Palestina, Ucrania o el Sáhara: la política internacional, el gran abismo entre el PSOE y la izquierda alternativa
La última ola de violencia en Israel y Palestina exhibe una brecha entre el PSOE y las formaciones a su izquierda que ya se ha visto en otros debates de política internacional.
Madrid-Actualizado a
El foco político en el ámbito estatal se centra en las últimas semanas en las diferencias y tensiones que está provocando la negociación entre el PSOE y Sumar para cerrar un programa de Gobierno. Cuestiones como la subida del salario mínimo, los permisos para conciliar o la política de vivienda impiden a día de hoy que los socios que aspiran a reeditar su coalición en el Ejecutivo tengan una hoja de ruta común para comenzar la legislatura.
Sin embargo, hay una serie de asuntos y debates que no causan problemas en las negociaciones porque, directamente, las posturas están tan alejadas que no hay posibilidad de que puedan terminar formando parte de un acuerdo de Gobierno fruto del consenso.
Se trata de los asuntos que tienen que ver con la agenda internacional y la geopolítica. El ataque de Hamás a civiles israelíes y las duras represalias del Gobierno de Israel contra población civil palestina han vuelto a poner de relieve la enorme distancia que existe entre los socialistas y las formaciones estatales y territoriales que están a su izquierda.
Este lunes, se divisaron posturas completamente contrarias entre el PSOE y Sumar. Las distintas formaciones coaligadas electoralmente bajo el liderazgo de Yolanda Díaz condenaron el ataque de Hamás, pero insistieron en señalar como principal responsable del conflicto a Israel (al que consideraron país ocupante del Estado palestino) y pidieron el cese de las hostilidades.
También denunciaron la "hipocresía" de la Unión Europea y de la comunidad internacional por enunciar su condena a los ataques de Hamás pero no hacer lo propio con los bombardeos israelíes sobre Gaza. Aunque no lo mencionaron expresamente, en este grupo se incluye al PSOE y a Pedro Sánchez, que no ha verbalizado ninguna condena ni rechazo a los ataques de Israel, pero sí que ha condenado los de Hamás.
El giro unilateral de Sánchez sobre el Sáhara Occidental
De hecho, aunque de momento no parece que esta discrepancia respecto a lo sucedido estos días en Israel y Gaza salte a la escena pública, algunos dirigentes de Sumar no descartan que se incluya en el discurso de este espacio en un eventual debate de investidura de Sánchez, en función de cómo evolucione la situación y los discursos en las próximas semanas.
En el PSOE, a su vez, ha causado cierto malestar algunas de las declaraciones de los dirigentes de Sumar respecto al resurgir del conflicto entre Israel y Palestina, informa Miguel Muñoz.
En mayo de 2022 la ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, y secretaria general de Podemos, Ione Belarra, pidió a Exteriores una condena más firme del asesinato de Shireen Abu Akleh, periodista de Al Jazeera que fue tiroteada en la ciudad de Yenin. Albares se defendió de las críticas al considerar que su condena era rotunda.
Las diferencias en política internacional entre el PSOE y la izquierda alternativa van más allá de este conflicto. Uno de los momentos más tensos de la pasada legislatura en el seno del Gobierno de coalición se vivió tras el giro unilateral de Pedro Sánchez para respaldar la propuesta marroquí de autonomía para el Sáhara Occidental, renunciando a la autodeterminación del pueblo saharaui por la que apostaban los socialistas.
Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda del Gobierno y entonces líder del espacio de Unidas Podemos, acusó al presidente de incumplir "el mandato de país", y el presidente recibió también el rechazo unánime de sus socios de investidura en el Parlamento.
Guerra de Ucrania, OTAN y envío de armas
La guerra de Ucrania ha sido otro de los puntos de conflicto entre el PSOE y el espacio a su izquierda en el ámbito internacional. Tras la invasión de Rusia a este Estado y los primeros envíos de armas de países europeos, las tensiones tuvieron lugar en el seno del propio Unidas Podemos, entre una Yolanda Díaz y unos comuns que defendían el derecho del pueblo ucraniano a la legítima defensa y un Podemos que se oponía al rearme de Ucrania por considerarlo contrario a la desescalada militar.
Posteriormente, las posturas de Podemos (cuya secretaria general tuvo un papel protagonista a nivel internacional en el denominado Movimiento Europeo por la Paz) y las de Díaz se fueron alineando y la vicepresidenta dejó de respaldar al presidente a medida que el PSOE se volcaba en cerrar filas con las posiciones de Estados Unidos y de la OTAN.
Sumar, de hecho, reclama en su proyecto de país avanzar hacia una autonomía estratégica de la Unión Europea respecto a la OTAN para que la agenda estadounidense no condicione la política del continente.
La cumbre de la Alianza Atlántica que tuvo lugar en Madrid el pasado año fue el escenario de estas discrepancias, sobre todo después de que el Gobierno de España, como el del resto de países, se comprometiera a incrementar su gasto militar.
El del conflicto entre Israel y Palestina es otro capítulo de la enorme brecha que separa al PSOE de la izquierda alternativa en la agenda internacional, un abismo tan grande que provoca que estos asuntos ni siquiera formen parte de las conversaciones para formar Gobierno. La política internacional, en todo caso, compete al presidente.
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