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Noche electoral valenciana Puig se hace fuerte en un asegurado Botànic II

Compromís y Unides Podem-Esquerra Unida, llamados a ser socios menores de los socialistas valencianos en una más que probable reedición del acuerdo del Botànic. El PSPV recupera la primera posición en el País Valenciano tras 28 años, el PP sigue con su caída libre y Vox irrumpe con 10 diputados.

El candidato del PSPV y president en funciones de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, saluda tras ganar las elecciones autonómicas del 28A con 27 diputados.EFE/ Juan Carlos Cárdenas

HÉCTOR SERRA

Cuando el pasado 4 de marzo Ximo Puig hizo público el adelanto electoral de las elecciones valencianas, en todos los papeles se esgrimieron dos lecturas manifiestas: la primera, que era un movimiento arriesgado, y la segunda, que Puig buscaba el beneficio propio. Los resultados de anoche en territorio valenciano rubrican una y otra.

28 años después, el PSPV-PSOE de Ximo Puig encabeza los resultados como el partido más votado del País Valenciano y desbanca al PP de su hegemonía. La estrategia de Puig, en este sentido, ha funcionado. Sin embargo, la suma necesaria con Compromís y Unides Podem-Esquerra Unida para poder reeditar el gobierno del Botànic se mantuvo muy ajustada durante el recuento. Los tres partidos del campo de la derecha estuvieron en algún momento a escasos dos diputados de producir un vuelco electoral que habría dejado en evidencia la credibilidad de Puig y su operación.

En efecto, la de Puig era una estrategia que no ponía en riesgo a su partido pero sí al Botànic. Alrededor de 40.000 votos separaron las sumas del tridente progresista de las del tridente de derechas. Nada que ver con los casi 300.000 de diferencia de 2015. En escaños, son 52 frente a 47. Los socialistas sufrieron. Cuando a las 2:30 de la madrugada Puig compareció ante los suyos en el mercado de Tapineria, no lo amagó. "Ha sido complicado pero finalmente se han impuesto los valores que nos representan: la libertad, la igualdad y la fraternidad", dijo el de Morella. El PSPV obtiene el 23,87% de los votos, gana 128.575 votos en comparación con 2015 y suma 27 diputados, cuatro más de los que tenía.

En el mismo distrito, a unos metros de distancia, en la sede de Compromís Mónica Oltra era rotunda: "Estoy contenta, a pesar de algunos experimentos que han puesto en peligro el gobierno del cambio". Dardo para Puig. La coalición valencianista pierde 17.364 votos respecto a 2015 (pasa del 18,2% al 16,45% de los votos) y resta dos escaños en el parlamento valenciano. Pasan de 19 a 17. No son malos resultados para Compromís pero reconocen que la coincidencia de las elecciones autonómicas con las estatales no les ha beneficiado porque las reivindicaciones valencianas han estado invisibilizadas. El efecto Sánchez ha pasado factura. No obstante, ya han asegurado que son necesarios para conformar un Botànic II y se erigen como la garantía para no dar pasos atrás.

"Estoy contenta, a pesar de algunos experimentos que han puesto en peligro el gobierno del cambio", aseguró Monica Oltra

La noche en la plaza del Pilar tuvo un sabor agridulce para la coalición valencianista. No solo a causa de la disminución de representación en Les Corts sino porque, dentro del bloque progresista, a Compromís no le queda otra opción que estar llamado a ser socio menor del PSPV en el futuro gobierno. Las aspiraciones de Mónica Oltra de convertirse en presidenta se han evaporado y su formación queda en cuarta posición, superada por un escaño por el Ciudadanos de Toni Cantó. Eso sí, Compromís saca datos de estas autonómicas que invitan a la reflexión. En la ciudad de València, por primera vez han sido el partido más votado, lo que supone un hecho histórico. Y en las comarcas centrales del País Valenciano, han sido la primera fuerza destacada en La Safor, La Marina Alta, La Ribera Baixa y Alta, Vall d’Albaida y El Comtat.

Debacle de Compromís

Pero la gran debacle de Compromís la vivió en relación a los sobres del Congreso. El electorado valenciano, a diferencia de vascos y catalanes, no entendió que la única fuerza no sucursalista hubiese de contar con un peso específico en Madrid. Ha habido voto dual. Alrededor de 265.000 personas no apoyaron la lista de Joan Baldoví al Congreso pero sí la de Mónica Oltra para presidir la Generalitat. Compromís se queda con un solo diputado en el Congreso (Joan Baldoví volverá a ser el solitario), resintiéndose la voz valenciana. En la coalición deberán sacar las lecturas correspondientes; cabe recordar que en 2016 se consiguieron cuatro representantes concurriendo junto a Podem y Esquerra Unida. La reivindicación por un nuevo sistema de financiación pierde musculatura y ello puede ser aprovechado por el PSPV para capitalizar la gran demanda y conseguir colgarse la medalla.

