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ENTREVISTA/SUSANA DÍAZ, presidenta de la Junta de Andalucía "El PP andaluz actúa como una franquicia de una derecha asilvestrada"

"Sánchez está demostrando voluntad, compromiso y sensibilidad con los problemas". "El 155 se aplica cuando se salta la ley y, si eso ocurre, seré la primera que lo diga". "Si defendemos que la pluralidad es buena, no se puede usar para bloquear las instituciones". "Podemos hablaba de que que esto no va de sillones, y ahora dicen la presidencia del Parlamento para mí". "Aprendí [de las primarias] la capacidad de superación, y no hay nada que te haga más fuerte que hundir una rodilla para luego levantarte con las dos". "Mi horizonte político es Andalucía, y sólo Andalucía". "Soy partidaria de la abolición de la prostitución, que me parece una forma de explotación sexual de las mujeres, y me repugna que se haya podido usar dinero público con esos fines"

Susana Díaz, en un retrato de Laura León.

Susana Díaz desprende una seguridad en sí misma que hace pensar que por su cabeza no pasa abandonar el Palacio de San Telmo tras el 2-D. Y, aunque sabe que no lo tiene fácil para formar un Gobierno estable -en la hipótesis de que gane las elecciones con la amplitud que pronostican todas las encuestas-, parece saber cómo va a afrontar ahora el diálogo y las negociaciones. No obstante, es consciente de que fácil no lo tiene con Ciudadanos, más  escorado a la derecha, ni tampoco con Podemos, con cuya máxima dirigente en Andalucía, Teresa Rodríguez, mantiene una relación más que pésima.

Pero la presidenta andaluza repite que ha aprendido, como admite haberlo hecho también de aquel traumático proceso de primarias para liderar el PSOE, donde salió derrotada por el actual presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Dice, aunque muchos no la creen, que aquellas heridas han sanado e, incluso, defiende la labor del Ejecutivo, y que su futuro político sólo pasa por Andalucía. De lo que es plenamente consciente es de que ahora se la juega ella. Ya no tiene la tutela de José Antonio Griñán, ni la rémora del PSOE desnortado que había en las últimas autonómicas. Su gestión en estos cuatro años, su capacidad de convencer de que el PSOE aún tiene proyecto para Andalucía tras 36 años gobernando y su propio carisma es lo que valorarán los ciudadanos. Está convencida de que, esta vez, las expectativas se cumplirán. 

Pregunta.- El tiempo de las mayorías absolutas del PSOE en Andalucía parece que pasó y, aunque según las encuestas seguirá siendo el partido más votado, estará obligada a pactar, ¿Con qué perspectiva afronta las elecciones?

Yo aspiro a reforzar una mayoría amplia. Quiero contar con la confianza de los ciudadanos que me permita darle a esta tierra la estabilidad que necesita. Salgo con ilusión y con ganas, y noto en la calle que los ciudadanos, después de lo que han vivido en la última legislatura a todos los niveles, valoran también que la estabilidad es una garantía de progreso y de avance, y la inestabilidad es retroceso.

Si usted misma da por hecho que no tendrá mayoría absoluta, ¿Qué posibilidades de pacto vislumbra? ¿Volverá a reeditar el pacto de esta legislatura con Ciudadanos?

Andalucía llegó la primera, en el ámbito de la Cámara andaluza, al ciclo electoral donde entraban más actores. ¿Qué he aprendido de esto? La voluntad de diálogo y negociación. Es decir, si los ciudadanos me dan la confianza mayoritaria, que espero y aspiro que sea amplia para esa estabilidad, yo voy a buscar el diálogo, el encuentro y la negociación con todo el mundo. Y lo que me sorprende y me llama la atención es que desde el primer día, desde que arrancó la precampaña, algunos están solo en el bloqueo, en el veto y en la amenaza: "Con ese no voy a hablar", "con aquel tampoco"... No están entendiendo el tiempo que vive la política, y que los ciudadanos lo que demandan es más capacidad de diálogo.

¿Cree que con la actual actitud de Rivera, con un claro giro a la derecha en los últimos tiempos, es posible reeditar un pacto con Ciudadanos?

