La corbata ha quedado en el armario, esperando al lunes. Este sábado, el lehendakari Iñigo Urkullu se ha puesto el traje de líder del PNV para defender, precisamente, las políticas ejercidas desde su cargo público. En un acto electoral celebrado en Vitoria, el jefe del Gobierno Vasco ha asegurado que “la actitud de los cuatro grandes partidos españoles” ante Euskadi “es la misma”. Frente a ello, sostuvo que “votar al PNV siempre ha servido de muro de contención contra la tentación centralizadora de los gobiernos españoles”. Y cuando dice “siempre”, también se refiere a las elecciones del 26 de junio.

El mitin realizado en una plaza de la capital alavesa ha sido uno de los platos fuertes de los peneuvistas, que estos días se esfuerzan por tratar de retener los seis diputados que obtuvieron el pasado 20 de diciembre. Algunos sondeos pronostican que se quedará con cinco escaños, dos menos de los que podría obtener Unidos Podemos. Con estos datos sobre la mesa, el PNV ha subido al escenario de Vitoria con un mensaje muy claro: la formación nacionalista está dispuesta a “apoyar la estabilidad en Madrid” siempre y cuando “el próximo gobierno asuma la agenda vasca”.

Ha sido el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, quien ha explicado en qué consiste esa agenda. “Hay que cambiar la estructura del Estado para reconocer los hechos nacionales que conviven en la península ibérica”, subrayó. “Euskadi, Catalunya y Galiza –remarcó- somos naciones que debemos ser reconocidas como tales, que tenemos nuestros derechos nacionales, que somos sujetos políticos, que merecemos una relación de bilateralidad con la Administración del Estado y que nos asiste poder decidir nuestro futuro de forma pactada, pero libremente”.

El lehendakari, Iñigo Urkullu, y el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, a su llegada a un acto de campaña electoral para las elecciones del 26-J, celebrado en Vitoria. EFE/Adrian Ruiz De Hierro

Por su parte, el lehendakari Urkullu habló de la “agenda social vasca”, que consiste en “políticas activas y pasivas de empleo y gestión económica de la Seguridad Social para garantizar las pensiones”. “El gobierno español, en tres años más, arruina el fondo de resera de las pensiones. Si se gestionan en Euskadi, están garantizadas”, aseguró. También se refirió a una “agenda económica vasca”, lo que incluiría la “gestión propia de infraestructuras como el aeropuerto de Foronda, los Ferrocarriles o la Alta Velocidad”.

Tras detallar distintas inversiones que acreditan el compromiso del gobierno vasco y del PNV” con la ciudad de Vitoria, Urkullu criticó a Rajoy por retrasar las inversiones en Euskadi y atacar el autogobierno vasco”. “El día 26 nos jugamos mucho. Nos jugamos terminar definitivamente con cuatro años de legislatura que han sido nefastos; cuatro años de negación e imposición; cuatro años en los que han incumplido el Estatuto y atacado el Autogobierno”, afirmó.

“Euskadi soberana”

Los comentarios más ácidos del acto estuvieron a cargo de Ortuzar. “Ahora no existimos. Somos invisibles. Pero luego, si nos necesitan –que nos necesitarán-, nos querrán de tontos útiles”, advirtió el presidente del PNV. “Pues van dados –continuó-. Ni tontos, ni útiles para ellos. Nosotros solo somos útiles para Euskadi, útiles para construir la nación vasca, útiles para hacer Euskadi más libre y soberana”, remató. Dirigiéndose a los cuatro candidatos a presidente, recomendó “que nadie haga sus cálculos pensando que el PNV, En cualquier caso, advirtió que el partido nacionalista “no entrará como sea” en “cualquier operación” dirigida a la búsqueda de la conformación de gobierno.

En otro tramo de su intervención, Ortuzar habló de sus alergias, y lo hizo para llegar a la siguiente comparación: “el polen y los políticos españoles se comportan de la misma manera – explicó-. El polen llega en primavera; los políticos españoles llegan en campaña. Nos irritan, nos hacen hasta llorar, y cuando se van se nos despeja la cabeza rápidamente y volvemos a respirar tranquilos”, subrayó.

También tomó la palabra el cabeza de lista al Congreso por Araba, Mikel Legarda, quien apuntó sus dardos contra “los populares y los populistas”. En tal sentido, ha alertado sobre “los que tienen muchas banderas de conveniencia y lenguajes según el puerto al que arriban y el país en el que recalan”, o sobre aquellos que “trazan líneas rojas” o “hacen promesas sobre todo, hasta sobre lo que no está escrito”. Habló, por último, de “los que van de estadistas y son meros oportunistas”.