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PP de Madrid Teo García Egea y Miguel Ángel Rodríguez, los estrategas de la guerra entre Casado y Ayuso en el PP

El secretario general de los populares y el jefe de gabinete de la presidenta madrileña son señalados por cada uno de los sectores por su importancia en el conflicto y su mala relación. 

Isabel Díaz Ayuso recibe la felicitación del secretario general del PP, Teodoro García Egea después de ser elegida presidenta de la Comunidad de Madrid tras la segunda y última jornada del debate de investidura.
Isabel Díaz Ayuso recibe la felicitación del secretario general del PP, Teodoro García Egea, después de ser elegida presidenta de la Comunidad de Madrid. EFE

Pablo Casado, presidente del Partido Popular (PP), e Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, son los nombres propios de la guerra total que vive el partido. Sus posiciones están enfrentadas, pese a su relación de amistad y cercanía desde hace 16 años. El control de Madrid es el telón de fondo de una crisis que empieza ya a preocupar seriamente en las filas populares por el desgaste que supone. Pero en la batalla, hay más nombres propios. Y destacan especialmente dos de ellos. Teodoro García Egea, secretario general del PP, y Miguel Ángel Rodríguez, jefe de gabinete de Ayuso. 

Desde ambos sectores es recurrente escuchar, según distintas conversaciones mantenidas por Público, críticas directas a García Egea y Rodríguez. Para muchos, son los principales culpables del lío, y las acusaciones e incluso palabras gruesas son frecuentes si aparecen sus nombres.

La mala relación entre Ayuso y el secretario general quedó bien clara ante la opinión pública por la publicación de que la presidenta lo tiene bloqueado en Whatsapp. "Es inconcebible que una presidenta autonómica bloquee a su secretario general", señalan fuentes cercanas a Casado. Algunas voces de Génova critican este tipo de formas de Ayuso a pesar de que en su equipo justifican que usa dos móviles y en uno solo habla con los colaboradores más cercanos. 

García Egea (Cieza, 1985) era desconocido para el gran público hasta que llegó a la secretaría general de los populares de la mano de Casado en 2018. El líder del PP lo consideró desde el principio uno de sus hombres fuertes. Su trayectoria política anterior era ya extensa, pero sin salir prácticamente de su territorio, la Región de Murcia. Fue concejal en el Ayuntamiento de su localidad, ocupó varios cargos en el Gobierno regional y es diputado en el Congreso desde 2012. Goza de la máxima confianza de Casado, que lo conoce desde la etapa en Nuevas Generaciones. Además, fue su jefe de campaña en las primarias internas en las que se impuso a Soraya Sáenz de Santamaría. 

A García Egea se le atribuyen desde Sol diferentes movimientos para desgastar a Ayuso, e incluso amenazarla la pasada primavera para que no fuera candidata. Algo que desde Génova niegan y recuerdan que fue Casado quien la eligió a ella a pesar de la existencia de voces internas contrarias a ella. 

Desde el entorno de Ayuso consideran negativo el papel de García Egea y la influencia que ejerce sobre Casado

Sea como fuere, desde el entorno de Ayuso consideran negativo el papel de García Egea y la influencia que ejerce sobre Casado. "No era nadie antes de Casado y quiere hacerse notar", señalan algunas fuentes, que destacan su inexperiencia y que "el cargo le viene grande". El secretario general, lejos de apagar el fuego de la crisis, lo avivó más públicamente en septiembre, al responder a una sonada entrevista concedida por Esperanza Aguirre en la que llamaba "niñatos" y "chiquilicuatres" a algunas personas de confianza de Casado. "Lo que destrozó al PP de Madrid fue la corrupción", señaló en rueda de prensa. A partir de ahí, la guerra no ha hecho más que crecer. 

Un punto álgido y ejemplificador de la situación se vivió durante el fin de semana en Valencia, lugar elegido para cerrar la Convención Nacional. Ambos sectores jugaron al gato y al ratón para acaparar el protagonismo. Y García Egea jugó un papel clave. En el último momento se cambió la programación para que el número dos pronunciara un discurso en solitario que no estaba previsto. Justo antes de la esperada intervención de Ayuso dio una charla con el título Sin partido no hay Gobierno. Llamó la atención que no mencionara expresamente a Ayuso cuando sí lo hizo con el resto de presidentes autonómicos y otros líderes territoriales del partido. No pasó desapercibido en el entorno ayusista. "Fue increíble cómo la ninguneó", señalan las fuentes consultadas sobre ese día. 

