El Gobierno y el PSOE tenían en sus previsiones el fallo del Tribunal de la UE sobre Oriol Junqueras en los términos que ha marcado la resolución judicial, por lo que son conscientes de que de la gestión que ahora hagan de estos acontecimientos dependerá la fecha de la investidura de Pedro Sánchez hasta que fructifique o no el acuerdo con ERC.

Este jueves el Gobierno tardó más de seis horas en emitir un medido comunicado sobre la sentencia. Fue media hora después de que ERC lo pidiera públicamente y anunciara que daba por rotas las negociaciones hasta que no hubiera un pronunciamiento de los socialistas y se conociera la posición de la Abogacía del Estado.

El resumen del escrito del Gobierno entrañaba un claro mensaje: la decisión está en el ámbito judicial y, por tanto, las fuerzas políticas tienen que seguir dialogando y negociando. Y esa es la idea a la que se aferra el PSOE: separar lo jurídico de lo político.

Por ello, desde la filas socialistas se dice que la sentencia no tiene por qué influir en las negociaciones sobre la investidura que, además, precisamente se basan en buscar la vía política y abandonar vía judicial para afrontar el problema de Catalunya.

No obstante, las fuentes consultadas por Público admiten que es una dificultad añadida a la negociación con ERC y reconocen que podría retrasar las fechas para la investidura que se manejaban en el PSOE, que no eran otras que hacer presidente a Pedro Sánchez antes de final de año.

Los plazos

El PSOE no tira todavía la toalla, pero los mismos plazos dados por el Tribunal Supremo para que se pronuncien las partes sobre cómo se dará cumplimiento a la sentencia europea -cinco días hábiles-, y el anuncio hecho por la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, de que la Abogacía del Estado no se posicionará hasta “los próximos días”, complican mucho una investidura para la próxima semana.

Los socialistas optan por mantener la calma, ser prudentes en sus manifestaciones y esperar, sobre todo, a ver cómo transcurre el Congreso que celebrará ERC este fin de semana, que se antoja clave para que los republicanos tomen una decisión.

Si hubiera finalmente acuerdo -el PSOE insiste en que las posiciones están muy cercanas- la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, ya ha dicho que el día 24 de diciembre convocará el pleno de investidura para el día 27, a fin que los diputados puedan llegar a tiempo. Pero, de momento, todo está en el aire.