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Elecciones autonómicas y municipales 2023

Pau Ricomà (ERC): "No se nos pasa por la cabeza gobernar Tarragona con este PSC"

Entrevista al candidato de ERC a la Alcaldía de Tarragona, que hace cuatro años fue elegido alcalde con el apoyo de En Comú Podem, la CUP y Junts, acabando así con 40 años de gobiernos encabezados por el PSC o la antigua CiU. Ahora, aspira a un segundo mandato e invita a los partidos que quieran a "sumarse al cambio" iniciado en 2019.

18-5-2023 Pau Ricomà, alcalde de Tarragona i candidat d'ERC
Pau Ricomà, alcalde de Tarragona y candidato de ERC. Judit Castaño

Hace cuatro años, ERC conseguía la alcaldía de Tarragona por primera vez después de la vuelta de la democracia a España. Lo hizo con Pau Ricomà (Tarragona, 1957) al frente, que ahora aspira a un segundo mandato para "continuar con el cambio iniciado en 2019".

Durante 40 años, el PSC y los convergentes se habían ido combinando la Alcaldía de Tarragona hasta que Ricomà rompió esa hegemonía. Los socialistas ganaron las elecciones por la mínima, pero el republicano recibió el apoyo de la CUP, En Comú Podem y Junts para ser alcalde, una votación que desbancó al socialista Josep Fèlix Ballesteros, alcalde durante doce años.

El candidato de ERC formó gobierno con los comunes, pero a medio mandato cambió de aliados: incorporó a los dos concejales de la CUP y los tres de Junts, un movimiento que provocó que los de Jèssica Albiach —divididos— acabaran abandonando el gobierno. Pese a haber sido una legislatura convulsa, Ricomà hace un balance positivo y si tuviera que escoger, escogería la segunda parte del mandato.

Ricomà saca pecho de haber desatascado proyectos importantes para la ciudad, como el Hospital Joan XXIII, la Ciudad Judicial o la antigua Ciutat de Repòs i Vacances. Dice que el siguiente mandato será clave para su ejecución. Hablamos con él sobre el nuevo Plan de Ordenación Urbanística Municipal (POUM), la llegada de cruceristas a la ciudad tarraconense y del modelo de turismo, entre otras muchas cosas.

Esquerra Republicana de Tarragona ha pasado de no tener representación durante la legislatura del 2011 a tener la alcaldía en 2019. ¿Qué balance hace de ese mandato?

Ha sido un mandato marcado por una coyuntura nada fácil, pero que hemos avanzado de forma decidida en el cambio que queríamos para Tarragona. Hemos conseguido muchos compromisos de inversiones de otras administraciones que tendrán incidencia en la vivienda, el medio ambiente y otros temas centrales y que transformarán la ciudad en los próximos años.

¿El próximo mandato será de ejecución?

Sí, Tarragona tenía temas pendientes desde hacía mucho tiempo y que durante estos cuatro años hemos desatascado, como el hospital Joan XXIII, la Ciudad Judicial, la antigua Ciutat de Repòs i Vacances o el Museo de la Necrópolis Paleocristiana. Algunos ya se están ejecutando y otros lo harán en los próximos años. Recibiremos inversiones que cambiarán la ciudad, y sobre todo lo hará con un enfoque más sostenible y cohesionador.

19-5-2023 Pau Ricomà, alcaldeble d'ERC a Tarragona
Pau Ricomà, alcalde de Tarragona y candidato de ERC. Judit Castaño

¿Cuál ha sido el momento más duro del mandato?

Destacaría dos momentos muy duros: el cierre por la covid-19 y todas las decisiones que tuvimos que tomar, que afectaban a toda la población, y el accidente de IQOXE. Era la primera vez que una persona que no tenía que ver con una empresa química moría por un accidente. Esto provocó una brecha de la confianza por parte de la ciudadanía con todas las empresas químicas de la zona que está costando mucho revertir.

¿Se ha mejorado la seguridad en el sector químico del Camp de Tarragona desde el accidente?