Nosotros gobernamos en solitario. La legislatura echó a andar porque, después de 80 días de bloqueo, que nadie se olvide, entre las distintas fuerzas políticas opuestas en el ámbito ideológico, Ciudadanos quiso que así fuera. Si no hubiera habido una mayoría sólida del PSOE, la estabilidad no hubiera sido posible. Durante tres años apoyaron los presupuestos, entendieron que era bueno aportar. Ahora han decidido tirarlo por la borda. Allá ellos. Yo sí sé que si el día 2 de diciembre cuento con la confianza de los ciudadanos, le voy a tender la mano a todo el mundo. Voy a intentar hablar con todo el mundo. Y si decimos y defendemos que la pluralidad es buena para la democracia, no se puede usar la pluralidad y la mayor participación en la vida pública para bloquear las instituciones y perjudicar a los ciudadanos.

La otra opción que tendría es Podemos. Aquí parece que la relación entre usted y Teresa Rodríguez no es muy buena, todo lo contrario que ahora ocurre entre Sánchez e Iglesias, ¿Ve posible un pacto con Podemos o cree que Podemos en Andalucía tiene posiciones distintas?

Yo voy a hablar con todo el mundo, insisto. Y voy a tender la mano al diálogo y al acuerdo con todo el mundo. La del "con el PSOE ni muerta" no fui yo quien lo dije. Creo que la titular de esa frase fue la señora Rodríguez, quien además de su anticapitalismo demostró cierto antisocialismo. Insisto. Yo no voy a tener eso en cuenta. Al día siguiente voy a hablar con todas las fuerzas políticas y voy a buscar el diálogo si los andaluces me dan esa confianza.

¿Hay un factor personal entre usted y Teresa Rodríguez que va más allá de las diferencias políticas?

Yo respeto a todos los dirigentes que se sientan en la Cámara autonómica porque representan a los ciudadanos que les han votado. Y como presidenta siempre he aspirado a ser la presidenta de todos los andaluces, me hubiesen votado o no. Cuando se sientan allí legítimamente representan a los andaluces. Y como además sufro en mis carnes a quienes más de una vez consideran que los andaluces que votan al PSOE se equivocan y los insultan, jamas haré eso con los demás.

Existe un rumor de que ya hay casi un pacto entre los partidos que están ahora en la oposición para hacerse con la Mesa del Parlamento para que puedan controlar el calendario de investidura, ¿Conoce esa operación?

Algunos están en sumar y buscar la aritmética para condicionar y bloquear el parlamento de Andalucía y la gobernabilidad. Y yo estoy en buscar la confianza de los andaluces para dar estabilidad a esta región y para seguir avanzando. Esa es la diferencia. Yo concurro en positivo buscando un proyecto solvente y sólido que siga construyendo Andalucía. y otros están en la aritmética de cómo bloqueamos y cómo hacemos imposible la gobernabilidad. A mí me ha llamado la atención cuando desde alguna fuerza política, el caso de Podemos, decían: no, esto no va de sillones, pero la presidencia del Parlamento para mí. En eso no voy a estar. En lo que sea bueno para Andalucía voy a tender la mano, a dialogar, en las políticas, en los derechos, en la creación de empleo, pero ahí no. En el reparto de sillones no me van a encontrar.

Susana Díaz, durante la entrevista con Público.

Susana Díaz, durante la entrevista con Público. Fotografía de Laura León.

¿Por qué siempre ha querido que las andaluzas sean en solitario y no coincidieran con las generales?

Porque llevamos mucho tiempo hablando de otros territorios de España. Prácticamente toda la legislatura que ahora ha acabado. Ahora toca hablar de Andalucía y de los problemas de Andalucía, y de las soluciones que cada uno de nosotros tenemos para Andalucía. Y hay una cosa que también estoy notando, que la oposición ha centrado todo en denunciar los problemas y el Gobierno que yo presido en solucionar esos problemas. Y creo que ahora los andaluces merecen que sigamos poniendo encima de la mesa cuáles son los objetivos, las soluciones y los instrumentos que tenemos cada fuerza política en este escenario electoral.

¿Pedro Sánchez directamente o desde Ferraz se le llegó a proponer hace coincidir las elecciones en primavera de 2019 y usted se negó?

En absoluto, en absoluto. Eso no es cierto. Nunca se ha metido Pedro Sánchez en las decisiones que he tomado como presidenta. Y en este tema tampoco. Me las ha respetado siempre. No se ha metido  en nada y en este tema, tampoco.

¿Se han curado las heridas con Sánchez tras las primarias? ¿Se han cosido? ¿Qué tal son sus relaciones con él a nivel personal y a nivel de Gobierno?

