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PP y C's se apuntan a la marcha policial por la equiparación salarial tras años de oponerse

Albiol, Rivera y Arrimadas encabezaron la manifestación de policías nacionales y guardias civiles del sábado en Barcelona como si hubiera que reclamar a Catalunya que se equiparen sus condiciones laborales a las de Mossos y Ertzaina, pero Partido Popular y Ciudadanos se han opuesto durante años a las enmiendas presupuestarias de la izquierda en ese sentido.

El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera (centro), la líder de C's en Catalunya, Inés Arrimadas, y el líder del PPC, Xavier García Albiol (izquierda), encabezan la manifestación convocada por la Fundación Jusapol en Barcelona, para exigir la equiparación salarial con las policías autonómicas. EFE/ Enric Fontcuberta

Cuando se van a cumplir 27 años desde que Izquierda Unida pidiese la equiparación salarial entre la Guardia Civil y la Policía, y de estas con las policías autonómicas –y han pasado más de dos años desde que PP y C's votasen en contra en el Senado–, los dirigentes de los dos partidos de la derecha aprovecharon la marcha policial convocada por Jusapol en Barcelona para ponerse al frente de la manifestación como si no se hubieran siempre opuesto a esa reivindicación.

El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, la líder de C's en Catalunya, Inés Arrimadas, y el líder del PPC, Xavier García Albiol, encabezaron la marcha portando la pancarta principal que rezaba: "#EquiparaciónYA Justicia Salarial". La puesta en escena pretendía dar la impresión de que esos partidos están luchando por esa reivindicación e incluso que hay que plantearla en Barcelona, como si la Generalitat tuviera algo que ver con que no se haya cumplido desde aquella primera pregunta parlamentaria del diputado de IU Antonio Romero, en junio de 1991.

En realidad, el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido se apresuró a prometer sólo cuatro días antes de la marcha –es decir, este último martes– impulsar una partida presupuestaria con un límite máximo de 1.500 millones de euros a lo largo de tres años, con el "objetivo de equiparar" los salarios de los diferentes cuerpos policiales, pero no las condiciones laborales. Y lo hizo de forma claramente oportunista –en plena crisis independentista en Catalunya que ha generado tensiones con los Mossos d'Esquadra– cuando hasta muy poco antes seguía dando largas a esas mismas propuestas presentadas por Unidos Podemos en el Parlamento.

El presidente de la Fundación Jusapol, Natán Espinosa, denunció tras la marcha de Barcelona que esa oferta de Zoido –de momento planteada sólo al Consejo de la Policía– contiene "mucha letra pequeña y cláusulas abusivas", por lo que seguirán exigiendo una plena equiparación salarial sin perder derechos laborales adquiridos, como los días de asuntos propios o la posibilidad de alojarse en casas cuarteles.

La prueba de que la oferta de Zoido es claramente insuficiente –y más aún para que el PP comparta la cabecera de la marcha– es que Jusapol también promueve una moción para pedir esta medida en el Parlamento Europeo y tiene previsto entregar en el Congreso a finales de enero más de medio millón de firmas para impulsar una Iniciativa Legislativa Popular (ILP) que inicie la tramitación de una ley sobre esta reivindicación.

"Todos los ciudadanos apoyan nuestras reivindicaciones, menos tres: Montoro, Zoido y Rajoy", proclama la Fundación Jusapol

Espinosa subrayó que la manifestación de Barcelona no es más que el principio de una movilización de dos meses, que continuará a partir del 3 de febrero en Sevilla y llevará la campaña a las grandes ciudades de toda España, y leyó un manifiesto en el que se hace hincapié en que "todos los ciudadanos" apoyan las reivindicaciones de su fundación. "Todos menos tres, claro: Montoro, Zoido y Rajoy".

"Hay que tratar justamente a la Policía Nacional y a la Guardia Civil y a sus familias. Den la cara, no nos engañen. No vamos a parar hasta conseguirlo ni vamos a aceptar migajas", advirtió Espinosa.

