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La política de igualdad Así son los proyectos feministas que la Junta de Andalucía ha dejado sin financiación: "Es un mazazo"

Público habla con tres responsables de programas que se han quedado sin recibir el dinero que en primera instancia, el Gobierno andaluz había aprobado

Miles de mujeres salieron a las calles de Madrid en la manifestación del 8-M de 2018. / EFE

raúl bocanegra

“Jarro de agua fría”. “Mazazo”. “Parece un intento de desmantelar el tejido asociativo feminista en Andalucía”. “Esto es blanco y en botella. Detrás está Vox”. Todas estas frases las pronuncian representantes de las asociaciones afectadas por la decisión del Gobierno andaluz, forzada por la Intervención, según argumenta la Consejería de Igualdad, que dirige Rocío Ruiz (Ciudadanos), de dejar sin financiación 241 proyectos feministas. El asunto ha caído como una bomba en las ONG por inesperado, por haber sucedido sin aviso previo y porque parece

Los proyectos que se han quedado de momento en el tintero y que aún está por ver que no se queden definitivamente ahí, son de todo tipo y forman parte de la estructura de trabajo de la administración. No se trata de programas coyunturales, sino que el tejido asociativo da un servicio que muchas creen que debería de dar directamente la Junta de Andalucía en lugar de hacerlo a través de asociaciones.

La casuística de los 241 proyectos es amplísima y recorre Andalucía a lo largo y a lo ancho. Programas que trabajan con mujeres refugiadas, otros que se ocupan de víctimas de agresiones sexuales y de la trata, otros más dedicados al empoderamiento de mujeres jóvenes y otros que se ocupan de dar asesoramiento jurídico a víctimas de violencia machista se han quedado a cero euros. La Junta también ha dejado sin financiación las subvenciones a mujeres con discapacidad, que sufren una doble discriminación.

El Instituto Andaluz de la Mujer (IAM) tramita tres convocatorias: dos para asociaciones y federaciones de mujeres y una para entidades sin animo de lucro. Las líneas para las asociaciones se otorgan, por un lado, a proyectos que fomentan la participación social de las mujeres y la promoción de la igualdad y, por otro, a programas que buscan erradicar la violencia de género. Las destinadas a ONG se ocupan de atender a mujeres en situación de riesgo de exclusión social.

Público ha hablado, a modo de ejemplo, con tres responsables de proyectos que se han quedado sin dinero.

Mujeres con discapacidad

“Llevamos cuatro años, este sería el quinto. Trabajamos, el año pasado, mediante los programas del IAM, en cinco provincias andaluzas, Almería, Málaga, Jaén, Huelva y Sevilla; en 13 Institutos de Educación Secundaria y en concreto, con 1343 alumnos y alumnas, mitad y mitad prácticamente. Además, el año pasado atendimos a 255 mujeres con discapacidad”, afirma María Jesús Pérez Escobar, de la Federación de Asociaciones para la Promoción de la Mujer con Discapacidad de Andalucía.

¿En qué consisten los proyectos? “Para este año teníamos dos proyectos, uno llamado rompiendo estereotipos, construyendo nuevas realidades, en los institutos, entre cuyos objetivos estaban identificar la violencia de género, porque hay un desconocimiento en los jóvenes, trabajar los valores y el uso saludable de redes. Y otro en el que queríamos trabajar para empoderar, dinamizar a las mujeres con discapacidad, eliminar las barreras psicosociales, las tecnológicas… Lo hacíamos a través de talleres”, dice Pérez.

¿Cuánto habrían recibido? “En la resolución provisional nos habían aprobado cerca de 20.000 euros. Estábamos dentro. La sorpresa es que llega la resolución definitiva. Formamos parte de esas 241 que la han dejado a cero. De golpe y porrazo nos quitan la subvención”, agrega Pérez.

¿Cómo se enteraron de que se quedaban sin la financiación para el programa? “Por la web. Nos enteramos por la web. Nadie nos llamó. Hemos solicitado tener reuniones y no hemos recibido respuesta por parte de la consejería para dialogar, conocernos, saber nuestra trayectoria. Estamos desde 2006 en las provincias. Hemos trabajado con más de 3.000 mujeres con muchos proyectos. Mucho trabajo”, afirma Pérez.

