La portavoz popular en el Congreso, Cayetana Álvarez de Toledo, es una de las voces del PP que más ha defendido 'España Suma'. Una coalición electoral que aglutine a su formación y a Ciudadanos entorno a una misma papeleta, como finalmente ha ocurrido en Euskadi. La conservadora ha dirigido, de manera recurrente, halagos hacia la líder de Cs, Inés Arrimadas, e incluso admitió que les llegó a votar cuando abandonó las filas populares en 2015. "Por España Suma renuncio a liderar la lista de Barcelona en favor de Inés Arrimadas", aseguró, tras anunciarse la repetición electoral del pasado 10 de noviembre.

Sin embargo, el hecho de que la dirección de Ciudadanos se abra ahora a pactar con el Gobierno de coalición, enmendando el veto al PSOE que impuso Albert Rivera, ha provocado la "decepción" en la portavoz del PP. Decepción porque Cs, al que "tengo mucho respeto", dijo, y al que considera "aliado natural" incurra en una "ingenuidad dolosa" tras pactar con el Ejecutivo que dirige Pedro Sánchez su apoyo a las dos últimas prórrogas del estado de alarma.

Para la portavoz del PP este movimiento de Cs fue un "error" al carecer de "utilidad política". Es más lo llegó a tachar de "inútil, contrario a la moralidad y al proyecto de Cs". Álvarez apremió a los naranjas a no insistir "por la vía del error" y  a, "consolidar y avanzar" las alianzas con su formación. "Hay evitar que las fuerzas que no son constitucionalistas accedan al poder u obtengan más en el debate nacional", expresó. Cs hizo caso omiso y pactó con el Ejecutivo la siguiente prórroga y el decreto de nueva normalidad, que el PP finalmente también apoyó.

Otros dirigentes populares, como el vicesecretario de Política Territorial, Antonio González Terol, también censuraron públicamente la posición de los naranjas después de saliera adelante la cuarta prórroga y el Gobierno anunciara a las pocas horas un pacto alcanzado con EH Bildu para reformar "los aspectos más lesivos" de la reforma laboral. También lo hizo el secretario general de los conservadores, Teodoro García Egea, al asegurar que el Gobierno había "engañado" a Cs. No así el líder del PP, Pablo Casado, que prefirió no entrar en polémicas con su socio de Gobierno.

Sin embargo, Álvarez de Toledo, conocida por ser el verso suelto del PP, ha continuado su ofensiva contra los naranjas después de que se hayan abierto a pactar unos Presupuestos con el Ejecutivo de coalición y sin la presencia de los populares, un requisito que antaño consideraban "imprescindible". Este lunes ha criticado unas declaraciones del portavoz adjunto de Cs en el Congreso, Edmundo Bal, en las que el número dos de Arrimadas señala que ve "muy difícil seguir negociando" con el Gobierno si se reúne la Mesa de Diálogo con ERC. "Pero no imposible", ha tuiteado la portavoz popular.

La Mesa con ERC no es obstáculo para que Cs negocie

Según ha podido saber Público de fuentes de la dirección de Cs, la Mesa de Diálogo entre el Ejecutivo y Catalunya tampoco es obstáculo para que sentarse a negociar con el Gobierno, pese a que públicamente sus dirigentes la califican como la "mesa de la vergüenza". Los de Arrimadas entienden ahora que este es un compromiso al que llegó el Ejecutivo con Esquerra Republicana a cambio de su abstención en la investidura. Sin embargo, sí ponen el foco en lo que allí se acuerde, que señalan es "incompatible" con el apoyo de Ciudadanos.

"La mesa está servida", tuiteó la portavoz del PP en el Congreso después de que trascendiera la noticia. Hace dos semanas Álvarez de Toledo preguntó a la vicepresidenta Carmen Calvo en la sesión de control al Ejecutivo. La conservadora centró su intervención en la mesa de negociación y lanzó otra pulla a Cs. "¿Van a convocar la mesa exigida por Esquerra? ¿Pretenden reservar un sitio a Ciudadanos?".

"Yo entiendo que si el PP quiere lo mejor para España y unos Presupuestos que no dependan de Bildu y de ERC, por simple coherencia debería estar dispuesto a pensar en la clase media y en los autónomos, y en que la crisis la tenemos que afrontar desde la moderación y la igualdad. Si los Presupuestos van a depender de partidos nacionalistas eso va a ser algo que brille por su ausencia", ha defendido este lunes la portavoz nacional de Cs, Melisa Rodríguez, este lunes tras el Comité Permanente del partido.

PP y Cs van juntos en Euskadi pero se enfrentan en Galicia

La campaña electoral del 12 julio variará en función del territorio para ambos partidos, debido a que en un lugar acuden conjuntamente y en el otro por separado. En el caso de Galicia, donde el popular Alberto Nuñez Feijóo aspira a reeditar su cuarta mayoría absoluta y se negó a ir en coalición con Ciudadanos, la formación naranja aspira a sacar un escaño, de los 75 que se reparten, por la provincia de Pontevedra.

Como parte de su campaña, los naranjas quieren señalar a Feijóo por convertir Galicia en su "finca particular". En Cs están visiblemente molestos con el gallego por el rechazo a la coalición y creen que el barón del PP peca de "exceso de confianza". "Fraga perdió el escaño en Pontevedra por 11.000 votos", recuerdan fuentes de la dirección naranja. Además, ponen el foco en el que el PP en Galicia "nada tiene que ver" con el nacional y que por ese motivo el gallego "esconde las siglas" en sus mítines. "Habrá que sacarle los colores".

Con esta estrategia, Ciudadanos corre el riesgo de verse atrapado en un doble discurso: el de los ataques a Feijóo y al PP gallego, por un lado, mientras, por otro, va de la mano de los populares en Euskadi. Ambas formaciones han programado conjuntamente todos sus actos en el País Vasco y Arrimadas reaparecerá en el mitin central de campaña junto a Casado. Es más, esta alianza se reforzará en el Congreso con la presentación de preguntas escritas conjuntas al Gobierno bajo la marca electoral PP + Cs.