Está siendo una etapa positiva para Andalucía, porque Pedro y el Gobierno de España tienen la sensibilidad y el compromiso que no tuvo Rajoy. Lo he dicho estos días. Con la salida de Rajoy, España respiró. Hasta la derecha respiró. Y ahora hay un Gobierno que tiene muchas dificultades, porque la aritmética parlamentaria es la que es, pero está comprometido y está dando las soluciones en cuatro meses a las que Rajoy no ha dado en los cinco años que llevo aquí como presidenta. Lo que he vivido ha sido maltrato y atropello, en cambio, ahora hay sensibilidad y compromiso. ¿Hasta dónde? Yo siempre pediré más.

Las primarias usted ya las situó en el paleolítico, pero a día de hoy, ¿Qué sabor le queda? ¿Qué recuerdo tiene de aquel proceso?

Gente maravillosa que conocí por todos los rincones de España. Me quedo con eso. Con cada momento, con cada encuentro. Gente muy linda que me aporta mucho en lo personal. Y, después, también la capacidad de superación. Tradicionalmente, se dice que los éxitos empresariales están precedidos de algún fracaso y que no hay nada que te haga mas fuerte que hundir una rodilla para levantarte con fuerza con las dos. De eso se aprende. Y si se hace con humildad te hace más fuerte. Pero con lo que me quedo es con la gente maravillosa que conocí. Eso se queda ya para mí.

¿Descarta volver a intentar liderar el PSOE otra vez?

Mi horizonte político es Andalucía. Andalucía y sólo Andalucía.

Entonces, ¿Valora bien la gestión del Gobierno de Sánchez?

Sí. Creo que [lo está haciendo bien] con todas las dificultades que tiene, que no son pocas. Dificultades de una derecha que está asilvestrada e intentando bloquear las instituciones con una minoría parlamentaria evidente. Pero hay voluntad y compromiso, y sensibilidad con los problemas. Y nosotros en cuatro meses lo estamos notando. Eso es bueno para Andalucía. Se confirma el dicho que dice que un Gobierno socialista en La Moncloa siempre es mejor para Andalucía.

¿No teme que por conseguir los presupuestos pueda Sánchez cruzar alguna línea roja con las exigencias de los independentistas?

Estoy convencida de que no lo va a hacer. Sé perfectamente que va a estar siempre en la defensa firme de la Constitución, del Estado de Derecho, de la cohesión territorial de España. Y no me planteo eso. De verdad que no.

¿Cree que hay motivos ahora para aplicar el 155 en Catalunya como piden Rivera y Casado?

El 155 se aplica cuando se salta la ley, cuando se va contra la Constitución y contra el Estado de Derecho. Y en el momento en que eso sea así, ni tenga duda de que yo seré la primera que lo diga. Incluso, lo reivindiqué antes que otros muchos que ahora se dan golpes de pecho, cuando aquel mes de septiembre el Gobierno de Catalunya se saltó las normas. Creo que ahí el Gobierno de España llegó tarde.

¿Oriol Junqueras es un golpista?

Es una persona que ha ido contra las normas y contra las leyes, y quien lo tendrá que calificar será el tribunal que en este momento lo juzga. Yo tengo un respeto profundo a la separación de poderes y nunca entraré a calificar un proceso que está abierto cuál es el resultado que al final dictaminará la justicia.

¿Sería más fácil hacer política en España con Junqueras en la calle?

No me corresponde a mí entrometerme. Quiero ser respetuosa. Cualquier tipo de valoración que haga, iría contra la separación de poderes que yo defiendo. En este caso, y en cualquier otro.

Susana Díaz, retratada por Laura León.

Susana Díaz, retratada por Laura León.

La sentencia de los ERE ya está cercana ¿Qué espera de ese juicio?

Mi deseo es que la justicia diga cuanto antes quiénes fueron los responsables y que lo paguen. La justicia, para ser justa, tiene que ser rápida y este proceso ha sido largo, doloroso y algunos lo han utilizado para dañar la imagen de Andalucía.

La oposición quiere una comisión de investigación sobre la extinta Faffe, una fundación pública, y el gasto de su exdirector en prostitutas ¿Qué le parecen estas pretensiones de la oposición y la actividad del directivo?