La Fundación Jusapol nació hace menos de un año en la comisaría de Palencia por iniciativa de un grupo de agentes no sindicados, que invitaron a todas las organizaciones a "unir sus fuerzas para solicitar con firmeza la equiparación salarial". Ahora cuenta con más de 22.000 socios y reúne a todos sindicatos policiales y asociaciones de guardias civiles, incluidas la Agrupación Reformista de Policías (ARP) y la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC).

Pero la reivindicación de equiparar los salarios y las condiciones laborales ha sido constante durante este cuarto de siglo, como recuerda el guardia civil y diputado Juan Antonio Delgado, de Unidos Podemos y ex portavoz de la AUGC: "En 2008 salimos todas las asociaciones y sindicatos –en el caso de la Guardia Civil fue un hito porque no podemos manifestarnos por el ámbito militar– para reclamar la equiparación salarial. El PP mostró su apoyo, pero no hizo nada." El ministro del Interior era el socialista Alfredo Pérez Rubalcaba.

La pinza de PP y C's había rechazado hasta ahora todas las propuestas de Unidos Podemos pidiendo la equiparación salarial

Delgado ha presentado numerosas propuestas de ley en ese sentido, todas ellas rechazadas por la pinza de PP y Ciudadanos, a menudo con ayuda del PSOE. A finales de septiembre, la senadora de Unidos Podemos por IU, Vanessa Angustia, planteó una pregunta al Gobierno que se iniciaba con el recordatorio de la que su compañero Antonio Romero le hizo al entonces ministro del Interior, José Luis Corcuera (PSOE) hace 26 años. Pero no recibió respuesta ni el PP lo incluyó en los Presupuestos.

Así que Delgado volvió a preguntar a Zoido sobre el tema a principios de noviembre. "Como es habitual no obtuve más contestación que un 'cuando haya recursos' y poco más de interés", explica el diputado de Unidos Podemos.

En consecuencia, Delgado presentó una enmienda de sustitución a una proposición no de ley del PP que era un auténtico brindis al sol: proclamaba que el Congreso daba "apoyo y respaldo a la Policía Nacional y a la Guardia Civil en su misión constitucional" y rechazaba "las conductas de acoso a los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado", sin incluir ninguna de las demandas principales de esas mismas fuerzas.

El segundo punto de la enmienda de sustitución presentada por Unidos Podemos rezaba, precisamente:

B.-Llevar a cabo la equiparación salarial de los policías y guardias civiles con policías autonómicos, en un máximo de 3 años.

El PP se apropió de la iniciativa parlamentaria de UP

Sólo tres cuartos de hora más tarde, Rafael Hernando presentaba un "enmienda de modificación" de su propia PNL, agregando un último punto –ni siquiera numerado, sino con un asterisco, como si fuese una postdata que se les había olvidado– que:

"Insta al Gobierno a incorporar en las próximas leyes de Presupuestos Generales del Estado, a partir del próximo año 2018, las partidas necesarias para resolver progresivamente los desequilibrios retributivos que puedan existir entre los diversos miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, y, a su vez, dentro del marco legal presupuestario, para acercarlos a los de otros cuerpos policiales".

Así pretendió el PP no sólo apropiarse de la iniciativa parlamentaria de Delgado, sino que luego lanzó una campaña acusando a Unidos Podemos de oponerse a la equiparación porque, consecuentemente, votó en contra de una PNL que no establece ningún compromiso concreto, ni en los plazos a cumplir "progresivamente" ni siquiera a que realmente se lleguen a equiparar los salarios, ya que sólo habla de "acercarlos" a los de los cuerpos policiales autonómicos, apostillando "dentro del marco legal presupuestario". O sea, que si no cuadran las cuentas, tampoco se hará.

Este sábado, el PP ha dado otra vuelta de tuerca a su campaña propagandística de supuesto apoyo incondicional a las fuerzas de seguridad, poniéndose a la cabeza de la manifestación de Barcelona. Pero, como demuestra el discurso posterior del presidente de la Fundación Jusapol, las falsedades de "Montoro, Zoido y Rajoy" no cuelan entre los sindicatos policiales ni las asociaciones guardias civiles.

La lástima es que gran parte de los ciudadanos, desconocedores de la realidad, les volverán a creer.

 

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