Las empresas del sector químico por lo general tienen protocolos de seguridad, el problema fue que IQOXE era una compañía que no provenía del sector, sino que es una persona inversora que se salía de esta dinámica general.

"El accidente de IQOXE provocó una brecha de la confianza por parte de la ciudadanía con la industria química"

La exposición al riesgo está ahí, pero desde el accidente se determinó que el PLASEQTA volviera al territorio porque vieron que las decisiones que se tomaban en un momento de crisis no eran las adecuadas por la falta de conocimiento del territorio. Esto fue una exigencia del Ayuntamiento. Con el conseller Elena hemos mantenido una ejecución muy complementaria y decidida, con la implementación de medidas tecnológicas, la campaña informativa con asociaciones de vecinos o el simulacro. El conseller Sàmper llegó a decir que no había dinero para instalar los dispositivos perimetrales.

Tarragona convive con una industria que tiene cosas buenas, en cuanto a empleo e investigación del mundo académico, pero también es un sector de riesgo. Nuestra voluntad ha sido siempre la de no esconder las cosas. Con esa filosofía vamos recuperando la confianza.

¿El accidente fue un punto de inflexión? Desde el accidente de IQOXE, ¿las diferentes administraciones se han implicado más en el tema de la seguridad?

Bien, veníamos de una época con poca accidentalidad grave. El accidente de IQOXE nos sirvió a todos para tomar más conciencia y dar mayor importancia a la información. Es un camino en el que hemos avanzado y que creo que no ha sido puntual, sino que debe ser continuado. Tenemos una industria que no hemos elegido, lo han hecho otras generaciones por nosotros, y con la que debemos convivir. Tiene elementos importantes a tener en cuenta, como sueldos más elevados, pensiones más elevadas o estabilidad profesional. En este sentido, es mejor que el sector turístico, pero también tiene externalidades.

¿Algún compromiso de cada a los próximos cuatro años en este ámbito?

Al margen de los estudios de calidad del aire que están realizando las propias empresas, como Ayuntamiento también hemos licitado nuestros propios informes. Queremos contrastar la información que dan las empresas.

¿Cuáles serán las líneas maestras del mandato 2023-27 si gana las elecciones?

Tarragona se encuentra en un momento muy importante. Tras la sentencia que anuló el POUM [el plan de ordenación urbanística municipal], hemos dedicado mucho tiempo, recursos y esfuerzos en rehacer el Plan desde el Ayuntamiento, con un proceso participativo, y no a través de una consultora. El objetivo es tener la aprobación inicial en otoño.

"Para ERC es imperioso cohesionar la ciudad, ir cosiendo los barrios"

Es un POUM completamente diferente al que hicieron los socialistas, que era totalmente desarrollista y pensado para hacer grandes promociones en sitios con cierto valor natural. Nosotros apostamos por un modelo cohesionador. Cuando llegó la industria química en Tarragona, se construyó de forma muy poco ordenada, y esto trae muchos problemas de gestión de servicios y es una barrera cultural y de acceso a determinados equipamientos. Para ERC es imperioso cohesionar la ciudad, coser los barrios.

En cuanto al centro de la ciudad, apostamos por la rehabilitación de edificios y preservar la parte que tiene mayor valor paisajístico y natural. También queremos ampliar la Anella Verde y trabajar en la Azul, es decir, la zona de las playas y del río. El POUM que presentamos es un POUM participado, que no se ha hecho en los despachos de los promotores de turno como el anterior.

Hablas de cohesionar los barrios. ¿Cree que los barrios serán decisivos en estas elecciones?

Tarragona tiene un comportamiento electoral muy distinto, pero nosotros trabajamos en clave de ciudad, no electoral. La falta de equipamientos culturales en los barrios es notoria, por eso estamos transformando los centros cívicos en culturales de forma que el propio barrio coja cierta centralidad. Los barrios hacen muchas cosas, pero todavía existe una barrera cultural entre zonas que tenemos que superar.