Alrededor de 265.000 personas no apoyaron la lista de Joan Baldoví al Congreso pero sí la de Mónica Oltra para presidir la Generalitat. Compromís se queda con un solo diputado en el Congreso

Sin embargo, no todas las interpretaciones pueden ser negativas. Con las excepciones de Catalunya y Euskadi, y con un despliegue mediático que ha allanado el voto en clave estatal, el resultado de Compromís en el Congreso, aunque pobre, contrasta con la nula representación conseguida por otros partidos de ámbito autonómico como es el caso del BNG, Més Mallorca o Geroa Bai. En votos, Compromís ha conseguido unos 172.000 al Congreso, que superan los 125.000 que sacó en 2011, las últimas elecciones en que concurrieron en solitario.

Peores resultados para Unides Podem-Esquerra Unida

En Unides Podem-Esquerra Unida, los resultados autonómicos han sido visiblemente peores. Alrededor de 70.000 votos menos que en 2015 les han hecho descender hasta la sexta posición, con un total de 8 escaños, cinco menos que los que tenían. Ahora bien, estos ocho diputados permiten encajar las piezas para un nuevo acuerdo con Compromís y PSPV, y no se descarta que, esta vez sí, la formación morada se quede con alguna Conselleria. Esquerra Unida, después de cuatro años, tendrá representación en Les Corts.

A pesar de que la suma en votos de los tres partidos del Botànic cuenta con 42.000 afines más que en la convocatoria de 2015 (con el PSPV capitalizando más que nunca la ecuación), la derecha ha remontado. Como mínimo ha resucitado su capacidad de movilización y ha instalado un nuevo actor en un fragmentado hemiciclo valenciano. Se llama Vox, ha cosechado 278.947 votos y ha irrumpido en la cámara valenciana con 10 parlamentarios.

Vox ha cosechado 278.947 votos y ha irrumpido en la cámara valenciana con 10 parlamentario

Es prácticamente lo que se ha dejado el PP en estos comicios. Isabel Bonig, en su comparecencia de anoche, apuntaba a la fragmentación como causa de la debacle. Su partido, a pesar de ser el segundo más votado, continúa en caída libre en territorio valenciano. Se dejan 12 escaños respecto a 2015; contarán esta legislatura con 19. Es la peor marca de la historia del PP valenciano, a pesar que Bonig saca mejor resultado que Casado en el Estado. El futuro de Bonig está en el aire. Ella ya ha anunciado que no dimitirá pero de aquí un mes el PP afronta unas municipales determinantes. Unos malos resultados de la candidata a la alcaldía de València, María José Català, podría precipitar el revuelo interno. Algo que no estaría lejos de suceder, a tenor de los resultados de anoche en la capital valenciana, donde el PP quedó en tercera posición en las autonómicas por detrás de Compromís y PSPV.

Ciudadanos es el único partido del bloque de las derechas que ya contaba con representación en Les Corts que ha visto incrementar escaños. Son tercera fuerza, con un 17,45% del voto y se sitúan con 18 diputados, cinco más que los que detentaban. A Toni Cantó anoche no le importaba que su bloque se quedara sin sumar; solo celebraba que habían quedado un escaño por delante de Compromís. "¡Hemos superado al nacionalismo!", se empeñaba en gritar. Su crecimiento no sabe a victoria. A Ciudadanos, junto con PP y Vox, no les queda otra que ver pasar las políticas botánicas por delante de sus narices cuatro años más. Será una legislatura difícil para el campo de la derecha y la extrema derecha.

En la doble cita electoral de ayer se ha rozado el 76% de participación, que es el máximo histórico en unas autonómicas logrado en 1995, cuando Eduardo Zaplana se convirtió en president de la Generalitat. Se trata de una subida de la participación de más de siete puntos sin que se haya contabilizado el voto por correo, que para estas elecciones se ha triplicado respecto a hace cuatro años.

Puig y Ciudadanos

La reedición del Botànic es la única alternativa a un gobierno de mayoría en el País Valenciano. La suma del PSPV y Ciudadanos se queda algo lejos de los 50 diputados. Esta mañana, en diversas radios estatales, Puig ha recordado que la posición que manitiene Ciudadanos, tanto a escala autonómica como estatal, es "muy radicalizada" y con una visión del mundo maniqueista.

Cree que Ciudadanos ha tenido "una actitud muy hostil" en la que se ha alejado "del centro y de la moderación y se ha situado en la extrema derecha", por lo que en estos momentos ve "complicado pensar en un gobierno con Albert Rivera" a nivel estatal. Sin embargo, ha considerado que "no estamos para poner cordones sanitarios a los demócratas" y ha señalado que en algún momento habrá que "bajar el balón y pensar en qué es lo que más interesa al país, no a uno mismo".

No sabe si a España le convendría un entendimiento entre Pedro Sánchez y Albert Rivera, pero cree que es algo que no debería ser "descartado absolutamente", como han formulado desde la formación naranja, un planteamiento que el líder de los socialistas valencianos no entiende

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