La oposición muestra su desesperación, porque tiene que remontarse a un caso de diez años atrás que el propio Gobierno andaluz llevó a los tribunales. Y eso es así porque en los cinco años que llevo como presidenta, no han encontrado ni una mácula en mi gestión: somos la administración con más controles y transparencia, hasta el punto de que publicamos las declaraciones de la renta no solo de los miembros del Gobierno andaluz, sino también de nuestros cónyuges.  En cuanto a la segunda cuestión, he sido muy clara al respecto: soy partidaria de la abolición de la prostitución, que me parece una forma de explotación sexual de las mujeres, y me repugna que se haya podido usar dinero público con esos fines. Pero, insisto, fue hace diez años y esa persona se ha sentado a declarar ante la justicia por iniciativa del Gobierno andaluz.

¿Casado está jugando con fuego cuando llama golpista al presidente?

Incluso ha dicho que los postulados que defiende la extrema derecha en España le suenan bien. El discurso racista, xenófobo, que no censura la violencia contra las mujeres, el discurso de la extrema derecha, le suena bien. Cuando la derecha está asilvestrada, en este caso el PP, eso es malo para España. Y la deriva que está tomando Casado es esa.

¿Y eso se refleja también en el PP andaluz?

Si. Al final el PP andaluz está actuando como una franquicia del PP de España. En estas elecciones, si usted lo mira con cierta objetividad, verá que sobre todo en ese espacio de la derecha las decisiones no se están tomando en Andalucía, sino fuera de esta tierra y pensando en la contienda en las generales, situando Andalucía como un campo de batalla entre ellos. Uno con prisa para medirse con el otro. El otro, acomplejado con Vox, y la extrema derecha dándole oxígeno. Y todo eso en un discurso de ofensa, de insulto a Andalucía, en una campaña que creo que los ciudadanos de Andalucía no merecen.

Pero el fenómeno de la extrema derecha y los populismos se extiende. Bolsonaro, Trump, Orbán, el Brexit. La gente los está votando. ¿Por qué cree que está sucediendo esto?

Cuando las respuestas a una crisis como la que hemos vivido se traducen en más desigualdad, más precariedad, este tipo de salvadores suele aumentar. Vienen con recetas fáciles para problemas que son tremendamente complicados. Ahí ha habido cierto complejo y falta de respuesta en instituciones que debieran haberlo hecho. He echado en falta que la UE hubiera actuado con más contundencia a la hora de defender el Estado del Bienestar frente a las políticas de austeridad. Todo ese daño, toda esa brecha de la desigualdad que se ha abierto ha sido gasolina para este tipo de salvadores que galopan sobre el sufrimiento de las personas y sobre esa desigualdad.

Y ante esto, ¿Cómo ve a la izquierda en Europa? ¿Está articulada en defensa del Estado del Bienestar?

No tiene más remedio que hacerlo. El sentido de la UE tiene que ser más generoso y más colectivo. Tiene que poner a las personas en el centro de las políticas, tener una mirada más justa con los países del sur y tiene que entender que solo tendrá futuro si se replantea algunas de las decisiones que ha tomado en los últimos años. No se le puede dejar todo el espacio a una derecha egoísta que permite que la austeridad se convierta en desigualdad. Solo reforzando el propio marco europeo, reforzando las políticas que nos hagan fuertes, tendrá futuro. Lo más rentable, lo mas eficaz en el compromiso que se le tiene que exigir a las tecnológicas, Google, Apple, lo ha hecho la UE. Y, en cambio, no lo estamos poniendo en valor. Hay otras reformas que tiene que hacer la UE en el ámbito fiscal por ejemplo para proteger a los estados miembros, porque haciéndolo protegerá más a los ciudadanos. No hay otro horizonte.

Entonces, sigue creyendo posible moderar el capitalismo

La socialdemocracia lleva un siglo haciéndolo. La socialdemocracia, y yo soy una socialdemócrata convencida, lleva un siglo no solo moderando el capitalismo, sino también las consecuencias del capitalismo. El mercado hay que regularlo, porque si no lo regulas, es imposible que garantice la igualdad de oportunidades. Hay que facilitar el crecimiento económico y el dinamismo de lo privado está ahí,, pero lo público tiene la obligación de redistribuir después para garantizar la igualdad de oportunidades. Y eso es lo que hemos hecho los socialdemócratas en todo este siglo. Y es a lo que yo aspiro como presidenta de Andalucía. Ayudar a que se genere riqueza, pero al mismo tiempo, ser capaz de redistribuir.