La Tabacalera suele ser un tema recurrente en período electoral. ¿El próximo mandato será el que desencallará el proyecto?

La Tabacalera es un edificio noble con seis almacenes. Tres ya están ocupados. El objetivo que tenemos ahora es que el edificio principal sea la biblioteca provincial. Estamos en contacto con varias administraciones para que sea el Estado el que realice la inversión. Con la aprobación del POUM también se abrirán nuevos usos.

La gente del Camp de Tarragona se desplaza principalmente en vehículo privado. ¿Cree que el TramCamp va a cambiar esta tendencia?

El TramCamp es importante para tener un eje central. Debemos ser capaces de articular todo un sistema de capilaridad para facilitar que el acceso al tranvía sea fácil. La particularidad del Camp de Tarragona es que tiene varias ciudades importantísimas además de Tarragona, como Reus o Salou y Cambrils en verano. O empezamos a trabajar todos juntos o estamos abocados al fracaso. El TramCamp es una oportunidad para hacernos la movilidad más fácil.

"El gran reto de los cruceros es medioambiental, y ya están realizando cambios hacia un modelo más sostenible"

Además, tal y como se ha planteado ahora con el conseller Juli [Fernández, de Territorio], la llegada de este nuevo medio de transporte cambiará mucho la relación entre los barrios de Ponent y la ciudad. También será un punto a favor para el Campus Educativo de la Laboral, ya que tenemos la intención de trasladarlo a Campclar y Bonavista.

La polémica del contrato de basura ha marcado la recta final del mandato, ¿qué lectura hace?

Hay intereses para que las cosas no cambien. Tenemos muy claro que Tarragona puede estar más limpia y que el contrato actual ha envejecido. La mejor independencia para realizar un contrato bien hecho es que lo hagan nuestros técnicos, que son muy buenos, y no consultorías externas. Y esto es algo que no gusta, como tampoco gusta que haya una empresa que certifique el trabajo que realizará la empresa de limpieza. Pagaremos por trabajo hecho, y de esta forma podremos fiscalizar todo lo que se hace.

19-5-2023 Pau Ricomà, alcaldeble d'ERC a Tarragona
Pau Ricomà, alcalde de Tarragona y candidato de ERC. Judit Castaño

¿Cree que el PSC ha jugado sucio?

No sé si se ha jugado sucio o no. Hay una frase que dice "de los contratos de limpieza lo más limpio es la basura".

¿Qué modelo de turismo debe tener Tarragona?

Tarragona tiene una carga turística baja. La tasa de plazas hoteleras ofertadas en relación con las personas que viven en Tarragona es baja. Por lo tanto, se puede crecer, pero debemos determinar cómo hacerlo. Apostamos por el turismo sostenible, y eso significa tres cosas: que haya un sector que pueda ganarse la vida, que las actuaciones que tienen que ver con el turismo mejoren la calidad del entorno (y no lo empeoren) y que no sólo se beneficie un colectivo, sino toda la ciudad.

Ahora estamos en un momento en el que Tarragona está creciendo mucho turísticamente. Nuestro objetivo es que venga gente fuera de temporada, y lo estamos consiguiendo. Esto es importante porque trabajos que antes duraban cuatro meses, ahora duran nueve. Por lo tanto, más estabilidad laboral. En el turismo pasa lo mismo que en todas las actividades económicas, también tiene externalidades, pero la gente tiene que ganarse la vida.

Siempre se ha dicho que Tarragona era la gran desconocida, pues ahora se nos considera una ciudad atractiva. Esto significa más turistas, pero también más oportunidades, más inversores, más capital.

¿Los cruceros son turismo sostenible?

Con los cruceros ocurre algo, y es que muchas veces las noticias de todo el país condicionan las nuestras, y de momento, la situación de Tarragona es bastante diferente a la de Barcelona, sobre todo en lo que se refiere a carga turística. El gran reto o problema de los cruceros es medioambiental, y ya están realizando cambios hacia un modelo más sostenible y menos dependiente de los combustibles. De todo el movimiento marítimo del Puerto de Tarragona, los cruceros representan el 4%, el resto son mercancías. Por lo tanto, los impactos son relativos.