¿Les ha dado el Gobierno alguna explicación directa? “Sabemos lo que hemos leído por los medios de comunicación. No nos han convocado a ninguna reunión. Nos estamos informando del motivo. En cualquier asociación y somos pequeñas, se hace una planificación. Esto tenemos para este proyecto y esto tenemos para el año. Yo tengo que tener presupuestado con lo que yo puedo trabajar. Si ese presupuesto estaba hecho y realmente se nos concedió provisionalmente un dinero para desarrollar nuestros proyectos, ¿Cómo una Consejería no tiene esa planificación y donde dije digo, digo Diego? Teníamos todo el proyecto hecho. Nosotras fuimos precavidas y no habíamos empezado a gastar, pero sí sé de otras asociaciones que sí habían hecho un desembolso”, asegura Pérez.

¿Y ahora qué? "Nos presentaremos otra vez el año que viene. Nos quitarán los presupuestos, pero no nuestra voz. Continuamos. La realidad nuestra supone que si esperamos a que nos la resuelvan, sentadas nos vamos a quedar. Las mujeres trabajamos mucho en red, sabemos trabajar en red, estamos empoderadas y sabemos trabajar, hay bastantes contactos entre unas y otras. Nos estamos organizando, trabajando con concentraciones y con todo lo que vamos a hacer. Y escritos de protesta. Iremos donde haga falta”, remacha Pérez.

Atención integral a víctimas de violencia de género

“Tenemos un programa en Málaga de atención integral a mujeres víctima de violencia de género. Lo hacemos con diversas financiaciones para dar un servicio integral. Lo del IAM es para asesoramiento jurídico y atención psicológica a las víctimas y a sus hijos e hijas. Ahora se nos queda colgada una pata muy importante de esa atención integral”, lamenta Juan Carlos Espejo, de Prodiversa.

La asociación iba a recibir unos 11.000 euros y ya ha abonado unos 4.500, porque el proyecto lo habían empezado en junio de 2019, al tratarse de un programa de continuidad. “No cortamos el proceso de atención a las mujeres”, dice Espejo.

El trabajo de estas asociaciones se ha convertido en estructural. “El propio IAM nos deriva a personas. Otro de los perjudicados por esta decisión es la propia administración. No somos más que un soporte de sus propias competencias. No son actuaciones aisladas. Es parte de la estructura de la atención”, afirma Espejo.

¿Y ahora qué? “Es muy difícil. Casi que lo tenemos perdido. Hacemos un puzzle entre lo que tenemos y las expectativas. Va a pérdidas. La puerta esta abierta y si alguien necesita -hoy está la abogada asesorando a mujeres- no podemos cortarlo. Buscaremos la financiación a partir de ya. No podemos cortarlo”.

Desde junio hasta hoy, Prodiversa ha atendido a 24 mujeres y sus familias integralmente, “día a día”. “Es un trabajo muy intenso, con personas que cambian de plano absolutamente. Hay que trabajar intensamente y continuamente con ellas”, afirma Espejo.

A Prodiversa llegó una carta con la nueva resolución hace una semana. En ella, se les decía que la Intervención había puesto nuevos criterios. “Llevamos 20 años trabajando con la administración y esto no lo he visto en 20 años. Sabemos que la intervención muchas veces pone reparos, la propia administración trabaja internamente para que estos reparos se puedan salvar. No se entiende que unas bases que están desde 2016, si nadie puso reparos. ¿Por qué se hace este año?”, se pregunta Espejo.

Empoderamiento de las mujeres

El proyecto de la Asociación para la defensa de la imagen pública de las mujeres (Adipm), de la Asociación universitaria por la igualdad de género (Aigu), y la asociación feminista Puntos Subversivos llevaba cuatro años en marcha y había recibido 24.000 euros para un proyecto que se ocupaba del empoderamiento de las mujeres, del aumento de participación social del tejido asociativo, de la sensibilización contra la violencia de género y en formación en igualdad de género. “El objetivo general es promover y facilitar el empoderamiento y la capacitación para la participación activa en los ámbitos político, social, económico, cultural y deportivo en condiciones de igualdad”, afirma Meli Galarza, de Adipm.

“Al instituto (IAM) le ha faltado rigor, voluntad política para seguir apostando por algo que ha sido un pilar de la sociedad andaluza como es la igualdad entre hombres y mujeres. El tejido asociativo sigue estando. No son conscientes de la fuerza que tiene en la sociedad todo lo relacionado con la lucha feminista. ¿Por qué se dejan llevar por las políticas de la ultraderecha? Esto lo percibimos como un ataque frontal”, reflexiona Galarza.

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