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El PNV celebrará más de 250 actos para agitar el miedo contra Podemos

La campaña de los nacionalistas se centrará en los supuestos riesgos de un “cambio de modelo” en Euskadi. El mensaje alarmista irá en aumento durante las próximas semanas, con mítines de Urkullu por toda la geografía vasca.

Iñigo Urkullu posando junto a su cartel electoral, este lunes./ PNV

BILBAO.- Jardines de Albia es uno de los parques más transitados de Bilbao. De un lado está el Palacio de Justicia, con la bandera española en la fachada y policías —a veces de uniforme, a veces de paisano— en los alrededores. Del otro, uno de los bares más antiguos de la ciudad, con turistas a toda hora. Justo enfrente se divisa una gran ikurriña, acompañada por un cartel de no menos llamativas proporciones. El protagonista de la imagen es el lehendakari, Iñigo Urkullu. Así está vestido este lunes el cuartel general del PNV, y así seguirá estando hasta el próximo 25 de septiembre, día en el que los nacionalistas se juegan una de sus principales batallas: tratar de impedir que el tsunami Podemos llegue a Vitoria, sede del Gobierno Vasco.

Los jefes del veterano partido vasco tienen motivos de sobra para estar preocupados. En las últimas dos citas electorales —20 de diciembre y 26 de junio—, la formación dirigida por Nagua Alba se consolidó como la opción preferida por la ciudadanía vasca. Si en diciembre consiguió superar al PNV en votos, en junio lo hizo también en escaños. Entonces se encendieron todas las alarmas. Urkullu, que repite como candidato de los jeltzales, entendió el mensaje: antes de que empezaran las vacaciones de agosto, el mandatario vasco decidió adelantar las elecciones autonómicas para el próximo 25-S, día marcado en rojo en Sabin Etxea, la misma sede que este lunes está decorada con su rostro.

En ese contexto, el PNV intentará centrar su campaña en torno al contraste entre dos polos opuestos: de un lado ellos, como únicos garantes del “hecho diferencial vasco”. Del otro, la incertidumbre, el peligro y otra serie de males que podría traer un gobierno de izquierdas. “Sobre la mesa solo hay dos opciones: hacer evolucionar el país hacia mayores cotas de bienestar o cambiar de modelo por otro que a día de hoy desconocemos”, resumió este lunes el responsable de Organización de este partido, Joseba Aurrekoetxea, en el acto de presentación de la campaña electoral.

Durante las próximas semanas, el mensaje de “PNV o barbarie” se repetirá hasta la saciedad en buena parte del territorio vasco. No en vano, el partido de Urkullu ya tiene en su agenda alrededor de 250 actos locales, regionales y de ámbito autonómico. El primer mitin será al atardecer del jueves 8 en Vitoria, mientras que el cierre de campaña tendrá lugar el día 23 en Bilbao. El acto más original de la campaña se celebrará el día 10 en el Parque de Doña Casilda de la capital vizcaína. Se llamará U-Fest —por la U de Urkullu, tal como ya se puede ver en los carteles— y buscará combinar el mensaje político con “la música, la cultura, la gastronomía y el entretenimiento”. Todo ello en un ambiente festivo, tratando de escapar de los viejos esquemas electorales.

PNV versus “otra cosa”

En la presentación de este martes, Aurrekoetxea repitió en un par de ocasiones que el País Vasco “no está para experimentos”. “La reflexión de fondo es qué Euskadi queremos y quién la puede liderar”, apuntó el jefe de Organización. De un lado, situó “la Euskadi de los hechos, de la experiencia, de un modelo que ha funcionado”. Del otro, lisa y llanamente “otra cosa”. Así, sin nombre ni bandera. Siguiendo ese guion, el PNV –que llevará como eslogan electoral “Euskadi mira al futuro”- se esforzará en situar en el bando del desconcierto a Podemos. “Lo que está en juego —continuó Aurrekoetxea— es la vida de cada persona que vive en Euskadi”.

Ese tono alarmista irá creciendo a medida que se acerquen las elecciones del 25-S. El día 7, Urkullu presentará el programa electoral de su partido. Luego empezará la catarata de actos, incluyendo la U-Fest. También se prevé “alguna sorpresa” a través de las redes sociales, un terreno en el que el PNV también tratará de contrarrestar el efecto Podemos. Al mismo tiempo, la formación nacionalista medirá sus reacciones ante lo que pueda ocurrir con la candidatura de Arnaldo Otegi, seriamente amenazada por los tribunales. De momento, el lehendakari ha mostrado su discrepancia con el veto al dirigente independentista.

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