desde hace tiempo fuentes de ERC insisten en que su postura es la de "dejar margen al diálogo y la negociación" durante la tramitación presupuestaria, algo que sería imposible si las enmiendas a la totalidad hacen decaer el proyecto.

Menos claro lo tienen en Bildu, aunque también son partidarios de continuar con el diálogo. Aunque no dará a conocer hasta este viernes si presenta enmienda a la totalidad, fuentes de la formación vasca precisan que "el encuentro ha transcurrido en tono fluido, cordial, respetuoso y constructivo. Además del encuentro público de hoy, hemos tenido varios encuentros privados a lo largo de las últimas semanas y habrá más en los próximos días, dentro de las negociaciones sobre los presupuestos".

"Las relaciones se han intensificado durante los últimos días y nos emplazamos a seguir dialogando y hablando de manera fluida y constante sobre los presupuestos. El calendario de los PGE ha acelerado todo", explican desde EH Bildu.

El gesto con Ciudadanos

La ronda de contactos se abrió en primer lugar con Ciudadanos, lo que ha sido interpretado como un gesto del Gobierno y, en especial, del entorno del propio presidente del Ejecutivo por seguir buscando el apoyo del partido naranja.

Hasta ahora, no habían existido reuniones, ni siquiera discretas, entre los negociadores del Gobierno y Ciudadanos, aunque el contacto al más alto nivel se ha mantenido desde el propio Gabinete de la Presidencia del Gobierno.

La primera reunión de este jueves, además, sirvió también al Gobierno para constatar que el partido naranja sí tiene voluntad de negociar y hasta de apoyar las Cuentas del Estado, y desde el Gobierno se está dispuesto a hacer concesiones para contar con su apoyo.