Este artículo se publicó hace 4 años.
Pilar Vallugera: "Vox está utilizando a las mujeres de su partido y al feminismo para endurecer su mensaje"
Para esta diputada de ERC no es casual que la mayoría de los mensajes más escandalosos que está profiriendo Vox en las instituciones provengan de las mujeres de este partido. Vallugera ha protagonizado esta semana unos de los momentos más tensos en el Congreso al responder a una diputada de Vox que negó en el hemiciclo que la violencia tuviera género.
Marisa Kohan
Fue un debate bronco, como muchos de los que se están produciendo en el último tiempo en el hemiciclo del Congreso, sobre todo cuando de lo que se discute son temas relacionados con la memoria histórica, los derechos humanos o de la violencia de género. Y el martes pasado por la tarde tocó un poco de todo. Primero la votación de una proposición de ley sobre los bebés robados en el franquismo. Entonces la diputada Rocío Meer se despachó a gusto negando la mayor y afirmando que se trataba "de un invento de la izquierda comunista".
Un poco después le tocó el turno a la violencia de género. Se debatía la aprobación de una proposición no de ley que instaba al Gobierno a combatir el discurso machista y negacionista y a reconocer la existencia de una violencia específica que se ejerce contra las mujeres. Entonces la que subió al estrado fue la diputada de Vox Macarena Olona, para gritar desde el atril que "la violencia no tiene género", que no van a permitir "que se criminalice al varón" y afirmar que no aceptan "leyes ideológicas y totalitarias".
"Como dije en el hemiciclo no estaba preparada para tanta barbaridad que escuche durante el debate del robo de bebés y posteriormente sobre la violencia de género. Bueno la violencia machista, que creo que es una definición mucho más acertada. Entonces pasé de leer lo que llevaba escrito para ese pleno y me salió todo el discurso que solté", afirma la diputada Pilar Vallugera, de Esquerra Republicana de Catalunya, entrevistada por Público. Ese discurso se hizo viral.
"Cuando el martes negaron la existencia de una red organizada de robos de bebés durante el franquismo, fue descorazonador e indignante, porque es negar la realidad. Pero cuando acto seguido negaron la violencia de género de aquella manera ya fue la gota que colmó el vaso".
Para esta diputada no es casual que estén siendo las mujeres de este partido las que lleven la voz cantante y afirma que "Vox está utilizando a las mujeres de su partido y al feminismo para endurecer su mensaje". "Creo que han decidido que es una aparte del electorado fácilmente convencible con estos temas. Lo disfrazan de empoderamiento de las mujeres, pero es mentira. Lo que hacen es coger el discurso feminista, retorcerlo hasta el límite y en un salto argumentativo decir que somos nosotras las que las victimizamos y que en realidad ellas están empoderadas, que hacen lo que quieren".
Esta diputada afirma que la estrategia de Vox es distorsionar el lenguaje y la realidad. Crear una ficción sencilla y sin ningún tipo de pudor por si lo que dicen es verdad o mentira, si es escandaloso o si va contra el sistema democrático o los derechos humanos. "Sencillamente se trata de negar la realidad. Y ¿cómo discutes con alguien si tengo una piedra en la mano y afirma que lo tengo es un gato? No tiene patas, ni maúlla, pero siguen afirmando que es un gato. ¿Cómo le explicas que no es un gato, sino una piedra? Esto es lo que estamos viendo todos los días en el Parlamento, en el debate público de la mano de Vox. La negación de la realidad para construir otra distinta. Una a su imagen y semejanza y que salvaguarde sus privilegios".
"La situación es más grave de la que la estamos analizando todos. Y el PSOE e UP se tendrán que poner las pilas rápidamente, porque lo de Isa Serra es un mínimo ejemplo de lo que va a pasar. Primero fueron los vascos, luego los catalanes y ahora van a por Podemos. Han llegado a hablar de que ilegalizarían a todos los partidos. Y de eso va el tema, del control de la razón, del Estado, del control de las fuerzas de seguridad, del Ejército, de los tribunales. Y en su discurso todo pierde sentido: la palabra democracia, la palabra Derechos Humanos, la palabra colectividad..."
Afirma que los partidos no lo están haciendo lo suficientemente bien y que la única forma de compartimos es con "políticas serias que hagan que los recursos lleguen a todo el mundo y que por tanto no haya competición entre la gente más vulnerables por los recursos. El esfuerzo que debemos hacer por explicar es muy grande, para que quede claro que se trata de una pequeña minoría que está contagiando de una ideología totalmente contraria a la mayor parte de la clase trabajadora, de la sociedad, que hay básicamente en este Estado". La segunda forma de combatir su discurso, afirma, es explicar que el feminismo es una oportunidad para la mejora de todos, porque lo que ponemos en el centro del discurso nos sirve y empodera a las mujeres, pero también a ellos".
"El lenguaje del fascismo es sencillo por eso atrae"
Vallugera afirma que parte del éxito de este discurso es que da explicaciones del mundo sencillas y totalmente cerradas. "Son como una secta. Y eso puede ser atractivo para determinadas personas. Porque vivir ahora en este mundo es muy duro y pesado y hay mucha gente vulnerable y desesperada que quiere que le den respuestas y facilidades, soluciones sencillas. Y en política debemos solucionar los problemas, pero no debemos decir que estos problemas no existen. Ni que son sencillos de resolver, ni simplificar las cosas. No podemos ser maniqueístas, porque las cosas no son blancas o negras. Parte de nuestra función es decir que hay matices y la vida es tremendamente rica y por tanto es difícil contenerla todo en un discurso".
Para esta diputada es crucial desmontar su discurso y entender cómo funciona. Cómo se relaciona con el fascismo y los discursos totalitarios. "Yo creo que están estudiando a Goebbels y aplicando sus métodos políticos, que consisten en repetir cosas absolutamente imposibles, pero depende de quien las diga y si lo hace muchas veces, podrían parecer reales. Es propaganda, agitación y desinformación. Todo a la vez. Esa sencillez de planteamientos que tiene el fascismo es lo que lo hace atractivo".
Para esta diputada la única forma de combatir este avance de la ultraderecha es mediante la transparencia. "Hay que hablar, dar datos, hechos... y sobre todo no darle espacios. Porque lo que no podemos hacer es dejar que se constituyan en el centro de la oposición al Gobierno, porque si eso pasa, la gente que está descontenta los verá como único referente. Por tanto deberíamos acordar todos los demócratas de esta cámara –que algunos quedan– buscar fórmulas conjuntas para anularlos. Porque aunque estoy en desacuerdo con muchas fuerzas políticas del Estado y considero que no poder autodefinirnos es un déficit democrático importante, podemos tejer alianzas y coincidencias con distintos grupos parlamentarios y olvidar de intereses partidistas propios. Si no el resultado es que vamos a tener un Gobierno donde estará representado Vox".
Y hace un último llamamiento a la responsabilidad de la derecha y del Partido Popular. "El PP no puede dejar que Vox lo arrastre. Es necesario que haya una derecha o un liberalismo razonable e impregnado de valores democráticos. Todavía no lo hemos conseguido".
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