Y en estos 5 años que lleva como presidenta ha podido comprobar muchas cosas ¿Cuánta capacidad tiene la presidenta de la Junta para cambiar las cosas? ¿Cuánta el poder económico?

Yo tengo la fortaleza que me da el voto de los ciudadanos. Y eso te da un margen de libertad enorme. Si solo te debes a los ciudadanos que te dan el voto en las urnas, tu capacidad de decisión es mayor. ¿Todo lo que me gustaría? Hay veces que no voy a la velocidad que me gustaría. Es lógico. Son muchos los elementos que participan y que intervienen. Pero siempre que te debas a los ciudadanos, que son los que te dan el voto y la fortaleza, te puedes enfrentar al resto. Yo lo hago sabiendo que tengo que ser la presidenta de todo el mundo. Quien quiere ganar dinero y quiere generar riqueza, tiene que entender que al mismo tiempo tiene una responsabilidad social y que tiene que devolver parte a la sociedad si quiere que su negocio, su oportunidad de negocio sea duradera en el tiempo. Si tiene las luces largas. Si tiene las luces cortas, seguramente ganará dinero un tiempo, pero fracasará como empresario o empresaria, como emprendedor. Desde ese punto de vista, mi fortaleza, mi capacidad me la da el voto de los ciudadanos. Hasta para estar 80 días y no someterme a condiciones que pensaba que no eran buenas para Andalucía. Hasta para eso era libre.

Susana Díaz, durante la entrevista. Laura León

Susana Díaz, durante la entrevista. Laura León

Entonces fueron 80 días, pero ahora parece todo aún más incierto, ¿Puede estar Andalucía abocada a repetir elecciones?

No me lo planteo siquiera. Aunque algunos lo planteen con esta frivolidad: si no me gusta lo que votan los andaluces, los llevo otra vez a las elecciones. Pero oiga, ¿sabe usted el daño que le hace a la democracia? ¿Sabe usted el daño que le hace al Estado de Derecho? Lo que hablábamos antes. Los Bolsonaro, los Trump, esa extrema derecha que galopa sobre el descontento, el desasosiego de los ciudadanos quieren echarle gasolina. [Dicen]: No, unas elecciones no valen para nada, no valen para nada las instituciones. Y si no me gusta el resultado, bloqueo. Se presentan a las elecciones para bloquear aquello que no comparten. Ni me lo planteo. Ni siquiera voy a pensar que las barbaridades que algunos están diciendo ahora, sobre despreciar el voto de los andaluces. Ni siquiera le voy a dar crédito.

Pongamos entonces que gobierna, ¿Qué objetivos tiene para Andalucía?

Primero, el empleo. Hemos crecido por encima de todas las regiones de la eurozona, pero tenemos que combatir la precariedad. Ese crecimiento que es exponencialmente mayor que el del resto de regiones, lo dice la Comisión Europea, se tiene que ver acompañado de un combate contra la precariedad, porque va a ser esa brecha la de la desigualdad, la que está poniendo en peligro todo, el sistema representativo, las democracias, el Estado del Bienestar, lo que sienten los ciudadanos que le representan en un Estado de Derecho. Entonces, el combate contra la precariedad creando empleo. La recuperación de derechos. Yo creo que tenemos una tarea importante. La crisis se ha tenido que notar. Cuando en una casa entran la mitad de recursos económicos, no se vive igual. Si a usted mañana le entra la mitad de su sueldo, lo va a notar. Eso es lo que ha pasado en los países, en Europa, en el mundo. Y hay que replantearse derechos que son fundamentales, es decir, además de recuperar en educación, sanidad y dependencia lo que se ha quedado en el camino, hay que ampliarlo, si queremos que la sociedad responda a un nuevo tiempo. Me refiero en temas de igualdad, la conciliación, nos vamos a enfrentar a una realidad. En el año 2030, serán más las personas mayores de 60 que los niños que nazcan. Y ante ese reto, las políticas de conciliación, el apoyo a los 0 a 3 años, el apoyo al teletrabajo, todo ese tipo de cosas, se tienen que introducir. Y yo quiero que Andalucía sea en eso la pionera. Una Andalucía verde, digital y una Andalucía en igualdad que permita que el desarrollo sea homogéneo en el conjunto de la población.

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