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El perfil ultraconservador del magistrado Requero, uno de los que ha suspendido la exhumación de Franco

La ARMH presentó una queja ante el Consejo General del Poder Judicial en la que avisaba al Supremo de que el juez José Luis Requero, que ha participado en la decisión de suspender la exhumación del dictador, podría tener su imparcialidad comprometida por su estrecha relación con el abogado Santiago Milans del Bosch, colaborador de la Fundación Franco. 

José Luis Requero, magistrado del Tribunal Supremo. EFE/Archivo

ALEJANDRO TORRÚS

Cuando en el año 2005 el magistrado José Luis Requero Ibáñez era vocal del Consejo General del Poder Judicial escribió la siguiente frase: "Llamar matrimonio a las uniones homosexuales supondría un cambio tan radical como llamar matrimonio a la unión entre un hombre y un animal". Han pasado 14 años desde aquel momento y la carrera de Requeño Ibáñez ha ido viento en popa. Del CGPJ saltó a la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Supremo y, de hecho, ha sido uno de los cinco magistrados que ha decidido suspender la exhumación de Franco. 

José Luis Requero Ibáñez es miembro del Opus Dei, tiene diez hijos y en sus tiempos en la Audiencia Nacional declaró nula la campaña gubernamental Póntelo, pónselo para fomentar el uso del preservativo porque esta era "inveraz y parcial". La decisión fue polémica. Era el año 1990. Pero no sería su única polémica. La principal de todos fue su férrea oposición al matrimonio igualitario. El diario El País recogía la siguiente expresión del juez Requero: "Me quedo sin argumentos para decir por qué no se pueden casar dos hermanos o un hombre con muchas mujeres, o la unión entre un hombre y un animal si al fin y al cabo todo depende de la demanda social", proseguía

Aún así el magistrado Requero siguió ascendiendo aunque fuera siempre con polémica. En 2014, su nombramiento al Supremo supuso una cascada de críticas, tal y como refleja también una noticia de El País. Por dos motivos. El sector conservador del CGPJ se saltó el habitual procedimiento de nombramiento y lo impuso como un acto de fuerza rompiendo el pacto con el resto de vocales progresistas. Segundo, porque los vocales progresistas no acertaban a entender cómo el grupo conservador había ascendido a un ultraconservador que había comparado el matrimonio homosexual con un casamiento entre "un animal y un hombre" hasta el Supremo. 

Y allí ha permanecido hasta estos días, en los que Requero ha tenido que decidir si paralizar o no la exhumación de Franco. De hecho, la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica presentó el lunes una queja ante el CGPJ en la que avisaba de que la imparcialidad del tribunal podría verse comprometida por la presencia de Requero en el grupo de magistrados.

El motivo, no obstante, no era la contrastada homofobia del magistrado ni la consonancia de algunas de sus sentencias con su ideología ultraconservadora. Tampoco que hubiera pedido al entonces rey Juan Carlos I que no sancionara la ley de Rodríguez Zapatero del matrimonio homosexual. En esta ocasión la denuncia de la ARMH estaba basada en los vínculos de amistad que unen a este juez con Santiago Milans del Bosch, sobrino del ex teniente general golpista, colaborador de la Fundación Francisco Franco y dueño de un bufete de abogados que ha representado a la familia del dictador en algunos casos como el de las esculturas del pórtico de la gloria de la catedral de Santiago de Compostela

"La relación entre José Luis Requero y Santiago Milans del Bosch es larga y estrecha; fueron compañeros durante unos años en la Audiencia Nacional, el magistrado es el padrino de una hija del abogado", denuncia la ARMH, que considera que la cercanía de Requero y Milans del Bosch "plantea serias dudas acerca de su imparcialidad, algo que de ser así comprometería seriamente la decisión que pueda tomar la Sala".

La decisión de la Sala, no obstante, ya está tomada: la exhumación ha sido suspendida a la espera de analizar el recurso presentado por los Franco. La sentencia definitiva se conocerá, según el propio auto, en "un tiempo razonable".

De momento, lo que sí se sabe, es que para los jueces que han tomado esta decisión el dictador Francisco Franco fue jefe del Estado español desde el 1 de octubre de 1936, apenas dos meses después del golpe de Estado del 18 de julio y más de dos años del final de la Guerra Civil. Y eso que hasta 1950 la ONU mantenía vigente una resolución que excluía a España de todos los organismos de esta institución supranacional.  

También se conoce que Requero en el año 2010 ya estaba preocupado por el futuro del Valle de los Caídos y no, precisamente, por albergar los restos del dictador ni por le hecho de que España desobederia las recomendaciones de la ONU de exhumar al dictador. Lo que le preocupaba a Requero es, precisamente, el cierre del mismo: "Y que el monumento más visitado del Patrimonio Nacional –el Valle de los Caídos– lleve camino de convertirse poco a poco en el Valle que se Cae –o que se deja Caer– permitirá justificar su cierre. Lo secundario es su origen franquista; lo relevante es que en un monumento del futuro Estado laicista vive una muy sólida comunidad de Benedictinos", escribía Requero en La Razón

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