Otro tema es la presión turística que pueden ejercer los cruceros sobre el sitio. Nuestro objetivo no es que vengan todos los cruceristas a la vez, sino realizar una política de flujos de viajantes que se repartan por todo el territorio. De momento, estamos controlando la llegada de cruceros con encuestas a vecinos y cruceristas. Es como todo, seguramente tiene algunos inconvenientes, pero también hay sectores que se benefician, como el comercio, los taxis…

Hablando de sostenibilidad... el proyecto Hard Rock tampoco representaría precisamente ese modelo sostenible de turismo, ¿no?

Tarragona hasta ahora ha tenido una especie de despiste estratégico en lo que se refiere al turismo. Tenemos al lado monstruos turísticos como Salou y la Pineda, donde el modelo del Hard Rock les funciona, pero no es nuestro objetivo. El modelo de Tarragona se asemeja más al de Torredembarra o Altafulla, que tienen un turismo más familiar.

¿El Hard Rock no es un buen modelo turístico para el Camp de Tarragona?

Tampoco quiero decir esto. Antes de que se empezara a construir el Port Aventura, yo era director en una oficina de Salou, y en aquella época la temporada duraba un mes, del 15 de julio al 15 de agosto. Pero Port Aventura lo cambió. No es mi modelo de turismo ni de ciudad, nosotros miramos hacia otro lado, pero tampoco creo que traiga ningún desastre especial si todo se hace bien. A nivel medioambiental se mejorará lo que se tenga que mejorar y se acabará haciendo.

¿El Hard Rock?

Sí, yo creo que sí.

A medio mandato, cambió de socios. ¿Se arrepiente de este cambio?

No, el cambio tenía que hacerse. Lo que me supo mal es que los Comunes no se quedaran. Veníamos de un gobierno PSC-PP y Tarragona quería un cambio, que en este caso lideró ERC. En Comú Podem entró en el gobierno, pero nos faltaban brazos para gestionar la ciudad, por eso propusimos a Junts y la CUP ampliarlo. En un inicio, los Comunes estaban dispuestos a ampliarlo, pero después de las elecciones del 14F [14 de febrero del 2021, en el Parlament] nos dijeron que no era el momento y decidimos hacerlo igual. Yo creo que el gobierno va mejor y es más ágil ahora que antes. Aunque a nosotros nos hubiera encantado que se hubieran quedado todos.

¿Mejor la segunda parte del mandato que la primera?

Sí, principalmente porque ya tienes más experiencia y después porque tienes más manos.

Hace cuatro años, ERC no fue la fuerza más votada, ¿cree que este año sí que lo será?

Sí.

¿Repetiría el pacto con los Comunes y después con la CUP y Junts?

Sí. Hace cuatro años podríamos haber pactado con los socialistas y tener una mayoría asegurada, pero tenemos modelos completamente distintos, no sólo de ciudad, sino de forma de comportarse. El cambio debe continuar, y todos los partidos que quieran sumarse al cambio, que lo hagan. No tengo ningún inconveniente. Pero de los socialistas estamos muy lejos.

Este año Ballesteros no se presenta, ¿ve posible rehacer puentes con el PSC?

Los socialistas eligieron en un momento dado hacer un pacto con el Partido Popular, algo inédito en cualquier capital de demarcación catalana. Les salió mal. El PSC ha ido bajando en número de votos en los últimos años. Hace cuatro años tuvieron la gran oportunidad de entender la situación y cambiar, pero se desplazaron más hacia la derecha. Se han pasado la legislatura obstaculizando muchas decisiones de la mano de Cs y el PP, de forma sistemática. Además, ahora ponen de cabeza de lista al exlíder de Ciutadans. No nos pasa por la cabeza gobernar con el PSC, con ese PSC no.

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