Este artículo se publicó hace 2 años.
Polonia considera que el nombre ruso del periodista Pablo González es su alias como espía
Así consta en el auto de prisión temporal del Tribunal Regional de Rzeszów, pero el pasaporte ruso del reportero muestra que Pavel Rubtsov no es un alías, es su identidad de nacimiento en la antigua URSS. En 1991, al trasladarse a España regularizó su nacionalidad y optó por el nombre castellano de Pablo y los apellidos de la vía materna.
Madrid-Actualizado a
La Sala II de lo Penal del Tribunal Regional de Rzeszów (Polonia) atribuye al periodista Pablo González dos alias: Aleksey Rubtsov y Pavel Rubtsov, según consta en el auto de prisión temporal dictado el 3 de marzo, al que ha tenido acceso Público. Consideran los jueces polacos que estos nombres son falsos, ya que los tilda de alias, y que, por tanto, los habría utilizado el reportero en sus presuntas labores de espionaje al servicio de Rusia, país en el que nació en 1982.
Sin embargo, estos dos nombres pertenecen oficialmente a Pablo González: Pavel Aleksevich [patronímico por el nombre de pila de su padre] Rubtsov, según consta en el pasaporte que este medio publica en exclusiva.
Pablo González, que lleva desde el pasado 28 de febrero encarcelado en la cárcel de Rzeszów, cerca de la frontera ucraniana, acusado de ser miembro de la Inteligencia militar rusa, debe permanecer en prisión preventiva hasta el próximo 29 de mayo, según consta en el citado auto. Entonces los jueces de Polonia decidirán respecto a su libertad condicional.
Nacido en Moscú de padre ruso y madre española, Pablo González se trasladó a España en 1991 para vivir con su madre, una vez divorciados sus progenitores. Entonces al adquirir la nacionalidad española, su madre optó por el nombre equivalente a Pavel en castellano, Pablo, y su propio apellido. Como segundo apellido consta el del abuelo materno, un 'niño de la guerra' que abandonó España en 1937 con rumbo a la URSS. Estos datos los ha podido comprobar este diario entre la documentación de Pablo González, como el libro de familia y el traslado del expediente de nacimiento desde Rusia para la adquisición de la nacionalidad española.
Desde el 28 de febrero, González está prácticamente incomunicado. Salvo la visita que le hizo el cónsul español el 7 de marzo, el periodista no ha podido recibir la visita del abogado designado por él y con autorización para ejercer en toda Europa, Gonzalo Boye.
Tampoco ha podido llamar ni recibir la llamada de su familia en Euskadi y en Catalunya. Así lo confirma a este medio su esposa, Oihana Goiriena. "El cónsul me dijo que encontró a Pablo bien de salud. Ya he entregado todos los documentos que me han pedido para poder hablar por teléfono con Pablo, pero de momento sigo a la espera". Uno de esos documentos es una traducción jurada al polaco que la familia debe costear.
A Pablo González se le designó una abogada de oficio en Polonia, con la que Público pudo hablar. Hace un día indicó a este diario que no podía responder a ninguna cuestión relacionada con Pablo, ni siquiera si había podido visitarle en la cárcel y cuál era su estado anímico y de salud. "Las cuestiones por las que pregunta son confidenciales y debo abstenerme de comentarlas". Pero este miércoles la letrada polaca ha informado a Público de que ya no representa al periodista español.
Comentarios de nuestros suscriptores/as
¿Quieres comentar?Para ver los comentarios de nuestros suscriptores y suscriptoras, primero tienes que iniciar sesión o registrarte.