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De un patrimonio inicial de 3.000 euros a campañas de dos millones: así creció Hazte Oír con los beneficios fiscales del PP

El 'lobby' ultraderechista gastó más de 18 millones de euros en las campañas realizadas desde 2008. El monto anual dedicado a sus actividades homófobas y antiabortistas se incrementó tras la declaración de "utilidad pública" que le otorgó el Gobierno de Rajoy en 2013 y que le permitió acogerse a distintas ventajas en materia de impuestos. 

Hazte Oír
Activistas de Hazte Oír durante la entrega de firmas en el Congreso contra la ley trans. HAZTE OÍR

Las campañas de Hazte Oír contra los derechos de personas transexuales, mujeres u otros colectivos cuentan con una sólida base económica. En 2020, este lobby ultraderechista destinó 1.376.264 euros para financiar sus acciones, lo que supuso un 81% de lo gastado durante el año pasado. Desde 2008, primer año del que existe información disponible, lleva gastados más de 18 millones de euros en todo tipo de actividades. La puesta en marcha del denominado "autobús del odio" fue una de sus acciones más conocidas.

El grupo de presión ultraconservador ha incluido en su memoria de 2020 los datos correspondientes a sus cuentas. Durante el año pasado, coincidiendo con la pandemia mundial del coronavirus, Hazte Oír tuvo 1.819.355 euros en materia de ingresos, de los cuales 1.214.826 euros correspondieron a las cuotas de distintos valores abonadas por sus 5.759 socios. Asimismo, el grupo de presión obtuvo 604.151 euros en concepto de "donativos".

En ese documento, el lobby reivindica sus movilizaciones "contra el Gobierno de la muerte de Pedro Sánchez", lo que le llevó a impulsar distintas acciones contra el Ejecutivo. El presidente de Hazte Oír, Ignacio Arsuaga, señala en el texto de presentación de la memoria que también se involucraron en los actos de hostigamiento contra Irene Montero y Pablo Iglesias frente a la vivienda familiar de Galapagar.  

"Desde 2019, HO es el lobby más activo de oposición al Gobierno
progresista. Lideró la campaña del pin parental, mientras sus autobuses
difundían por toda España mensajes como #MisHijosMiDecision y los
habituales #StopEutanasia, #StopFeminazis, #StopDictaduraLGTBI o
#StopAborto", destaca el investigador Román Cuesta en el informe De los neocón a los neonazis. La derecha radical en el Estado español, editado por la Fundación Rosa Luxemburg y coordinado por el periodista Miquel Ramos.

Durante los últimos tres años, esas campañas ultraconservadoras –junto a otras impulsadas por ese mismo grupo de presión– tuvieron un coste total que superó los 4,5 millones de euros. Si se tienen en cuenta las partidas destinadas para esos fines desde 2008 –primer año del que Hazte Oír ofrece información económica en sus memorias– la suma total dirigida a campañas se ubica por encima de los 18 millones de euros.

Este lobby reivindica habitualmente que no cobra subvenciones ni ayudas públicas, aunque hubo un periodo de su historia en el que obtuvo ventajas fiscales gracias a una decisión del Estado: en mayo de 2013, el Gobierno de Mariano Rajoy le concedió la declaración de utilidad pública, lo que le permitió acceder a una serie de exenciones de impuestos. En 2019, el Ejecutivo del PSOE anuló dicha declaración, una decisión que posteriormente fue avalada por los tribunales.

"Hazte Oír vio la luz en febrero de 2001. El objetivo inicial, según sus fundadores, consistía en organizar campañas de recogida de firmas a través de internet sobre asuntos principalmente relacionados con la familia, la educación y la libertad religiosa, enfocados desde un punto de vista católico y conservador", destaca Cuesta en el informe de la Fundación Rosa Luxemburg.

En la memoria de 2004 aparecieron publicados los estatutos de la asociación, que declaraba tener entre sus fines "la defensa y la promoción de la dignidad de la persona y de la familia y el valor de la vida humana". En el artículo se indicaba que "el patrimonio inicial o fondo social de la asociación es de 3.000 euros". 

"Por entonces el grupo tenía unos 300 socios. Un año después se habían multiplicado por tres. Hazte Oír ha conseguido desarrollar todas sus actividades en 2005 gracias a las aportaciones económicas de estas personas y también con la ayuda personal de más de medio centenar de voluntarios y 130 colaboradores en la red", señalaba el documento de ese año. 

Tal como recuerda Cuesta en el trabajo publicado por la Fundación Rosa Luxemburg, para entonces Hazte Oír ya se había posicionado claramente "contra el aborto, la eutanasia, las leyes contra la violencia de género, las leyes LGTBI o la ley de Memoria Histórica, mientras defiende la libertad de educación y la libertad religiosa y lanza campañas por la unidad de la nación española frente al separatismo o de apoyo a las víctimas de ETA".

"Las oportunidades que se nos basen son incalculables. HO puede convertirse en el grupo social de base que más influye en España", auguraban sus promotores en la memoria de 2008. En ese documento presumía que había ejercido su influencia sobre el Partido Popular para que se posicionase en contra de las uniones matrimoniales entre personas del mismo sexo.

"En el congreso de Valencia del PP apoyamos a los diputados que luchan porque en las bases del partido se defienda el matrimonio, ya que la dirección no les ofreció a estos diputados nada concreto. Así, HO lanzó una alerta y finalmente la convención recogió la propuesta que reconoce el matrimonio como la unión de un hombre y una mujer", destacaba.

En efecto, el PP conocía de sobra a ese lobby ultraderechista. Pese a ello, al ministro Jorge Fernández Díaz no le tembló la mano cuando llegó la hora de concederle la declaración de utilidad pública en mayo de 2013. Cinco meses después, Hazte Oír daba un nuevo paso con el lanzamiento de CitizenGo, su plataforma de actuación internacional. Ese año, el dinero destinado a campañas rozó el millón y medio de euros. El récord de gasto se batiría en 2017, cuando gastó 2.234.252 en acciones de todo tipo.  

El investigador Román Cuesta considera que "los objetivos de Hazte Oír se han cumplido satisfactoriamente": tras 20 años de actuación, ha logrado "erigirse en la plataforma digital de referencia del lobby ultraconservador en España, logrando crear una red de organizaciones satélites para instrumentalizar sus campañas, infiltrar a muchos de sus miembros en Vox y poner en marcha un portal paralelo (CitizenGO) a través del cual internacionaliza sus mensajes". Dinero no le falta. 

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