Tampoco se entiende en el equipo de Ayuso que el secretario general diera su apoyo explícito a la presidenta para liderar el partido durante el pasado mes de junio. "En septiembre, todo cambió", dicen fuentes cercanas a Ayuso sobre este asunto y preguntándose por qué. "Es inexplicable que no quieran apoyarla para liderar el partido después de sus resultados electorales", insisten. 

Crítica masiva a Miguel Ángel Rodríguez por lo que dijo de Luis Enrique
Miguel Ángel Rodríguez en una imagen de archivo. (EFE).

MAR, un veterano 'aznarista' con mucha historia

Del otro lado, un nombre muy conocido en la política de nuestro país. Miguel Ángel Rodríguez (Valladolid, 1964) o MAR tiene una amplia trayectoria. Comenzó ejerciendo el periodismo en Castilla y León para diversos medios. Con solo 23 años ya ejercía de portavoz de la Junta de Castilla y León, de la mano de José María Aznar. Gracias a él siguió ascendiendo en el partido y durante ocho años se hizo cargo de la comunicación del PP, hasta 1996. Un año en el que pasó a ser secretario de Estado de Comunicación y portavoz del Gobierno, un cargo que le hizo aumentar su popularidad.

Al dejar el cargo, se pasó muchos años haciendo otro tipo de funciones, fuera de la vida política de primer orden. Colaboró en diversos medios de comunicación y escribió varios libros. La polémica siempre le ha acompañado. Una de las más sonadas tuvo que ver con el doctor, ya fallecido, Luis Montes, al que llamó "nazi" por presuntas sedaciones irregulares que fueron archivadas por la Justicia. Él, sin embargo, fue condenado en 2011 por injurias al médico. 

Otra polémica, ya fuera de la política, ocurrió en 2013 cuando fue detenido por conducir cuatriplicando los niveles de alcohol. Sus palabras sobre Artur Mas, para el que pedía un "fusilamiento", también fueron sonadas. Rodríguez también apareció en los papeles de Bárcenas, por un pago en 1992, cuando era responsable de comunicación de los populares, a una periodista. Él mismo reconoció los hechos

En Génova nunca cayó bien la vuelta de MAR. Fuentes 'casadistas' en la disputa señalan su "ambición desmedida"

MAR volvió a la vida política de la mano de Ayuso, a quien había conocido años antes por el interés de la misma en su figura y conocimiento de la comunicación política. Lo fichó como asesor de su campaña electoral de 2019. Pocos días después de llegar al Gobierno ya se vieron signos de incomodidad con Ciudadanos, socios de Gobierno de Ayuso. En un mensaje público atacó al padre del vicepresidente de la región, Ignacio Aguado, al que acusó de haberse beneficiado "por la cara" con un contrato de 102.000 euros de la Asamblea de Madrid.

Pocos meses después, a comienzos de 2020, Ayuso lo nombró jefe de gabinete, oficializando una relación política que continúa a día de hoy. Y el nombramiento levantó ampollas en Cs, que mostró su disconformidad. "Para mis mensajes, para mi agenda, para mi trabajo, creo que es el que va a hacer el mejor papel en estos momentos", dijo la presidenta en su momento. Tiempo después, los expertos ya comenzaban a ver su toque en la estrategia polarizadora, y por qué no decirlo, exitosa electoralmente. 

En Génova nunca cayó bien la vuelta de MAR. Fuentes casadistas en la disputa señalan a este medio su "ambición desmedida".  "Quiere volver a Moncloa", aseguran las fuentes consultadas. Ayuso siempre ha negado ambiciones de mayor calado y quererle mover la silla a su amigo Casado. Pero dirigentes cercanos no se fían de sus intenciones y achacan la estrategia de confrontación en el actual conflicto a su influencia sobre Ayuso. Su relación con García Egea es mala y algunos medios han publicado que tuvieron un enfrentamiento dialéctico directo antes del 4M. El secretario general, según estas informaciones, le afeó que quisiera enfangar la buena relación de Ayuso con Casado. Y que no lo iba a permitir. 

Los nombres de ambos siguen teniendo protagonismo en una disputa que está lejos de finalizar. Las espadas siguen en todo lo alto y la incógnita principal sigue siendo la misma que hace unas semanas. ¿Dará la batalla directa Génova para disputarle la candidatura a Ayuso lanzando al alcalde José Luis Martínez-Almeida? Una pregunta cuya respuesta afirmativa parece más cerca hoy después de que todo en el PP haya saltado por los aires. 



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